Los ojos verdes del diablo

HAZLO TÚ

Buenas tardes a todos, disculpen la tardanza. Sé que aún son pocos los que siguen esta historia pero me han hecho el día sus votaciones, comentarios y lecturas. Les agradezco mucho su apoyo. Estoy redirigiendo la historia porque como lo mencione antes: mi forma de ver la vida ha cambiado y estoy tratando fuertemente de vaciar mis aprendizajes de vida a esta historia para hacerla más madura.

Sin más por el momento, aquí les dejo el capítulo.

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Al día siguiente Julian lo esperaba en la financiera, charlaron un rato sobre temas del trabajo y ninguno de los dos toco el tema de Hermione. Mientras del otro lado de la ciudad gracias a Molly, la castaña estaba en una situación bastante incomoda con una familia de comercial: la familia Weasley, la bella Rosalie Weasley con su pequeña Amanda Weasley y el apuesto Ronald Weasley.

-¿Cómo has estado?- le pregunto nervioso Ron

-Bien- sonaba molesta pero por dentro se moría de los nervios, su mirada no se despegaba de Rosalie, ella seguía igual de hermosa, los años no parecían pasar por ella, tenía su propio negocio en el callejón Diagon y encima era un ama de casa ejemplar, la casa limpia, ordenada; la ropa de Ron sin ninguna arruga y por dios Amanda lucía como una princesa. Se sintió pequeña ante tan imponente cuadro familiar.

-¿Dónde...? perdón- soltó más tranquilo- es lo único que se me ocurre decir en estos momentos, tenía un discurso para cuando te volviera a ver pero... no vale de nada, no ahora- bajo la vista

-No te preocupes Ron- miro la cara de Rosalie- por como lo veo fue la mejor decisión- soltó dulcemente

-Gracias por perdonarme, no sabes lo preocupados que estuvimos cuando te fuiste, me sentía culpable por haber sido un cobarde contigo y no sé si deba decirlo pero no me arrepiento, ahora soy extremadamente feliz y bueno tu luces fantástica- al decirlo mostró una amplia sonrisa

-Sí- contesto ausente- me alegro seas feliz, te lo mereces.

La plática fue tomando forma, Rosalie sirvió algo de té y panecillos, sonreía amablemente y apenas podía aguantar mirar a los ojos a la castaña, después de todo y de manera técnica, le había robado al novio.

-Mi madre me dijo estás quedándote con Harry- dijo observando con cuidado la reacción de la castaña

-Sí, es temporal mientras resuelvo mi detalle- dijo mientras probaba un panecillo

-¿Está bien?-

-¿Define bien?-trato de ser graciosa, Ron soltó un gran suspiro

-Hace más de tres meses que no sé nada de él, ya ni siquiera visita a su ahijada- volteo a ver con melancolía hacia Amanda quien jugaba con unos cubos mágicos

-Ha sufrido- fue lo único que salió de sus labios

-Espero que con tu presencia vuelva a sonreír, esa mujer nunca debió cruzarse en su camino, ambos no debieron conocerse y me siento tan culpable por ello también.

-¿Tan mala era?- la curiosidad de la castaña por fin podría ser saciada

-No, era una linda persona, pero... no tuvo una buena experiencia con la magia en su infancia así que su miedo obligo a Harry a dejar nuestro mundo para después solo desaparecer sin dejar rastro, siempre he creído no pudo con el cargo de conciencia

-¿Cómo?-le cuestiono preocupada

-Después de hacer que Harry hiciera todo por ella, no pudo corresponder a sus sentimientos, lo quería pero supongo no lo amaba- soltó Ron