Capitulo 11: [Comienzo]

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Después de dos meses de la muerte de Draco, en enero del año 2005, Harry estaba decidido a empezar a rehacer su vida, empezar de nuevo...
Ahora era un hombre de negocios en el mundo Muggle, ya que les resultaba emocionantes los escritos que daba a las editoriales, principalmente sobre un niño que era maltratado y contaba la historia de cómo llegó a ser mago, y eso fue porque encontró unos borradores de Rita Skeater en su despacho días después de la desaparición de la periodista.

Llego el día de la copa mundial de quiddich en Escocia, había conseguido entradas especiales para Teddy y para el, ya que quería que su pequeño conociera el deporte desde dentro.
Ambos entraron a la tienda de jugadores en la parte trasera del estadio, el equipo en aquellos vestidores se llamaba Puddlemere United, pero no era todo lo especial que habría en ese momento; había alguien más a quien ya conocía de hace tiempo; un joven castaño con ojos color miel y una piel tersa acompañada de un color claro

-Hola Harry- saludo cortésmente

-Hola Oliver ¿Como haz estado?- pregunto con educación, desde que estaba a cargo de las finanzas había afinado sus modales

-Bien, gracias- el castaño contesto -Lamento lo de Draco, mi pesame- lo último era casi un susurro imprescindible que podría ser bien palabras al aire -¿Quién es el pequeño?- se agacho par saludar a Teddy, quien en ese día portaba en su cabello los colores distintivos del equipo perteneciente a Gales

-Gracias Oli, te presento a Teddy Lupin mi ahijado- con un gesto Teddy asintio al mayor viéndolo como alguien superior por jugar en las ligas mayores

-Mucho gusto pequeño, bien Harry nos vemos-

-Hasta luego Oliver- se estaba marchando cuando de repente se armó del valor que distingue a los Gryffindor y se acordó de las palabras de Draco ~Consigue a alguien que te ame y cuide, como yo lo habría hecho, no te niegues a enamorar de nuevo a tu corazón~

-Oye Harry- el también se había regresado a hablar, había algo ahí pero no, definitivamente no se igualaba a lo que sentía después de Draco

-Dime Oliver-

-¿Te gustaría salir conmigo?- pregunto haciendo una pregunta al aire, dejando las palabras en el aire -Digo como amigos, ya sabes si no quieres no-

-Si Oliver, una salida contigo dentro de una semana ¿te parece?- pregunto rápidamente

-Si Harry, gracias por aceptar...- realmente estaba apenado y sonrojado hasta la médula, ya que pensó en su momento que no iba a tener un asertivo en la respuesta

-Te mando mi lechuza, llevaré a Teddy a alcanzar asientos de primera fila- en ese momento ambos salieron de la tienda de campaña, y Teddy notó un leve sonrojo en su padrino, riendo en silencio -Pequeño ¿Se puede saber de que te ríes?- aliviado de la pregunta el niño comenzó a reír entre mohines que parecían cómicos

-Es que, el joven Oliver es muy guapo, tiene mi permiso- dijo rápidamente, haciendo casi olvidado el tema

-Mi pequeño, suponiendo y llendo lejos ¿Lo querrías como a tío Draco?- era una pregunta especial, y lo bueno es que estaban solo los dos ya que ninguno no podía evadir aquel destino

-No sé, Draco era muy lindo y siempre me trataba bien, era mejor que tu cuando te ibas por el super- Harry sabía que su rubio consentía a Teddy en todo momento, ya que ambos hacían lo imposible por mantenerlo lo más feliz posible -Papá Harry ¿tu lo querrás como a Draco?- pregunto algo asustado de la respuesta que le podría dar el mayor

-Yo ame a Draco como a nadie, pero no puedo estar solo, y tal vez sea un amor parecido aunque más maduro ¿me entiendo?- parecía que solo el entendía sus demonios, pero el pequeño asintió y encogió los hombros, al parecer a ambos les hacía la misma falta Draco -Ven, vamos por nuestros lugares- en ese momento ambos subieron y apoyaron a Wood en sus hazañas como guardián de Quiddich.

La cuarta maldición imperdonable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora