2.(delicado)
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Las amigas miraban incrédulas el vestido que yacía en la habitación. No era nada pomposo, más bien sencillo, pero tenía algo que hacía que las tres no pudieran dejar de verlo.
Quizás era el escote, quizás el hermoso color que combinaba con los ojos de Monnie o quizás cuanto le había costado a su madre.
Fuera lo que fuera, coincidían que era hermoso.
—¿Nerviosa?
—¿Por qué lo estaría?
—No se, yo lo estoy, ¡vamos a arreglarnos ya o que? ¡La fiesta es en 2 horas!
—Tienes razón, ¡manos a la obra!
Las chicas entre risas se tardaron las 2 horas arreglándose. Monnie solía pasar mucho tiempo en la habitación de Ginny, ahora junto a Hermione.
Pronto la pelirroja se miró en el espejo y se quedó sorprendida.
Se veía muy bien.
Ginny llevaba un vestido azul pálido, casi gris. Hermione uno palo rosa y ambas se veían radiantes, igual que su amiga.
—¡Se ven hermosas!—chilló Ginny
—¡Tú también!, ¡vamos, es tarde!—corrieron y mientras salían de aquella sala común pudieron apreciar la sombra de Harry, este miró a Monique con un brillo distinto en sus ojos
Sus amigas se despidieron con una mueca.
Sabía que Monnie era linda, pero esa noche estaba espectacular, se veía preciosa y brillaba por si sola.
Sus ojos resaltaban demasiado con aquel vestido que se amoldaba perfectamente a su cuerpo, sus mejillas estaban rosas, sus labios rojos y el cabello le caía en ondas bien formadas. También llevaba un collar con un dije de una Dalia negra que le había obsequiado Theodore un mes antes de terminar.
Deseo más que nunca poder ser el novio de Monnie para poder besarla y sentir su suave piel. Se le quedó mirándola un largo rato con la boca ligeramente abierta.
—Si no cierras la boca va a entrarte una mosca, Potter.
—¿Sabes que eres la chica más hermosa que mis ojos han visto?
—Si si, ¿nos vamos?—él le ofreció su brazo y, después de pensarlo unos segundos, ella lo tomó
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Cuando Harry y Monique entraron inmediatamente sintieron varias miradas en ellos.
Los alumnos estaban impresionados de que por fin Potter logrará salir con Evans. En especial Theodore, quien los miraba con el ceño fruncido desde el otro extremo de la habitación.
Reconoció una vez más la belleza de la pelirroja y, por primera vez, envidio a Harry Potter.
—¡Potter y Evans! Como en los viejos tiempos—la voz de Slughorn les hizo dar un respingo—¡Hay mucha gente que quiero que conozcan!—el hombre estaba usando un sombrero con borla de terciopelo que combinaba con su chaqueta
Slughorn los llevó decididamente dentro de la fiesta. Harry tomó la mano de Monique y la arrastró junto con él.
—Quiero que conozcan a Eldred Worple, un viejo alumno mío, autor de "Hermanos de sangre" y "Mi vida entre vampiros" y, por supuesto, su amigo Sanguini. Ellos son Harry Potter y Monique Evans.
—Estoy realmente encantado—dijo Worple, mirándolos muy de cerca y ella no prestó atención a lo siguiente que estuvieron hablando hasta que el tipo se fue
—¡Deja de esconderte y únete a nosotros, Severus!—Slughorn hipeo felizmente—justamente estaba hablando de las excepcionales pociones que puede hacer Harry, parte del crédito es tuyo, por supuesto, ¡Tú le enseñaste por cinco años!
Harry estaba atrapado, con el brazo de Slughorn alrededor de sus hombros y con Monnie sonriendo porque por fin el chico se daría cuenta de lo peligroso que podía ser ese libro, Snape recorrió con la mirada a Harry contrayendo sus ojos negros.
—Es gracioso, nunca tuve la impresión de haberle podido enseñar algo al señor Potter.
—Bueno, entonces es una habilidad natural. Ambos son muy habilidosos. Debiste haber visto lo que hicieron, primera lección, poción de los Muertos Vivientes. Nunca tuve a unos estudiantes que produjeran algo mejor al primer intento, creo que ni siquiera tu, Severus...
—¿De verdad?—dijo Snape tranquilamente, sus ojos aún penetraban a Harry, quien sintió cierta inquietud, lo último que quería era que Snape empezara a investigar la fuente de su recién descubierta capacidad para hacer pociones.
—Recuérdame que otras asignaturas estás tomando, Monique.
—Encantamientos, Pociones, Cuidado de Criaturas Mágicas y Herbología...
—¿Estás deseando trabajar en el ministerio?
—No, señor. Quiero ser medimaga—los ojo de todos se pusieron en ella y, sobre todo los de Snape, la miraron brillantes
—Excelente...
—Gracias.
—¡Excelente, excelente! Seguro que lo lograrás, ¿Tú, Harry?
—Defensa Contra Las Artes Oscuras, Encantamientos, Transfiguraciones, Herbologia...
—En resumen, todas las asignaturas que se requieren para un Auror—dijo Snape con una mirada despectiva
—Sí, bueno, es lo que me gustaría ser—dijo Harry desafiante
Realmente también a la chica le parecía una tontería muy arriesgada esa profesión.
—¡Y serás uno muy bueno!—bramó Slughorn—háblenme de ustedes, he escuchado mucho de ambos
—¿A que se refiere?
—¿Están saliendo, no? Me recuerdan a los padre de Harry. Creó que la historia se repite—sonrió y entonces Snape dejó salir una mueca para luego retirarse
—¿La historia se repite?—preguntó con confusión Monnie
—Mi mamá se llamaba Lily Evans—la chica alzó las cejas, impresionada—y era pelirroja
—Oh, entonces todos los Potter son iguales—agregó después de que el profesor se fuera unos segundos—¿No te gustaría romper esa tradición?
—En realidad estoy bien así—sonrió—creó que las pelirrojas Evans son realmente lo de los Potter
A Harry se le salió la mitad de su hidromiel por la nariz cuando comenzó a reírse, Monique había hecho una mueca muy graciosa.
