Admes 👑
Desde hace unas semanas una pelinegra, -con hermosos ojos azules y una piel blanquecina, tan suave y delicada- me he fastidiado la vida, si es que así se lo podría decir.
Esta mujer se ha impregnado en mis deseos, en mí placer, desde el momento en el que la toqué, la bese y la probé, mi mente ha seguido fantaseando con ella, he soñado con Emma, con sus caricias, sus labios, con toda ella.
He considerado que estoy enloqueciendo, nunca he deseado a una mujer de esta manera, quiero tenerla, pero esta vez no solo la quiero tocar exteriormente... no... esta vez la quiero hacer mía, la quiero poseer. Quiero que grite mi nombre, estar dentro de ella, sentirla y sobre todo quiero que sepa que yo soy el único que puede tener el control en este mundo, su mundo.
Tras un pequeño percance hace dos semanas en las afueras del reino con una familia de polacos, que recuerdo claramente, no puedo expresar lo que realmente sentí al ver a Emma siendo golpeada por esos tipos, me sentí extraño, fuera del lugar, lo recuerdo... el momento en el que la mano de ese tipo se impactó contra el delicado rostro de mi princesa, sentí que mi sangre hervía, sentí deseos de matar – bueno eso es algo muy común en mí – pero matar de una forma vil y despiadada.
Más no pude hacerlo, todavía no entiendo por qué no los maté a mi modo, un modo cruel, mi manera... el mutila miento para aquel hombre que se atrevió a tocarla, pero... no pude, no lo entiendo... durante estas semanas he pasado pensándolo, y mi mente se niega a darme una respuesta, una voz en mi interior me dice que no los mutilé por la presencia de Emma, dado que ella es delicada, y no está acostumbrada a semejantes actos, pero... esa es mi molestia durante estas semanas.
¿Por qué me importó la opinión de una princesa caprichosa como ella?
¿Por qué sentí que al matarlos de una forma cruel, Emma me odiaría o quizá me temería?
¿Porque tuve un poco de miedo?
Estoy loco, completamente loco, creo que es una especie de shock al ver que por fin tengo a mi enemiga en mi poder, o no lo sé....
Recuperarnos de las lecciones que sufrimos aquel día, fue muy duro, más para mí que para Emma – algo poco usual en mí, ya que soy lo suficientemente fuerte como para que me afecte una simple apuñalada - ya que ella intentó curarme, más no le dejé tocarme, me negué, pero la muy hija de... su madre, me prosiguió por todo el castillo y sin rendirse me curó, algo que a mí no me pareció emocionante, al contrario, sentí ira y odio cuando me tocó y me curó.
Después de eso Emma y yo no volvimos a dirigirnos la palabra, y el tiempo pasó volando, en dos semanas he arreglado algunos asuntos del reino y he saldado cuestas pendientes con ladrones, matándolos de un forma que en lo personal disfrute mucho, durante esas semanas he pasado más tiempo con Victoria – cabe recalcar que fue únicamente con fines sexuales, más no por sentimientos involucrados – ella me ha sacado unas sonrisas muy duras de obtener en mí, debía admitir que a Victoria siempre la he considerado como una amiga para mí, a veces es un poco molestosa , pero es mi amiga.
Aunque ella tenga sentimientos hacia mí que jamás se los podré corresponder, siempre que hablamos de ello terminamos discutiendo, ella no lo entiende, yo no puedo amarla, ni a ella, ni a nadie, por el simple hecho de mis acciones, un hombre tan corrompido como yo no puede sentir amor, ni que lo correspondan, porque... un hombre que disfruta la muerte de tanta gente como yo, no se merece ser feliz, solo se merece la soledad y la frialdad de la vida.
El amor no está incluido en mis planes, y nunca lo estará.
Durante las semanas pasadas no he podido llevar a cabo mi plan con la princesa caprichosa, solo nos hemos evitado, y he tratado de llegar a la conclusión que este plan fallará, pero Victoria se niega a que lo deje.
Y pues... pienso usar a la princesita
Lo disfrutaré y ella también lo hará, mi mente ha divagado mucho y se ha preguntado si ella conservará su pureza, y eso se lo pienso preguntar hoy.
Soy directo, siempre directo al grano... como el príncipe que soy... sin rodeos
- Para que me llamaste Pañales – interrumpe mis pensamientos la mujer que me hace creer en la venganza, a la cual destruiré muy pronto, ignorando su apodo hacia mí, me levanto del escritorio, lo rodeo y me dirijo hacia ella, que se encuentra parada en el umbral de la puerta.
- Siéntate – le ordeno guiándola al sofá del estudio, ella me mira con recelo, pero lo hace. – y dime motas – digo sonriendo al notar sus nerviosismos, su apodo le queda tan bien – ¿eres virgen aún?
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Perenme +18
RomanceLa vida y la muerte dos polos opuestos que se odian, la vida ama, es delicada, la vida quiere sencillez, la muerte una maldita destrucción, capaz de hacerte pecar, dispuesto a llevarte al infierno y hacer cosas malignas contigo, la muerte te engaña...