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Para la joven de cabellos oscuros había pasado un tiempo desde aquella noche en la que nombro su poder. Actualmente tenía 17 años, y se encontraba caminando sin algún rumbo, durante todo el tiempo en el que vivió sola hacía diferentes misiones para conseguir dinero, "dinero" eso era en lo que pensaba, que necesitaba más dinero pero aun ni siquiera sabía para qué, apretó la flauta negra que había hecho con su poder y luego la guardo, era un tesoro para ella.

Se encontraba mirando el cielo un tanto vacía esperando que algo cambiase para ella y eso fue lo que sucedió, una chica de cabellos rojizos corría en su dirección escapando de algo. Se quedó mirándola hasta que esta llegó a su lado, tomó su mano y salió disparada. No tubo más opción que intentar seguirla, cuando volteo a ver de lo que estaba huyendo pensó que era algún tipo de broma, ¿Esta corriendo para alejarse de estos perros? Se detuvo haciendo que la contraria tiene se detuviera, rápidamente le lanzó una mirada a los animales que venían en su dirección y estos se alejaron.

—¿Oye, que crees que... –antes de que pudiera terminar su pregunta fue interrumpida–

—¡Acabas de alejar a esas bestias! –grito la chica emocionada mientras la miraba con algún brillo en sus ojos– ¡Eso fue realmente genial!

—¿De que estas hablando? –preguntó la chica arrugado la nariz mientras le miraba como si fuese algún tipo de bicho raro– No es genial alejar algo que podría ser tu amigo...

—¿Ah? ¿Por que querría ser un amiga de un animal como ese? –dijo esta levantando la ceja– Los perros son cosas del demonio.

La miró desafiante y esta respondió con la misma mirada, ambas se veían una a la otra como como gatas esperando atacarse para defender lo que decían, pero antes de que pudiera decir algo más la chica hizo una reverencia mientras negaba con su cabeza.

—Lo lamento, los modales que acabo de mostrar no son los que me representan, me disculpo por todo este asunto, también lamento haberla arrastrado hasta aquí. Si gusta, ¿Puedo invitarla a comer algo?

Realmente sorprendida por el repentino cambio de la contraría asintió con su cabeza y fue llevada nuevamente a rastras, miraba a la chica algo extrañada ¿Por que no se ha alejado de mí? No, cuando ella descubra mis poderes seguro se alejara, incluso cuando ella descubra mi ojo extraño decidirá marcharse, su cabeza daba vueltas esperando algún resultado. Cuando volvió a levantar la cabeza se encontraban en algún tipo de lugar en el que servían comida, nunca había pasado por aquí.

—Puedes pedir lo que quieras, tienen de todo –dijo la muchacha en un tono amable y con una sonrisa fingida–

—Oye... ¿Acaso te golpearon la cabeza de pequeña?

—De hecho si, muchas veces ¡Cierto! Me llamo Liz, mucho gusto. –Dijo y le extendió la mano–

—Shun... –respondió con desconfianza mientras la examinaba–

—Ahora que nos conocemos, ¿Por que dices que los perros pueden ser amigos de los humanos? –preguntó esta, mientras le miraba con total naturalidad–

—Pues... porqué –la pregunta le había tomado por sorpresa– Supongo que porqué a las personas no le gusta estar sola y los perros hacen compañía.

—¿Acaso esas bestias pueden ser acompañantes? Nunca he visto a un perro amable, todos intentan morderme cada vez que me les acerco.

"Todos se alejan de mí" pensó la joven, para cuando volvió a dirigir la mirada en lo que ahora parecía ser su acompañante se dio cuenta de que estaba leyendo algo, "La Port Mafia atacó ese lugar y ahora esa joven piensa vivir allí, ¿debe de estar loca?" Escuchó a lo lejos y dirigió una rápida mirada encontradose con una mujer de aspecto demacrado, de hecho todos en este lugar lucían de esa manera, esto la hizo sentir cohibida.

Libertad / BSD / En renovación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora