❦-Capítulo 7-☼

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-Defensa Contra Las Artes Oscuras-

❦-Defensa Contra Las Artes Oscuras-☼

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Narra Harleigh

En la mañana cuando me desperté (tarde como casi siempre) no podía encontrar mi libro de Transformaciones. Así que prácticamente tuve que sacar todo lo que había guardado la noche anterior cuando estaba medio dormida. Y Hermione tampoco fue de mucha ayuda.

—Si me hubieras dejado ayudarte anoche, tal vez podría decirte fácilmente donde guardaste ese libro —dijo sentada en su cama, mientras leía uno de los libros de Lockhart, Viajes con los Vampiros, esperando a que yo estuviera lista para bajar a desayunar.

Media hora después, no encontré el libro de Transformaciones, pero si encontré otro libro. De hecho lo encontró Bianca, pero en fin. Era el libro que me dio aquella misteriosa mujer el año pasado en Flourish y Blotts. Aquella vez no le presté mucha atención al libro, no recuerdo ni siquiera haberlo abierto. Y en verdad debí haberlo hecho, estaba lleno de hechizos. Unos hechizos que a primera vista no se veían tan inofensivos. Todo estaba escrito a mano, una caligrafía muy particular. Era impecable.

—¿Ya tienes el libro? —dijo Hermione cerrando su libro y levantándose de su cama—. Tengo hambre, y Harry y Ron ya deben estar allá.

—¿Ah? O-oh si, si. Vamos. —Antes de salir, volví a dejar el libro sobre mi mesa de noche sin que Hermione me viera.

Cuando bajamos a la sala común me sorprendí al ver a Harry y a Ron sentados, esperándonos.

—¡Al fin! —exclamó Ron—. Me estoy muriendo de hambre y Harry no me dejaba ir a comer hasta que ustedes llegaran.

—Fue culpa de Harleigh —dijo Hermione enseguida—. Se levantó tarde y luego no encontraba un libro.

—No me sorprende.

Los cuatro bajamos rápido al Gran Comedor a desayunar. En el camino vi a dos cabelleras pelirrojas "sigilosamente" arrastrando cajas hacia las mazmorras. Ni siquiera tenía que preguntar. Claramente, los gemelos ya estaban planeando bromas para los Slytherins de primer año.

Cuando entramos al comedor, enseguida nos sentamos a comer. Ya no había mucha gente, la mayoría había terminado de comer. Todo estaba... pacífico. Y eso era sospechoso.

Mi vida no es pacífica, tampoco lo es la de mis amigos. Así que dejé de comer, esperando a que algo malo pasara.

—¿Qué pa-

Empezó Harry, pero lo interrumpí enseguida.

—Shhh... Estoy esperando la chispa del caos que está por ocurrir.

Y así fue. Aunque no era exactamente lo que esperaba (la verdad no se que esperaba). Un montón de lechuzas entraron al comedor, y una de esas era Errol, la lechuza de los Weasleys. Y a juzgar por lo que pasó ayer, dudo que la carta roja que Errol traía en el pico fuera algo bueno.

La Noble Familia Potter: Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora