Tavakzi, caminaba por la fría aldea sola, tras haber dejado todas sus pertenencias en su almacén, esperando ansiosa por volver a ver a su vieja amiga y decidió detenerse en el mercado, varias manzanas y cargo con ellas hasta su hogar.
Sentía sus manos entumecidas por el frío y ver su aliento a la vez que sus pies se enterraban en la nieve.
Y una vez llegó, ella dio tres golpes a la puerta y espero, logró escuchar varios pasos hasta que finalmente alguien le abrió.
Una chica de cabello negro como el azabache y ojos verdes como una esmeralda con un vestido azul y un delantal blanco.
–cuanto tiempo, Kivirá
Kivirá salto a abrazarla apenas le vio, haciendo que Tavakzi dejara caer las manzanas.
–veo que me extrañaste.
Kivirá le soltó poco después y le ayudó a recoger las manzanas.
–lo siento
–no pasa nada
Tavakzi se sintió aliviada al escuchar eso, pero al ver la mirada de Kivirá de inmediato notó su preocupación, como si estuviera escondiendo algo y recogió el resto de las manzanas para después entrar a la casa y sentarse cerca de la chimenea para entrar en calor.
–Kivirá, ¿segura que no quieres ir conmigo?
–me gustaría, pero siento que sería un estorbo para ti.
–no te preocupes por eso, ¿algún lugar al que quieras ir?
–siempre he querido ir a Markrava, escuche que tienen un hermoso oasis cerca.
–no suena mal –contestó Tavakzi– pero necesitaremos provisionarnos para pasar por el desierto.
–el calor va a ser un problema.
–y el frío también –contestó Tavakzi ligeramente desanimada–
Las dos se quedaron pensando por unos instantes, hasta llegar a una conclusión, así que Tavakzi sacó su mapa y lo extendió en el suelo para empezar a marcar una ruta.
–puedo conseguir unos talismanes en la capital, eso podría ayudar con el frío y el calor –dijo ella– ahí también podría conseguir tu equipo y las provisiones para unos días.
–hay algunas aldeas en el camino
–podemos conseguir alojamiento en ellas y algunos trabajos pequeños también.
–entonces ¿podemos hacerlo? –preguntó Kivirá–
–sin duda, pero sería mejor empezar apenas la nieve se derrita aquí.
Las dos estaban emociadas por empezar su viaje, pero hasta que llegase el momento, lo único que podrían hacer es esperar
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Sinceramente, solo quiero una escusa para que aparezca más
