11. Profesores de Historia

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           ¿Os habéis dado cuenta que rara vez se cumplen los estereotipos de profesores que nos meten en la cabeza en cine/televisión y demás? La asignatura más utilizada al hablar de institutos es la de Historia y tú, tras tragarte todo eso, vas a clase esperando un Indiana Jones, (atractivo, aventurero, interesante), o un viejecito estilo al de la película UP, pero llegas a la realidad, en nuestro caso al Hill Valley Hight School y lo que te encuentras es un señor mayor mezcla de Gandalf y Cocodrilo Dundee (no sé si recordareis ese australiano caza cocodrilos de unas películas antiquísimas).

        El Sr. Carter era ese raro espécimen. Claramente se le podía reconocer por los pasillos por su pelo largo y barba, ambos de un blanco casi plata. Pantalones y chalecos verde militares con mil bolsillos, su gorro estilo fedora (lo único en común con Indiana Jones) y chanclas… Todo un personaje de edad indeterminada, que bien parecía haber vivido en primera persona toda la "historia" que te contaba. Este "personaje" lo mismo te estaba hablando de la revolución francesa, que de un sueño que había tenido. Exámenes fáciles, pero aprender lo que se dice aprender, con él muy poco.

        Al entrar en clase de Historia, ese día, Helena y Clau se sentaron juntas como siempre y Tyler buscó la manera de estar cerca de Clau.

        — ¿Tienes pensado ya que partes del pueblo vas a enseñarme? —le dijo Tyler a Clau volviéndose desde el asiento de delante.

        Ésta se puso roja y negó con la cabeza.

        —Bueno pues ya improvisaremos. ¿Te parece bien el sábado por la tarde? —Siguió Tyler con una sonrisa. —Si te sigue apeteciendo claro.

        Clau asintió con la cabeza, el color rojo se le empezó a extender hasta las orejas.

        —Claro que le apetece. El sábado a las cinco es buena hora. Por aquí no hay mucho que ver, pero cine y pizza siempre es una buena opción. —Helena acudió al rescate. Tyler la miró sorprendido por la intervención.

        —Eso, cine y pizza —logró balbucear Clau.

        —Bien pues cine y pizza será, sábado a las cinco —le contestó Tyler, sonrió y se volvió hacia delante, el Sr. Carter había llegado y se disponía a empezar la clase.

        —Oficialmente ya podemos decir que eso es una cita —les contesté cuando terminaron de contarme el momento con todo detalle.

        Íbamos en el coche de vuelta, tras terminar otro largo día de instituto.

        — ¿Podéis dejarlo ya? ¡Me estáis poniendo más nerviosa! —Clau se tapó la cara con las manos como si al no vernos, ella pudiera volverse invisible.

        Me eché a reír, echaba de menos esa sensación, esos nervios que se te cogían en el estómago cuando te gusta alguien y ese alguien parece dar muestras de lo mismo.

        —Por cierto tita, en el almuerzo nos hemos enterado de un cotilleo jugoso. —Miré de reojo a Helena que tenía la cara de un periodista de corazón apunto de revelar la primicia del año.

        —Se rumorea que Amell tiene algo con la profesora de literatura, con todo lo que preguntaste ayer por él, pensé que querrías saberlo.

        Bravo, para alguien interesante que había en el instituto (probablemente en todo el pueblo) tenía que estar cogido. Mi amigo Murphy haciendo aparición de nuevo.

        Marie Anderson, la profesora de literatura. Por lo que había oído llegó al pueblo hacía un par de años para sustituir al fósil que me dio clase a mí. Me quedé pensando en ella, era guapa, de ojos oscuros, morena, bastante más alta que yo, estilizada…tendría más o menos la misma edad que Amell, treinta y pocos… aunque tampoco es que fuera nada del otro mundo. Era una de las profesoras a las que había escuchado hablar de Amell. Ahora ya entendía el por qué. Ya podía ir olvidándome de él, aunque mirarlo en los entrenamientos de soccer podría ser mi pasatiempo favorito, eso era independiente a que tuviera algo o no.

Los cuentos de hadas no existen ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora