Capítulo 8

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Día 1, noche

—¡No! —Alec ordena y se regaña por dentro cuando ve a su omega levantarse del suelo de un salto, temblando como una hoja. El alfa toma un respiro para calmarse y continúa con mesura—. Perdona. Nunca más tendrás que dormir en el suelo, ¿de acuerdo?

Magnus todavía no lo mira. Alec desearía poder olerlo, o por lo menos sentirlo a través del vínculo. Tiene que averiguar cómo se hace. Jace había dicho que eso vino solo, por lo que Alec entonces probablemente sea un pésimo alfa.

Todo sería más fácil si pudiera oler el estado de ánimo de Magnus. Sabe que podría ordenarle que deje de ocultar su aroma, pero le preocupa asustar al otro hombre. El omega debe haber tenido muy poco poder de decisión en el pasado. Se merece toda la privacidad que Alec pueda ofrecerle, dadas las circunstancias.

—Yo duermo del lado derecho de la cama y tú del lado izquierdo, ¿vale?

Magnus asiente. Se mete bajo las mantas sin saber muy bien cómo acostarse. El colchón es muy cómodo, pero su alfa está muy cerca y huele muy bien. Le recuerda su época como scout. Se lo había pasado muy bien con los otros niños y niñas en el bosque, lejos de las fachadas de concreto y vidrio de Nueva York. Eso había sido antes de que le dieran la beca, porque con ella ya no le quedaba tiempo entre el colegio y las clases de baile.

Por medio segundo, se pregunta si su alfa le permitiría bailar de nuevo. Pero eso sería una tontería. Las clases de baile cuestan dinero y los centros exclusivos para omegas son raros. Ningún alfa que se precie gastaría dinero en esto o le permitiría a su omega estar con betas u otros alfas.

Alec se pone cómodo y coge un libro de la mesita de noche. Mira hacia un lado y ve que el omega está petrificado, mirando al techo.

—¿Quieres algo para leer? ¿O algo de música, audiolibros? —le pregunta. El otro hombre frunce el ceño—. ¿U otra cosa? Siempre necesito relajarme antes de dormir, y te levantaste hace solo dos horas. Puedes mirar televisión si quieres. ¿O usar Internet?

A pesar de todas las opciones, no recibió otra reacción además de una mirada de preocupación.

Alec se pasa una mano por la cara. Respira hondo a propósito y vuelve a dejar el libro en la mesita de noche. Se gira hacia un lado, mirando el perfil perfectamente adiestrado de Magnus.

—Tendrás que hablar conmigo si queremos que esto funcione, Magnus. —Las palabras salen como una súplica—. ¿Podrías mirarme?

Le toma bastante tiempo, pero Magnus se da vuelta y lo mira a los ojos con vacilación. "Paso a paso."

—Ahora eres mi pareja. Todo lo que necesites y que yo pueda pagar, es tuyo. Solo tienes que pedirlo.

Magnus traga saliva y se queda en silencio. Alec no puede evitar pasar sus dedos por el cabello de su pareja y su muñeca roza la mejilla del omega. Esta vez no se aparte y cierra los ojos como si saboreara el contacto. La imagen hace que el corazón de Alec duela de anhelo y tristeza.

Cuando retira la mano, puede ver las mismas emociones reflejadas en los ojos de Magnus.

—¿Podría...? —el omega se apaga con un suspiro.

—¿Qué? —Alec pregunta suavemente. Puede ver que el omega planta barreras una vez más.

Magnus se aclara la garganta y pregunta:

—¿Cuándo se levanta, alfa? —Alec frunce el ceño. Él sabe que eso no es lo que su pareja quería preguntar, pero ¿tendría sentido indagar, o eso simplemente lo haría retroceder aún más?

—Me levanto a las 6:30. Soy madrugador.

Magnus asiente. Es muy temprano. Valentine solía dormir hasta tarde, por lo general hasta el mediodía. Se muerde el labio. ¿Y si no tiene el desayuno listo? Ni siquiera ha verificado las provisiones del alfa todavía.

—¿Puedo levantarme de nuevo? No me alejaré, lo prometo. Puede mantener mi collar bajo llave. Nunca me atrevería a salir sin él. O podría cerrar la puerta de entrada si no confía en mí. No le traeré problemas. ¡Se lo prometo! Soy un buen omega. —Expone su cuello y clava la vista en las sábanas. Deja de demostrar sumisión cuando siente la mano de Alec en su brazo.

—Por supuesto que puedes levantarte, Magnus. Confío en ti. Sé que eres un buen omega.

Magnus se enorgullece ante los elogios. Él sabe que no es posible que su alfa lo diga realmente en serio, pues aún no conoce bien a Magnus. Pero de todos modos se siente bien.

—Gracias, alfa. Es usted demasiado generoso —dice, se levanta y sale del dormitorio.

Alec se deja caer boca arriba y se pellizca el puente de la nariz. Debería invitar a Clary y Jace. Quizás entonces, su pareja verá cómo desea que sea su relación algún día. Oye ruidos distantes desde la cocina. Tal vez su omega se esté sirviendo más comida. Por lo menos eso es lo que él espera.

Magnus es delgado, pero está demasiado delgado. Alec no quiere imaginar cómo se veía antes de que lo trataran en el hospital. Seguramente lo alimentaron bien allí. Conoce la clínica de cuando la había visitado la vez que Clary dio a luz a sus gemelos allí.

Alec sonríe. ¿Quién sabe? Quizás en un año tendrá su propia pequeña familia. Solo si Magnus quiere pasar sus celos con él, por supuesto. Tendrán que hablar de ello. La lista de temas importantes crece cada vez más. Quizás debería dormir un poco. Este había sido solo el primer día y quedan muchos más por venir.

***

Su alfa realmente no es un muy buen cocinero. Los pocos ingredientes que Magnus encuentra en los armarios de la cocina y la despensa no sirven para hacer comida de verdad, pues la mayoría son conservas y platos precocinados para el horno.

Hay cereales, leche y granos de café, que probablemente sean lo habitual para el desayuno de su alfa. Pero eso no servirá. Ahora tiene un omega.

Magnus encuentra un delantal de cocina que dice "el mejor cuñado". Parece estar sin usar. Probablemente haya sido un regalo de broma. Pero, ¿una omega se atrevería a darle algo así? O tal vez hay otra persona, alfa o beta, que sea la pareja de otro hermano o hermana de su alfa, y entonces no había problema con que se atreviera a quedarse un poco con él.

Magnus se pregunta si puede usarlo, pero su ropa está en el dormitorio principal y no quiere manchar su pijama nuevo. Es tan suave.

Se ata el delantal a la espalda y saca los ingredientes para la preparación de tortitas que freirá por la mañana. Incluso si se levanta cuando lo haga su alfa, el desayuno debería estar listo y todavía caliente cuando su pareja saliera del baño.

La mayoría de los alfas actúan como si no les gustaran los dulces. "Eso es muy de omega," solía decir su padre, pero Magnus había visto a su alfa comiendo galletas con chips de chocolate. Debe acordarse de comprar los ingredientes cuando su alfa lo lleve de compras mañana.

Cuando Magnus vuelve a meterse en la cama junto a su alfa, que está roncando, intenta no quedarse dormido. Hasta ahora durmió dos noches sin tener pesadillas. ¿Cuáles son las probabilidades de que no le pase esta vez?

¿Pero quién sabe? Su alfa lo había marcado antes con su aroma. Probablemente sin querer. Pero Magnus todavía puede sentirlo en su mejilla. Tal vez eso mantendrá a raya las pesadillas.

 Tal vez eso mantendrá a raya las pesadillas

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Nuevo cap, espero poder subir uno todos los días.
Si un día no hay, al siguiente habrá dos , y si tampoco puedo ese día, al siguiente habrá tres. <3

Besitos de Hipogrifo, Airu.

Mine To Hold [Malec] [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora