Cuatro

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Ahora mismo se está celebrando el entierro de los Talabis. Blake está mejor que hace cinco días, si, hace cinco días los señores Talabis se contagiaron y murieron. Hay una cosa que nunca expliqué, cuando hay alguien contagiado se les tiene que clavar un cuchillo en el corazón, o en el cerebro. Bueno, aquí hay una cosa, a las personas que son menores de 30 se les tiene que clavar en el cerebro, porque son más fuertes. Pero si son mayores de 30 se les tienen que clavar el cuchillo en el cerebro porque tienen menos fuerzas.

- Te sientes bien? - le pregunté a Blake

- Sabiendo que estarán en lugar mejor, pues si... - dijo con tristeza

Blake vestía un traje negro, corbata gris, tenía el pelo despeinado pero no tanto, lleva unas zapatillas muy formales que le hace ver un hombre de negocio.

- Tus padres deber de estar orgullosos - entrelacé su mano con la mia

- Por qué? No he echo nada productivo...

- Sobrevivir, ayudar a las personas - le dije

- Gracias, Anne - me dijo él mirándome

- Ven, vamos a comer algo, y ahora venimos para despedirte de tus padres, si quieres...

- Vale - nos dimos la vuelta y nos fuimos a la cafetería.

- Hola Steve, quiero una ensalada con mucho vinagre y también unos macarrones con huevo duro. Y tu Blake? - le pregunté

- Quiero un sándwich de jamón y queso y también una ensaladas, y solo echa aceite y sal. - cogimos las bandejas y fuimos a un asiento para comer.

- Eres muy valiente. Te prometo que un día de estos nos escaparemos, nos iremos a un lugar mejor y podremos divertirnos...

- No te gusta estar aquí? - me preguntó Blake

- Aquí ocultan cosas, y no me gustaría que volviera a pasar. Y menos contigo - le dije

Comimos y cuando terminamos fuimos al cementerio que ahí estaban las tumbas de los padre de Blake, por fin enterrados. Blake estaba rezando, yo mientras veía el alrededor. Había otra familia que estaba rezando a una tumba, creo que es algún familiar, mi mirada fue a una anciana, la mayor de la familia, estaba como petrificada, tenía ojeras, ojos como si estuviera viendo un fantasma y estaban rojos.

- Blake, es mejor que nos vayamos - le avisé mientras que veía a esa anciana

- Por qué? - me miró confundido

- Hay... - me interrumpieron

Un gritó de miedo me interrumpió, una señora estaba gritando, tenía a la anciana con un palo que tenía la punta muy fina para matarte, estaba ladeando la cabeza y hacia ruidos muy raros.

- ALEJAROS!!! - gritó un militar.

El militar me empujó y caí al suelo. La anciana que ahora estaba contagiada clavó el palo en la señora esa, luego miró al militar y saltó encima de él, e hizo lo mismo. Antes de que nos biera la anciena esa cogí a Blake de la mano y lo lleve a casa. Cerré puertas, ventanas y huecos para que no entrara esa anciana, luego baje persianas haciendo que estuviéramos a oscuras. Cogí varias velas y las puse en cada habitación.

- No podemos estar tranquilos por una vez? - pregunté mientras que me quitaba los zapatos desesperadamente.

La alarma empezó a sonar y uno de los militares empezó hablar.

- Manténganse a salvo, doce militares fueron contagiados, y no podemos matarlos, están protegidos con la vestimenta de militar, manténganse en sus casa. No salgáis, recordara si necesitas un tipo de ayuda no olvidéis usar el walkie Tolkie-

Mi mirada se dirigió al walkie tolkie que tenía en la mesa y intenté contactar con mi amigas que ella estaban viviendo con la hermana de Blake.

- Qué haces? - me preguntó Blake

- Intentando contactar con mis amigas y tú hermana.

Estaba intentando contactar con las chicas hasta que escuché una voz, no del walkie tolkie, sino de afuera. Los contagiados hacían ruidos como de zombies y no paraban de tocar por todas partes con sus uñas haciendo un ruido extraño.

- Ven - lleve a Blake a la habitación - aquí estaremos a salvo, y comida no faltará, tengo el desván lleno de comida. - me miró raro - por la madrugada robaba comida...

- Es mejor dormir... - me dijo.

Nos tumbamos en la cama. Habían pasado treinta minutos desde que intente dormir pero nada...

- Sigues despierto?

- Si... No puedo dormir

- Ni yo - me giré quedando cara a cara - sabes, tienes los ojos de tú madre y la misma cara de tú padre - le dije

- Gracias. - me sonrió.

- Alguna vez alguien te dijo que eres un Dios griego? - dije burlona

- Tu hora mismo - me dijo riendo.

Nos miramos el uno al otro, sentí una mano que empezó a subir por mi pierna hasta mi muslo, fue subiendo el vestido que llevaba para dormir, luego paró de subir el vestido y subió su mano por mi cintura por encima del vestido. Nos miramos, entrelacé su mano con la mia y él empezó ha acercarse, puso sus labios sobre los mios, al principio fue un pico, pero luego me besó de nuevo y empezó a mover los labios. Tomó de mi muslo he hizo que subiera encima de él. Él estaba tumbado y yo estamos sentada encima de él, cada pierna en cada lado suyo. Tomó de mi cuello y me besó, y esta vez metió la lengua dentro de mi. Pasó su manos por mi pierna derecha y fue subiendo hasta mi cadera, haciendo que me siente bien encima de él, porque no estaba sentada muy bien (osea ni se había sentado encima de él, no se si me explico) tomó de mi cintura y de golpe me sentó encima de él haciendo que Blake suelte un gemido.

- Bla...Blake... - dije - para...

- No te gusta? - paró de besarme y me puse bien.

Ósea me puse recta, pero seguía encima de Blake.

- No es que... No me gustaría hacer tú ya sabes que en medio de esto... - dijo nerviosa

- Ok, tranquila, no pasa nada - cerró nos ojos haciendo que estaba dormido

- Y una cosa... Tampoco quiero hacer eso porque... No somos nada, recién los conocemos... - dije incómoda

- Pues si recién nos conocemos puedes quitarte de encima mío, y no seguir el beso la próxima vez - ahí sí que me ofendí.

Moví mi cadera tipo embestida e hice que gimiera.

- No me castigues, vale? - tomó mis caderas.

- no entiendo... - dije

- Qué no entiendes? - me miró

- Al principio cuando te conocí eras un chico pequeño e inocente, y adorable a la vez y ahora eres... Rudo y pervertido... Que ha pasado?

- No sé, solía ser así, cuando llegué aquí dije que quería ser otra persona, pero ahora quiero seguir siendo el mismo - acercó su cara a la mía - y encima con mi chica - me besó.

- No soy tú chica, no somos nada. Venga a dormir - me tumbé.

Sentí que Blake se tumbó a mi lado y puso su brazo en mi cintura.
Y nos dormimos



Ha dado un vuelco la historia eee

YOU ® || Blake Talabis ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora