—¡No! ¡Y eso no es lo peor!
—Pero Dipper y Mabel están a punto de detener a Stan, ¿No?
Luz y Amity estaban sentadas bajo el árbol que había crecido después de que ellas derrotaran a Grometheus. Las hojas rosadas caían lentamente mientras Amity bebía el jugo de manzana y escuchaba a Luz hablar sobre el show humano que a ella le encantaba. Aunque no entendía la mitad de las palabras que salían de su boca, Amity se sentía feliz por el simple hecho de escuchar a Luz ser tan feliz.
—¡Si! Bueno, casi. Mabel mira a Stan y le dice: Tío Stan, creo en ti. Y se suelta y no presiona el botón de apagado.
—Oh, no.
—Entonces, todo se pone en blanco y cuando vemos, hay una figura misteriosa en frente del portal.
—¿Qué?
—¡Sí! Y entonces Dipper pregunta: ¿Quién es ese? Y, ¿Lista para la revelación más genial de la historia?
—Luz, leí el quinto libro de Azura. No creo que haya algo más sorprendente que averiguar que la mentora de Azura era en realidad la madre perdida de Hecate.
—Esto es casi tan genial. Pero bueno, entonces Stan dice: Es el autor de los diarios...
—¿¡QUÉ?!
—Mi hermano.
Desde detrás de un arbusto cercano, los amigos de Luz y Amity se cubrieron las orejas para protegerse de los gritos de sorpresa y de emoción de las chicas. Gus y Willow fueron los más rápidos, y nada más Luz terminó de hablar, pusieron sus dedos en sus oídos. Edric, Lilith, King y Eda no fueron tan afortunados y tuvieron que reprimir un grito de dolor para que no los descubrieran.
—¡No me puedes dejar así! ¿Qué sigue después? —Amity exigió a la humana, mirándola fijamente y con curiosidad en sus ojos.
—Titán... ¿Qué le dan de comer a tu hermana? Tiene los pulmones más fuertes que he escuchado. —Eda se quejó una vez que las chicas se calmaron y volvieron a hablar en un volumen más normal.
—Obviamente no las ha escuchado discutir sobre Azura y Hecate. —Willow se estremeció al recordar las discusiones acaloradas que sus amigas tenían cada receso.
—O sobre porque el Hecazura será canon en el sexto libro. —La mirada de Gus se perdió en el vacío, su mente intentaba ignorar los recuerdos de las discusiones entre Luz y Amity.
—No me recuerden ese maldito libro. —Lilith gimió de pena ajena al recordar a Luz recitándole pasajes de La Buena Bruja Azura a King y Hooty—. Son horribles. Y su representación del uso de la magia y las Brujas es tan arcaica.
—Al menos no soportaron a Manoplas en su etapa de Azurahead. —Edric mostró una fotografía de una Amity más joven junto a sus hermanos. Emira usaba una túnica roja y Edric vestía un traje de gato gigante.
—Nos obligaba a jugar con ella y nos amenazaba con acusarnos con nuestros padres si no fingíamos ser los personajes de ese libro.
—Al menos sabemos que están hechas la una para la otra—. King sacó su cabeza del hoyo donde la había escondido para protegerse del sonido—. Tienen los mismos gustos terribles en literatura.
Eda calló a todos. Ya habían pasado dos horas escondidos en un arbusto y ni Luz ni Amity los habían descubierto. Al principio, la Dama Búho pensó que ellas no tardarían mucho en confesarse, pero mientras los minutos pasaban, se hacía evidente que eso no iba a ocurrir pronto. Lo último que quería era que los descubrieran antes de saber quién ganaba la apuesta.
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Chocolate
RomanceAmity ha planeado la cita perfecta para confesarle sus sentimientos a Luz. Tiene flores, dulces, entradas para un musical de Azura... Incluso le preparó bombones de chocolate, algo que no existe en las Islas Hirvientes. Claro que ni ella ni Luz con...