Existe una leyenda que corre dentro de las murallas. Esa en donde se cuenta que podrás ver los colores el día en que conozcas a tu alma gemela.
Muchas personas no creen en esta leyenda, entre ellas claramente esta Levi Ackerman, el soldado más fuer...
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POV Armin
—Wow.—murmura Eren.
—Si, wow.—repite Jean.
—Esto no es una casa.—menciona Sasha.
—No, es una mansión.—le responde Connie.
—¿Están locos? esto es claramente un castillo.—los regaña Jean.
—Oh, veo que llegaron primero.—habla T/N bajando del otro carruaje.
—¿Cuándo nos ibas a decir que tenías un castillo como "casa"?—Ymir sonríe descaradamente.
—No es un castillo.—niega.
—¿Entonces por qué hay tantas torres?—insiste Connie.
—Es la residencia familiar.—le resta importancia.
—Hay que ir bajando el equipaje.—cambia de tema Reiner.
—¿Esa es Annie?—señala Krista.
No puede ser.
Días atrás
POV T/N
—¿De que buena noticia estás hablando?—cuestiono a Sasha.
—¡El comandante nos permitió viajar a Mitras!—brinca.
Esto realmente me parecía extraño, ¿Por que el comandante nos dejaría ir a un tonto baile? algo me dice que la voluntad de mi tío tiene que ver en esta decisión.
—Oh, no lo esperaba.—me limité a responder.
—¡Vamos! Tenemos que ir a contarles las noticias a los demás.—corrió directo al comedor.
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—¿Este es nuestro transporte?—Connie abre los ojos de par en par.
—Uhm, no pensé que mi madre hiciera esto.—me rasco la nuca incomoda.
Al parecer mi madre realmente se emocionó con la noticia de mi ida a Mitras. Justo enfrente de nosotros se encontraban tres bellos carruajes, cada uno destacando por la clásica elegancia que portaba mi familia. Me había informado que enviaría transporte para facilitarnos nuestro viaje, pero solo creí que serían un par de caballos.
—Veo que el general Káiser fue muy generoso.—el comandante se para a nuestro lado.
—¡Qué par de bellezas!—la capitana estudia de cerca las carrozas.
—¿Nos vamos?—llega el capitán con su típico semblante.
Me atraganto con mi propia saliva.
—Comandante... ¿el capitán nos acompañará?—cuestiono con los ojos bien abiertos.
—Creo que no se les fue informado debidamente.—me mira.—Levi los acompañara para vigilar de cerca a Jaeger mientras Hange y yo resolvemos unos asuntos en la capital.—explica.—Lo hable con el general y estuvo de acuerdo con que viajáramos con ustedes para velar por su seguridad.—finaliza.
—¡Elijo este!—Hange sube su equipaje al último vehículo.
—Se están tardando.—Ymir sube con Krista al primero.
Bertholdt se encoge de hombros y sube detrás de ellas junto a Reiner.
—¿Tu madre habrá mandado bocadillos?—asiento y Sasha sube en el segundo.
Connie rueda los ojos y trepa con ella. Eren lo sigue a la par de Armin y Mikasa.
—Jaeger, irás con nosotros.—ordena el comandante.
—¿Vienes con nosotros?—se dirige hacía mi Reiner.
—Viene con nosotros.—Jean me tomó del brazo.
—Káiser, arriba.—Levi ordena desde la entrada del último de estos.
—Los veo en un rato.—me despido de ambos y me apresuro a subir.
Levi cierra la puerta detrás de mí y se sienta justo al frente mío. Desvió la mirada para evitar momentos incómodos.
—¿Qué traes ahí?—Eren señala mi mochila.
—Planeaba leer un poco para distraerme.—asiente y se acomoda dispuesto a dormir.
—Erwin, ¿En dónde nos quedaremos? yo no estoy dispuesta a seguir conviviendo con esos corruptos de la militar.—se queja Hange quien se encuentra mirando por la ventana a su lado.
—El general Káiser nos permitió quedarnos en su residencia para mantener vigilado a Jaeger.— Eren hace una mueca en señal de molestia y rió ante esto.
—No lo tomes personal.—coloco mi mano sobre su hombro.
—Dime T/N.—la de lentes me mira expectante.—¿Qué te alentó a dejar tu lujosa vida en Mitras para unirte a nosotros, los repudiados por la humanidad?—cuestiona de golpe.
POV LEVI
La cuatro ojos y su imprudente curiosidad atacan de nuevo. Si, yo también quería saber la respuesta a su pregunta, pero ella se notaba considerablemente incómoda por dicha interrogación y no iba a permitir que pasará vergüenza por culpa de Hange.
—Cuatro ojos, siéntate bien en tu lugar.—Si, Hange estaba invadiendo el espacio personal de Erwin para poder mirar de frente a Káiser.—Y deja de incomodar a las personas con tu imprudencia.— la sigue mirando atenta.
—Levi tiene razón.—se digna a entrar en nuestra conversación Erwin.
—No se preocupen, no me molesta responder la pregunta.—nos regala una de sus famosas sonrisas.—Al principio lo hacía para seguir los ideales de mi padre y por supuesto, también deseaba escapar de mi familia; motivos egoístas realmente.—se ruboriza.—Pero pude ver más allá de eso, conocí a personas maravillosas quienes me abrieron los ojos.—Eren aprieta su mano.—Pude darme cuenta de todo lo que sucede fuera de Mitras y me fue imposible quedarme con los brazos cruzados.—traga saliva.—Logre ver más allá de mi privilegio, pude empatizar; después de todo, eso es lo que me hace humana.—
—No creo que seguir los ideales de tu padre sea algo egoísta.—destaca Erwin.
—Yo tampoco lo creo.—se sincera.—Solo era en la manera en la que lo veía, pensaba "Usaré los ideales de mi padre solo para rechazar todo lo que mi familia dicta para mi futuro", eso verdaderamente era egoísta.—
—Querías ir contra la corriente.—la analiza Hange.
—Algo así, supongo que cualquiera en mi lugar lo haría.—la miramos confusos.—Logre escapar de un matrimonio arreglado.—confiesa.
