Antes y después de tí.

3.5K 200 16
                                    

Hande:

1.

La realidad es que estar con Dilara en este momento no es la mejor idea que había podido tener, no después de una de mis tantas discusiones con Murat. A día de hoy, no entendía como mi mejor amiga seguía aguantando cada una de mis quejas sobre él, mucho menos entendía que yo pudiese continuar en una relación con alguien así.
Quizás es porque siento que le debo el siempre haber estado a mi lado en los momentos difíciles, tal vez tengo miedo de enfrentarme al mundo yo sola, es probable que simplemente me haya acostumbrado a que él sea parte de mi vida.

- Lo que más rabia me da de todo esto es que ambas sabemos que te mereces algo mucho mejor- murmura la mujer pelirroja que descansa la cabeza sobre mi estómago- No te entiendo, Hande, tú misma has reconocido que si algunas vez llegaste a sentir amor por él, desapareció por completo después de su primera traición... y aún así has seguido perdonándolo, dejándolo atormentarte día tras día con todas esas tonterías que salen por su boca.
- En el fondo... no es tan malo- suspiré con pesar, cerrando los ojos, sin creer en mis palabras-
- ¿No eras tú la que soñaba con un amor ideal? De esos que interpretas en tus novelas, de esos que calan el alma y te sacuden por dentro- Dilara siempre ha sido así de romántica, yo con el tiempo había aprendido que esa clase de amor solo puede ser imaginado-
- En el mundo real las cosas no funcionan así, la gente no está destinada a encontrarse, no está destinada a enamorarse y crear un cuento de hadas donde...- vuelvo a suspirar, notando el picazón en mis ojos-
- Dónde esa persona se convierte en la parte de tu vida que te hace feliz- sentencia Didi moviendo la cabeza en mi dirección, pero no abro los ojos, no ahora-
- No tengo fuerzas para llevar a cabo una ruptura con él en este momento, no estoy preparada para desprenderme de otra persona en mi vida...- mi voz se va apagando a medida que hablo-
- La diferencia es que si rompes con él, será para encontrar alguien mejor... ¡o estar sola pero feliz!- abro los ojos para verla sonreír-

Dilara siempre había insistido en que Murat no era el hombre adecuado, a decir verdad, cualquiera de mis amigos se habría mostrado reacio a establecer una relación íntima con él. Se podría decir que no habían encajado desde el principio, y aunque dolía, estaba bien para ambos. Eran cordiales entre sí, poco más.

- ¿Cómo es el hombre que no existe?- preguntó, y fruncí el ceño, sin entender- Ese hombre que dices que solo puede aparecer en la imaginación, ¿cómo es para ti?
- No sé... supongo que...- miro el techo de la habitación, pensando en la pregunta- Supongo que tiene que tener unos ideales bastante claros, saber lo que quiere en la vida... ser educado, respetuoso, que luche por lo que considere injusto...- sonrío al pensar que ese tipo de hombres escasean en este mundo- También que tenga un lado divertido, que me sorprenda con su rebeldía y me lleve la contraría para bien, no sé, que sea extrovertido.
- Todo lo contrario a ti, seguro que terminarías mandándolo a dormir al sofá en más de una ocasión- ríe Dilara-
- Puede que sí, pero seguramente iría después para unirme a él- río con ella- Como tú dices, que sea la parte de mi vida que me haga feliz, que si pienso en él lo primero que aparezca en mi rostro sea una sonrisa.
- Sí que eres exigente para estar actualmente con alguien que ni siquiera llega a tu altura- bromea ella con el doble sentido, así que golpeo su frente con suavidad, riendo-
- Supongo que todos sabemos que por mucho que intente alargar la situación, el desenlace es que voy a terminar sola con mis perros- Dilara alza un puño al aire, en señal de victoria-
- ¡Cualquier cosa es mejor que lo que tienes ahora!

Y tristemente así lo creía. Desde que había empezar a salir con Murat siempre había sido una montaña rusa de emociones, y puede que al principio tuviese sentimientos fuertes por él, pero esos desaparecieron tras la primera infidelidad y ruptura. Cuando regresé con él... supongo que no era yo misma, dudo que ahora sea yo misma, de ahí que siga aguantando sus burlas, sus bromas sin gracia, sus exigencias, sus ganas de exhibirnos ante la prensa...
Supongo que es mi castigo por haber decidido regresar a su lado, mi castigo por todas mis malas decisiones a lo largo de la vida.

HanKer One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora