La noche en que le dije a mi madre, luego de que volviera de su trabajo, que al terminar mis estudios en la preparatoria no iría a la Universidad, sino que asistiría como becada a la ABBA, la Academia de Baile de Buenos Aires, esta, no paro de reírse hasta que noto por fin que en realidad si estaba hablando enserio. En ese momento su rostro se transfiguro y adopto una actitud más severa, todo en ella reflejaba la lucha interna en la que se encontraba tratando de descifrar en qué momento de mi vida había empezado a amar tanto el baile como para sugerir siquiera semejante disparate.
En mi habitación reino el silencio en lo que pareció una eternidad porque cómo le explicas a tu hija de 17 años, que a la actividad a la que tú misma la inscribiste cuando apenas era una niña, no es buena para su futuro, la respuesta es simple, no puedes.
Esa noche discutimos por horas, hasta que se fue a su habitación convencida de que con el pasar de los días, la cordura regresaría a mí y desistiría de esa tonta idea. Pero nada, estaba más lejos de la realidad.
***
Cuando mi padre se fue de casa mi madre quedó debastada, yo tenía apenas 7 años en ese entonces, mi madre se refugió por completo en su trabajo, tanto que casi no tenía tiempo para mí, ni siquiera para reuniones escolares y mucho menos para mis presentaciones. De todo eso se encargaba la Señora Rita, nuestra vecina y la madre de Jennifer mi mejor amiga.
Jenni y yo éramos amigas desde la Infancia, hacíamos todo juntas, íbamos a la misma escuela, hacíamos las tareas juntas, incluso asistíamos a la misma Academia de Baile, pero esto último no siempre fue así.
Jenni estaba mucho más adelantada que yo, su madre la había inscrito desde que tenía 4 años, soñaba con que a su hija le gustara la Danza tanto como a ella cuando era niña. Recuerdo ver a Jenni contonearse frente a mí con sus hermosos trajes y zapatillas de Baile, los cuales hacían juego con su bonita cabellera rubia y sus lindos ojos verdes, parecía Tinker Bell.
Al poco tiempo de mis padres separarse, mi madre decidió inscribirme en la misma Academia donde iba Jenni, ella pensaba que mantener mi mente ocupada en una actividad diferente, me ayudaría a no pensar tanto en mi padre y a la vez compensarme por el tiempo que no podíamos pasar juntas. Además, la Señorita Rita, se había ofreció a llevarme, por lo que eso no representaba un problema.
La madre de Jenni, era una altiva ama de casa, por lo que siempre tenía tiempo para su hija, hacían todo juntas. Su madre no solo nos llevaba a la escuela, también nos recogía y llevaba a clases de Baile, asistía a nuestros ensayos, eventos y demás, incluso me cuidaba mientras mi madre volvía del trabajo, era como una segunda madre para mí. Algunas veces sentía envidia de Jenni, porque tenía justo lo que yo siempre quise, una madre con la que pasar tiempo, porque aunque el padre de Jenni al igual que mi madre trabajaba todo el día, era mejor tener a uno de tus padres allí que a ninguno de los dos.
Aunque Jenni estaba mucho más avanzada, solo fue cuestión de tiempo para que me pusiera a su nivel. Amaba las clases de baile, incluso más que ella. Jenni simplemente iba a las clases solo para hacer feliz a su mamá, pero cuando esta se harto de ellas y decidió probar cosas nuevas la Señora Rita no dejó de apoyarme, siguió llevándome a mis clases durante un tiempo más y asistía a todos mis eventos, era como si viera en mí a esa hija Bailarina con la que siempre soñó.
- Mi madre se hubiese puesto tan feliz- dijo Jenni apenas le conté que había obtenido una Beca en la ABBA- estaba tan orgullosa de ti- me dijo con lágrimas en los ojos.
- De ambas- le dije y la abrace, mientras ambas rompimos en llanto.
La señora Rita había muerto el verano pasado, la leucemia había acabado con ella finalmente después de dos duros años.
Al enterarme de la noticia, me sentí tan debastada, no podía creerlo.
Ahora que Jenni y yo, estábamos a punto de terminar la secundaria me resultaba inaceptable que ella no estuviera aquí para vernos en esta nueva etapa de nuestras vidas.Y aunque mi madre piense que esto es una cuestión de rebeldía adolescente, hace bastante que deje de ver la danza como algo de niña.
Me pregunto si las cosas entre mi madre y yo algún día podrán solucionarse y más ahora después de esta decisión, la verdad no lo sé... pero de único que estoy segura es que no voy a permitir que nada ni nadie, mucho menos mi mamá, me impida hacer lo único que le da sentido a mi vida, BAILAR.***
Nota del Autor: Hola y gracias por llegar hasta aquí ✨ estoy muy emocionada porque esta es mi primera historia, por lo cuál te pido que seas amable conmigo y no te vayas sin dejarme tu voto ⭐ y darme tus críticas constructiva las estaré leyendo.
ESTÁS LEYENDO
Entre la vida y el escenario
Teen Fiction¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para cumplir tus sueños? Allyson tiene todo lo que cualquier chica de su edad desearía: belleza, talento y una gran oportunidad... Una Beca en la ABBA la Académica de Baile más importante de Buenos Aires. Ent...