Dominick
5 años atrás.
Carajo, hace dos semanas que la había visto, pero aun así no lograba olvidarla, a pesar de que tenía a Roxy mi sumisa conmigo, esa niña se estaba convirtiendo en mi obsesión. No paraba de revivir su imagen en mi cabeza, tampoco de imaginarla en cualquier momento, incluso cuando estaba con Roxy lo hacía « eres un hijo de puta Dominick » era inevitable no sentirme como uno, en mi familia nuestras mujeres eran sagradas, y aunque ella no era mi pareja declarada, seguía estando conmigo. No la amo realmente no lo sé, creo que realmente nunca me he enamorado, más sin embargo si le tengo cariño y la deseo, aunque ahora ya no tanto como hace unos meses, y todo por culpa de una chiquilla de la cual no se ni su nombre.
Y como si de alguna broma se tratara el recuerdo de esa noche volvió a invadir mi mente, sumiendome en ellos.
Hace dos semanas atrás, solo tenía unos días desde que había llegado de Italia a España, debía hacer uso de mi poder y poner en orden los negocios, era hora de darles una enseñanza a los hombres que trabajaban para mí, no podía permitir que esos bastardos se dieran el lujo de tratar de verme la cara de imbécil, por eso se había acordado una reunión para ajustar las cuentas. Aunque no había nada por hablar, yo. Ya estaba enterado de todo, los muy malditos me estaban robando, y no conforme con eso estaban incumpliendo las reglas de la familia, y eso para mi era deslealtad, una de las peores ofensas que podrías hacerle a alguien como yo. Ese día, mi gente estaba dividida en dos grupos. Uno que iba en las camionetas blindadas, para asegurar que todo estuviera como a mi me gustaba, y el otro que camina las solitarias calles de Barcelona, donde iba yo con unos diez hombres siendo custodiado por los mismo, había decidido no ir todos en las camionetas, quería ver como iban a actuar cuando se enterara que yo estaba en la ciudad.
Era realmente jodido, caminar y mas cuando no tenias ni en que posar la vista, era muy tarde así que las pocas personas que estaban en las calles eran del bajo mundo, eso no me interesaba mirarlo. Seguí caminando con la vista baja, « carajo » esa voz, me hizo levantar la cabeza, una chica caminaba distraída sin ver siquiera por donde iba, con su vista fija solo en sus manos. « ¿ es una prostituta ? » rápidamente descarte la pregunta. No, no vestía como una, utilizaba un jeans azul claro casi gris una camisa de tirantes roja, una cazadora también gris, aunque esta era algo veteada y botines negros. La ropa y su cuerpo era lo único que se podía apreciar a simple vista, la noche era oscura y la poco iluminación proveniente de las farolas no era suficiente para verla, aun estaba lejos. La contemple en todo momento, esa chica era diferente, parecía una princesa « ¿ enserio Dominick, una princesa ? » pensé, si, eso parecía, una princesa fría, valiente e inalcanzable, incluso para mi. A cada paso que daba, ella se acercaba más pero aun no levantaba la cabeza, parecía estar muy concentrada, una de las farolas me permitió ver lo que la tenia tan absorbida en un mundo paralelo. Era un libro, paso a paso, ella seguía caminando, pero nada la hacía levantar la mirada y no se porque quería que lo hiciera, se daría de bruces conmigo si no se fijaba por donde iba y yo no pensaba evitar que eso pasara. Y como si de una predicción se tratara unos cuantos pasos después, boooom el golpe en mi pecho y el libro al piso.
— Lo siento — susurro, y luego se agacho en frente de mi para recoger el libro que había caído a mis pies, cuando lo tuvo en mano, se levanto abrió su libro y siguió adelante. No me miro, no se fijo en mis hombre que la habían apuntado, era como si nadie existiera para ella y eso por alguna razón se me hizo inaceptable. Me volteé a ver a donde se dirigía, y para mi sorpresa y satisfacción solo se sentó en una banca al lado de una farola a continuar con su libro. Quede absortó viendo su imagen, era bonita, muy bonita, tenía esa belleza que transmitía misterio. Aunque no se detallaban bien sus facciones, estaba seguro que su belleza seria algo digo de admirar. Mi móvil vibrando en el bolsillo de mi pantalón me hizo volver a la realidad.
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Amor De Fuego
RomanceEn la vida, no siempre los malos son malos, y los buenos pues... muchas veces sólo fingen serlos. El pasado es como un incendio, que quema, destruye y deja caos a tu alrededor. en algunos casos como, no lo es el mío. solo es una pequeña llama que...