22

1.9K 105 20
                                    

Sebastian: ¡Vamos pequeña levántate, ya es hora!.

Sebastian llevaba horas intentado pararme de la cama pero no lo conseguía.
Llevaba así desde que salió el maldito sol.

Yo: Déjame.... 5 minutos...

Abrace mi almuada.

Sebastian: Tenemos que irnos en media hora, y tú ni siquiera estás en ropa interior.
Yo: Tu tampoco...

Yo no estaba 100% segura de eso, pero lo presentía.

Sebastian: Pues no traigo camisa, pero si mi pantalón.

Yo puse mis ojos en el y si lo vi vestido pero sin camisa.

Suspiré y me volví a acurrucar en la cama.

Sebastian: Vamos T/N Porfavor, párate ahora.
Yo: Los vuelos siempre se retrasan, tranquilo...

El se sentó en la cama y me empezó a besar la nuca.

Sebastian: Vamos... Porfavor... Levántate...

El susurraba en mi oreja y eso me exitaba.
El me empezó a acariciar de la espalda a una pompi.

Yo: No hagas esto ahorita...

Nos sonreímos.

Sebastian: ¿Porque?.
Yo: Porque te obligaré a qué te acuestes, hagas lo que sea conmigo y... Ahora sí perdamos el vuelo.

El se rió suavemente.

Sebastian: Subiré las maletas al auto...

Nos acariciabamos las manos.

Sebastian: Y en cuanto regrese ya te quiero ver cambiandote ¿Okey?.

Yo le hice ojitos.

Sebastian: Hablo enserio.
Yo: Agh... De acuerdo...

El me besó la frente y se fue de la habitación.

Yo me volví a acurrucar a la cama, la verdad quería que Sebastian me siguiera regañando.

Cuando regreso, como lo supe me iba a regañar.

Sebastian: ¿De verdad?.

Yo me reí.

Yo: No me puedes obligar.
Sebastian: ¿Ah no?.

Lo dijo en modo serio.

Yo: No, no eres mi padre.
Sebastian: Soy mucho mayor que tu así que puedo influenciarte.
Yo: No es lo mismo.

Yo me estaba burlando.

Sebastian: Así que no te puedo obligar ¿Eh?.
Yo: No, no puedes.

Seguía burlándome.

Sebastian: No debiste decir eso...

En menos de lo que vi Sebastian me había quitado las sábanas de encima y después me tomo de la cintura y me cargó a la fuerza.

Yo: ¡Sebastian! ¡Nooo!.

El se reía.

Yo: ¡Bajame ahora!.

Literalmente traía mis pechos en su hombro, el me cargaba como si fuera un cargamento para construcción demasiado pesado.

Yo pataleaba pero no conseguía pegarle ni un poco.

El me bajo, y me puso en la tina de la ducha.
Estaba caliente el agua y la verdad lo sentí muy reconfortante pero se sintió muy extraño.

Yo lo mire enojada y me hice bolita en la bañera.

Mi Psicólogo. (Sebastian Stan y tú). 1Where stories live. Discover now