Era viernes y al fin llegaba el dichoso descanso que tanto necesitaba, habían sido unas semanas agotadoras, entre los ensayos del nuevo desfile, intentar mantener las notas del colegio y tener algo de vida social, pero se hace el intento de apreciar el presente, porque la vida se escapa en un suspiro.
—Pequeña Lu, estas bien —pregunto luke y lo mire.
Eran las doce de la noche y apenas llegaba a mi casa, ya que salió una rutina de ultima hora, así que tocaba practicarla, pero era una locura en tan poco tiempo,
—Si no te preocupes Luke —dije con una leve sonrisa—. Que tengas una feliz noche.
Me dirigí a mi casa y entre bastante nerviosa, hoy mi mamá estaba de turno en el hospital, así que me toca quedarme sola y quería molestar a Daniel, pero sentía que necesitaba un momento para estar sola, todo me estaba asfixiando y aunque quería hacerme la fuerte no podía seguir aparentando.
No quiero que se vaya, porque tanto tiempo acostumbrándome a su cercanía, a sus caricias, a sus besos, a sus palabras y a esa mirada de ojos negros no pasara desaspersivido, su ausencia me dolerá, pero se que podremos encontrarle una solución a la distancia, somos unos mejores amigos con ganas de vencer a cualquier situación que nos impida estar juntos.
—Daniel —chille sorprendida.
El condenado estaba sentado en el paredón de la cocina de lo mas normal.
—Hola chiquilla —respondió y se bajó del mesón—, llegaste bastante tarde.
—Tenía una práctica demasiado tediosa —Me serví un vaso de agua y me abrazo de la cintura.
—¿Agotador?
—Como no tienes idea, además estaba en otro mundo.
—Sabes que no puedes alterarte chiquilla —Se sentó en la silla y me jalo para sentarme en sus piernas.
—Lo sé, que horrible vivir con esto.
Hace unos dos días tuve un ataque de pánico, el cual llego a un desmayo, todos se preocuparon, pero el doctor solo me receto estar tranquila, evitar el estrés, el miedo y dormir bien.
Pero sabia que era algo mas complicado que eso, porque pocas veces e tenido un ataque de pánico, pero siempre que pasaba era por el miedo de perder el control y desde entonces tuve una charla con mi psicóloga que me llevo a la conclusión de disfrutar el presente, ya que el futuro puede ser incierto y puedes tener muchos planes para él, pero eso no significa que debemos dejar de vivir lo que tenemos enfrente, porque algunos momentos no se repiten.
—Chiquilla solo debes vivir sin preocupaciones —murmuro y me acaricio el cabello.
—Bueno desde ahora tengo un nuevo concepto de vida —murmure y lo bese.
—¿Cuál es?
—Que no puedo seguir preocupándome por mi futuro, al fin de cuentas no se si llegare a vivirlo, así que disfrutare lo que tengo, el presente.
—Entonces que planeas hacer, tirarte de un paracaídas o emborracharte hasta perder la conciencia —Le di un codazo y rio.
Tenia otra idea en mente.
—Hazme el amor —pedí y me miro sorprendido.
Su risa paro y la mirada burlona desapareció para darle paso a una intensa bastante curiosa.
—¿Q..ué? —Me miro nervioso.
Eso también lo estuve pensando mucho esta semana, si ya conocía mi alma porque seguir reteniendo algo que dos queremos que suceda.
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Larga Historia
RomanceEl que somos siempre nos persiguió, una duda en nuestras relación ya que todos piensan que terminaríamos juntos ydespués de tantas señales que nos dio el destino solo nos tocó conocer un resultado para darnos cuenta que estamos destinados a estar ju...