KARA's LOST

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"¿No hay otra forma de contactarlo?" Interpele irritada.

"Sólo si te lanzas de un edificio en espera de que llegue, tal vez te escuche y te salve" Sarcástico, Winn respondió.

"Tú también eres su amigo, ¿por qué no se lo pides y me dejas de vender?" Renegué.

"No te vendo, pero de mi a ti, te prefiere a ti y será pan comido que lo cumpla"

"No sé" Dude "No sé si quiero hacer esto, ya no quiero tener nada que ver con él"

"Sólo será un favor, necesitamos encontrarlo, él más que nadie sabe lo que le sucede a Kara y la podrá ayudar" Insistió Sam.

"Ella ya está estable" Recordé.

"¿Por cuanto tiempo? ¿Y si eso regresa? No tengo tantos tampones para ella" Dijo Alex.

"Además, Kara lo está buscando, creo sería matar a dos pájaros de un tiro" Abogó Winn.

"¿Y yo que? ¿Sabes que me pediría a cambio de llamar a Superman? No quiero ni pensarlo" Abrumada, me tire en el sofá. Toda esta situación me tenía con un dolor de cabeza, desde que Kara llego no he ido a mi casa, tampoco me he cambiado y lo necesitaba urgente.

"¿Qué harás?" Pregunto la voz robótica, Kara estaba metida en una cámara de silencio, algo que la tuviera más tranquila y con menos ruido, pero veía que no funcionaban del todo, podía escucharme y a todos nosotros si quería, aunque su vista súper aumentada seguía, eso se "solucionó" entre comillas, pues Kara no podría estar toda su vida con lentes 3D y mejorado por Winn, con un poco de plomo. Eso distorsionaba su vista y sorprendentemente no arruinaba su visión, la distorsionaba impidiendo que detectara su estado.

"Ayudarte" Dije tomando mi bolso para salir del laboratorio, su voz, tan inocente y tímida, aquel tono de una niña de doce me doblo a diferencia de mis colegas, casi media hora pidiéndome que hablara con James Olsen, el mejor amigo del hombre que suponíamos era su primo, el hombre que me pretendía desde hace unos meses y para ser sinceros, ahora que tenía una alíen en mi poder, estar en una relación no me atraía, quería saber más, era una mina de oro para el descubrimiento, la culminación de tanto esfuerzo y estudio estaba aquí. Al diablo ese tesoro del Sahara "Jessy, no estaré por un rato, no me pases llamadas y cero juntas"

No espere a que mi asistente respondiera, crucé todo el pasillo hasta el elevador, que me condujo a la primera planta, salí como rayo, primero llegaría a mi casa a asearme, a tener un poco de amor propio para mi y luego iría a Catco para hablar con James.

Realmente no esperaba que aceptara, pues según él, llamar a el héroe de Metrópolis no era un juego, tenía que ser de vida o muerte para que lo hiciera, y no pondría en riesgo para que James aceptara y luego llamara a su súper amigo y me salvara, agradecerle y antes de que saliera disparado al aire explicarle mi situación y no parecer una loca fanática que buscara su atención. Me tendría que entregar sobre bandeja de plata para James y que él aceptara, y no quería sonar egoísta, apenas conocí a Kara y ya me estaba arriesgado por ella, aunque para los demás no fuera un sacrificio, para mi, tener algo que ver con James era más que eso, rompía mi ego totalmente y mi orgullo era pisoteado.

Un baño frío y velas aromáticas me abrazaron por un rato hasta que suspire y decidí salir de mi ducha, vestirme y que esto se acabara lo más pronto posible. Un vestido negro, cabello recogido, unas zapatillas rojas y mi bolso, estaba lista para encarar mi destino.

"Con el señor Olsen, por favor" Pedí en cuanto salí del elevador y llegue a donde su secretaria.

"A...el señor Olsen están en una junta, su visita espera" Dijo con una sonrisa nerviosa, seguramente mi cara estaba hecha un espanta humanos.