CAP 7

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-¿Por qué la has traído  aquí?- preguntó Stefan.
-¿Y por qué no?- respondió Damon sirviéndose una copa de Bourbon.
-Damon...-  Dijo Stefan dando un golpe a la mesa. Damon lo miró sorprendido.
-Vaya, vaya... Veo que aquí hay historía-
-Solo dime porque está aquí-
-Mira, no tengo ni idea de quién es esa chica, pero la vi hablando con Klaus y pensé que tal vez era... No se-
-¿Klaus? ¿Qué quieres Damon?-
-Nada-
-¿A quién estás buscando?-
-A nadie, ya te lo he dicho-
-Damon-
-A nadie, Stefan- Dijo Damon mientras salía del salón.
Stefan suspiró y se sentó en el sofá. Pero de repente escuchó como alguien llamaba a la puerta. Se levantó lentamente y fue a abrir la puerta. Al abrirla se encontró con una cara conocida.
-Makayla- dijo Stefan serio.
-Hola- Dijo Makayla al otro lado de la puerta.
-¿Que quieres?-
-Me he dejado la chaqueta esta mañana-
Stefan miró hacia arriba y le dijo que pasara con un gesto. Makayla le hizo una pequeña sonrisa y subió a buscar la chaqueta. Cinco minutos después bajó y entró en el salón donde estaba Stefan.
-¿Ya te vas? Preguntó Stefan.
-Si... Pero antes quería hablar contigo...-
Stefan la miró serio, pero no dijo nada.
-Vale... Pues ya volveré en otro momento- Dijo Makayla mientras se daba la vuelta para irse. Pero Stefan le cogió del brazo.
-Espera- Stefan hizo un pequeño suspiro. -Siéntate- le dijo señalando el sofá.
Ella se sentó y esperó a que él también hiciera lo mismo.
-¿De qué querías hablar?-
-Bueno, de ti, de lo que has estado haciendo desde la última vez que nos vimos...-
-Bien, he estado bien-
-Y el tema de...ya sabes-
-Está controlado, no te preocupes-
Makayla suspiró.
-Años 20... ¿eras tú verdad?- preguntó Makayla.
Stefan se quedó en silencio unos largos segundos antes de responder.
-Si- Stefan se levantó y se sirvió una copa de bourbon. -No fueron muy buenos tiempos para mi-
-Me acuerdo de cuando lo veía en los diarios... Me moría por volver a verte y ayudarte, pero...-
-Podrías haberlo hecho-
-Stefan, sabes que no podía-
-¿por qué?-
-Ya sabes porqué-
-¿Si? ¿Lo que me explicaste en 1915?-
-Stefan, te dije que no podía explicarte nada más y tú me dijiste que lo entendías-
-ya...-
- Mira, lo siento, pero no tenía más remedio...-
-¿No te cansas?-
Makayla se quedó en silencio unos segundos, sorprendida.
-¿De que?
-De huir-
Makayla se puso seria y miró a Stefan fijamente a los ojos.
-Claro que me canso Stefan, claro que sí, pero desafortunadamente no hay nada que pueda hacer.-
-¿Por qué no luchas? ¿Por qué no puedes buscar ayuda?-
-No lo entiendes-
-¿El qué?
-¡Que no puedo confiar en nadie!-
De repente se abrió la puerta y entró Elena en el salón, interrumpiendo la conversación de Makayla y Stefan. Elena se quedó parada al verlos.
-Lo siento, no quería interrumpir-
Makayla la miró con los ojos muy abiertos.
-Katherine- Dijo Makayla sorprendida.
-No, no, no soy Katherine- dijo Elena dando un paso hacia atrás.
Makayla la miró detalladamente.
-Es Elena- Dijo Stefan.
-Eres su Doppelgänger- Dijo Makayla.
-Si... ¿Cómo lo sabes?- preguntó Elena extrañada.
-He estado viva los suficientes años como para saberlo-
Elena asintió mientras dejaba su bolso en una pequeña mesa. -¿Y tú quién eres?-
-Makayla, encantada- suspiró. Después miró a Stefan y se puso la chaqueta. -Dicen que conocer a Doppelgängers no trae muchísima suerte, así que me voy... gracias por todo-
Makayla salió de casa de los Salvatore y se dirigió hasta su coche. Abrió la puerta, se sentó en el asiento del conductor y antes de encender el motor para irse escribió un corto mensaje en el móvil, después lo dejó en el asiento del copiloto y arrancó el coche.
25 minutos después aparcó el coche delante de un pequeño motel en las afueras de Mystic Falls. Subió las escaleras rápidamente y entró en una pequeña habitación que se encontraba medio escondida en un oscuro pasillo.
La habitación no tenía nada más que una cama de matrimonio, una mesilla de madera junto a dos sillas del mismo material y un pequeño lavabo. Evidentemente no era lo mejor, pero le serviría.
Makayla dejó sus cosas en la mesilla y se sentó en el borde de la cama. Pocos minutos después alguien dio dos golpecitos a la puerta. Ella se levantó y la abrió con precaución.
-Te esperaba- Dijo Makayla sin todavía apartarse de la puerta.
-Espero no haber llegado tarde- dijo la persona que tenía enfrente con una media sonrisa.

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