Soy Sangre Pura |Harry Potter||Sirry|

11|El Mundial de Quidditch, Amigos Internacionales y Mortifagos Desobedientes

Las uñas stiletto negras con un degradé a rojo habían recibido las miradas de celos de Ginny y Molly Weasley. Iolanthe sabía que su buena situación económica tanto de ella como de Hermione eran claramente envidiables para las mujeres pelirrojas que no gozaban de sus mismos privilegios

No podía importarle menos.

No la malinterpreten, Iolanthe no era una perra sin corazón (Bueno, tal vez un poco), si, era rica y hermosa, pero no una hija de puta sin corazón. No le importaba los tres Weasley traidores ni sus celos. El resto del mundo, tal vez, muy...muy poco. Lola podía ayudar al prójimo si lo necesitaba, ahora lo que hacían con su vida ya no era su asunto... sin embargo los tres idiotas estaban terminando con su paciencia. Si Sirius no se la hubiera follado al aire libre la noche anterior no se habría calmado (agradeció conocer el hechizo anti embarazo porque si no ya estaría muy, muy embarazada)

Ese día era el mundial de Quidditch. Se había vestido con su mejor traje. Podía haberse acostumbrado a los vestidos y tacones pero una vez fue hombre y la comodidad de los trajes era muy apreciada.

- ¿Sucede algo querida? - la voz del señor Weasley la sacó de sus pensamientos.- te veo...tensa.

Iolanthe negó con una sonrisa, poniéndose su perfume channel número 5.

- no no, es sólo que perdí el interés en el deporte.- dijo.- me gusta volar, pero ya no le veo el mismo atractivo al Quidditch, y no quería ir al mundial...sin embargo el ministro le invitó hoy...así que tengo que ir.

Solto un suspiro al final. Arthur y Bill asistieron.

- No entiendo. ¿cómo te dejó de gustar el Quidditch? Es decir, entiendo que todo haya cambiado de un momento a otro.- Dijo Ronald.- pero el Quidditch es lo mejor que hay.

Iolanthe bufo.

- El Quidditch no es más que un pasatiempo Ronald, un hobbie que me dejó de interesar. No todos somos unos obsesivos como tú. Además necesito tiempo libre, hacerse cargo de varias señorías no es sencillo.

Dijo.

>> Además, hay otro deporte que me gusta ahora. A Hermione también.

Sonrió Lola mientras Sirius soltaba una risa perruna y Hermione le pisaba el pie con un tono rosado en las mejillas. Claramente recordando a Remus. Deberían hacer un cuarteto en uno de esos días, con la muerte de Walburga Black y todas las propiedades que Iolanthe tenía, la privacidad no era algo imposible.

- ¿Otro deporte? ¿cuál?.

Preguntó Ginevra con toda la inocencia que podía recolectar una niña virgen de trece años. Inocencia que Hermione y Iolanthe perdieron en Grimmauld Place la misma noche.

- Voleyball.

Respondió Iolanthe. Hermione suspiró, por suerte el Voley era un deporte en el que era muy buena. Lo habían jugado mucho durante el verano en Grimmauld.

- es un deporte Muggle.

Terminó Hermione. Lola le susurró en el oído sobre la estupidez de los tres idiotas y una vez llegó la hora, con constantes risas de las adolescentes, se unieron a los Diggory para dirigirse al estadio a la enorme carpa que Iolanthe había conseguido de las bóvedas Potter. Donde ya los esperaban dos rubios familiares.

- Bien conocida Lady Black, pupila.

Saludó la rubia llamada Narcissa con una reverencia y una sonrisa a Hermione y Iolanthe.

- Bien conocida, prima Narcissa, sobrino Draco.

- Bien conocida, tía.

Respondió el rubio. Era raro ver a alguien como Potter siendo su tía.