⚜️Capítulo 15⚜️

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Los soldados de asalto bajaron, antes que el oficial y yo, y desplegaron un speeder casi como por arte de magia.

-Llevadla hasta la casa. - dijo el oficial una vez en tierra firme.

-Así será señor. - dijo uno de los dos.

Subí al speeder aún esposada y uno de ellos arrancó la nave, con la que recorrimos varios kilómetros a una velocidad increíble.

Nos detuvimos después de un rato.

-Es allí.-dijo uno.

A lo lejos, en el horizonte pude ver una casita, hecha de la misma grava de la arena que contenía este desértico planeta.

Caminamos en silencio hasta detenernos en la puerta.

Uno de los dos, tocó al timbre.

Se abrió la puerta dejando ver a una joven rubia, con ojos verdes.

-Ah hola, bienvenidos. - dijo con una sonrisa.

-Esta es la prisionera, mañana el imperio les hará la transferencia de dinero, como acordamos. - dijo mientras me entregaba.

El otro se acercó y me sacó las esposas, dejando mis muñecas en libertad.

-Entendido, gracias.

-Recuerden, no la dejen hacer nada sin ser comunicado al imperio, y si no respetan el acuerdo serán eliminados. - dijo seriamente el soldado clon.

-Claro, descuiden. - dijo ésta con seriedad.

-Nos vamos, pero recuerden que el imperio estará controlando todo el entorno. - dijo mirándome esta vez a mí.

Se retiraron y entré en aquella casita con cierto temor.

-Ven sígueme, esta será tu habitación. - la joven de unos veinti pocos años de edad, parecía humilde y dispuesta a tratrame bien.

-Ah gracias. - mascullé casi en un susurro.

-Ahí tienes ropa, en frente está el baño y si necesitas algo, me dices.

-Disculpe, ¿cómo se llama? - dije al instante.

-Mi nombre es Beru, Beru Lars, y tú debes de ser... -dijo expectante.

-Pamela. -dije al segundo.

Supuse que sería bueno no meter a más gente en el ajo y dejar que la chica no supiera mucho de mí.

-Bien, Pamela... Dentro de un rato estará tu desayuno. - dijo con humildad.

Dejé mis cosas encima de la cama,y observé y analicé todo el entorno que me envolvía.

La habitación era pequeña, limpia y acogedora, lo cual resultaba bueno para estar en casa de un desconocido.

Sobre una silla de madera vieja había una pila de ropa.
Unas túnicas azules cielo, bastante bonitas, que no tardé en ponerme.

Este sitio me gustaba, y con suerte podía disponer de la ayuda de Beru para salirme con la mía.

Poco después como había dicho Beru,  ya estaba listo el desayuno que había preparado .

Irrumpió en mi habitación y me invitó a seguirla a la cocina.

-Aquí tienes, espero que te guste la leche de Batha. - dijo con una sonrisa.

-Eres muy amable Beru.-dije después de obersvar aquella especie de banquete que había preparado.

-Espero que tu estancia aquí sea cómoda, de veras... No sé por qué eres prisionera del imperio ni qué has hecho para merecerlo.. Pero no pareces mala persona. -dijo vacilante después de un silencio largo en el que yo comía.

-Gracias. - dije con una sonrisa.

Me devolvió la sonrisa, y de repente alguien llamó a la puerta.

Ella se levantó rápidamente.

-¡Owen! - logré escuchar cierta emoción en su voz, desde la cocina.

Poco después un hombre joven, también de unos veinti pocos, con ojos cafés, pelo castaño y barba entró en la cocina.
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Narra Anakin Skywalker /Darth Vader

-Mi lord, su nave está lista, y hemos logrado conseguir la residencia que deseaba.

-Gracias, almirante. - dije con voz electrónica.

Me cambié tan rápido como pude, dejando ver mi aspecto real, hasta llegar al hangar, en el que me esperaba la nave que había reservado.

Aquella nave era perfecta para pasar desapercibido en Tatooine.
Si alguien debía asegurarse de que la operación con la Senadora saliese bien, era yo mismo.

Yo mismo le juré a mi maestro que controlaría cada uno de los pasos de Padmé Amidala,y la idea era perfecta.
Ella no sospecharía nada.

Sabía que la incursión a Tatooine no me sería fácil, pero debía intentarlo.

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~Ella y Él~[ANAKIN AND PADMÉ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora