Mikey acababa de invitarme a una reunión importante de la ToMan, no pude evitar sentir ansias. Draken suspiró con una sonrisa, de seguro ya habrá hablado con Mikey de la reunión.
"Ah, hombre, vale que Lyla nos trajo un helado, iba a quebrar la ventana del hambre", dijo Baji botando el palito del helado en el basurero.
"No es nada raro", le siguió Chifuyu.
"Draken, ¿has estado tomando todos tus sueros?", preguntó Emma preocupada, a decir verdad hacen muy linda pareja.
"Sí...", tomó la mano de la chica para que no se preocupara.
"Ugh, los sueros son lo peor...", dije recordando muchas cosas con náuseas, agaché la cabeza.
"¿También has tenido que tomar sueros, Lyla?", esta vez Emma me miró. Al alzar mi vista pude ver como Mikey se acostaba en la misma cama de Draken para molestarlo. Ignoré la actitud de Mikey y volví a poner mis ojos sobre Emma.
"Sí, de niña pasé mucho tiempo en el hospital", todos escucharon atentamente. Takashi alzó ambas cejas, no sabía de eso así que su curiosidad se activó.
"No lo sabía... ¿Acaso padeces de algo?", preguntó nuevamente la chica con inocencia.
"Todo lo contrario", sonreí tristemente. Miré a Takashi buscando ayuda de su parte, entendió mi mirada y trató de calmarnos.
"No es necesario que sigas, Lyla", dijo Takashi, de inmediato los demás chicos lo miraron y luego a mí, dándose cuenta de que Takashi sabe cosas que ellos no, después de todo paso más tiempo con él.
"Lo siento", se disculpó Emma.
"No te preocupes, no es la gran cosa", puse una mano en su hombro.
"Vamos, estamos todos en confianza", dijo Baji esta vez, Chifuyu asintió por lo que dijo su amigo. Takashi no estuvo muy convencido y lo noté por su tensión.
"Bueno...", suspiré. "Desde niña siempre sufrí abusos de mi supuesto padre y por eso pasé muchas veces en el hospital, era terrible...", todos se acercaron para hacer un círculo al rededor de la camilla de Draken, al escuchar un poco la introducción se pusieron serios.
"No te mereces nada de eso", dijo Emma con sus ojos brillosos por las lágrimas que se formaban.
"Qué maldito", soltó Draken.
"Les conté que tuve un incidente con Lyla, fue hace unos días cuando por fin pudimos empezar todo un proceso para demandarlo. El problema es que no hay quien se haga cargo de ella en este momento", Takashi se unió a la conversación, yo asentí a lo que dijo porque me gané unas cuantas miradas.
"¿Y tu madre?", preguntó Mikey.
"Está internada, está bastante mal por culpa de él", hice una pausa, a decir verdad me incomodaba un poco tener que hablar de esto pero en el fondo quiero hacerlo. "En fin... eso es un poco de lo que pasa", rasqué mi nuca.
"Qué situación jodida", dijo Draken.
"Lo es, pero Takashi me ha ayudado bastante", sonreí. "Bien, debería irme ya, en un rato iré a trabajar", traté de liberarme de esa tensión rara.
"¿Trabajas?", preguntó Chifuyu.
"En una tienda de tatuajes", respondí.
"Deberíamos hacernos un tatuaje todos", dijo Mikey dando una idea tonta.
"Ah, no, no dejaré manchar mi piel", se negó Baji cruzándose de brazos.
"Oh, vamos, Rapunzel, en el fondo si quieres un tatuaje", Chifuyu le jaló el cabello. Los demás rieron, yo incluida.
"Cuídate, Lyla, deberíamos salir algún día", se acercó Emma dándome un papel con un número, supongo que el suyo.
"Estoy de acuerdo, también podría venir Hina", ella asintió feliz.
"Te iré a dejar", me dijo Takashi abriendo la puerta.
"Será mejor irnos también", le dijo Baji a Chifuyu no sin antes despedirse de todos. "Gracias por el helado", agradeció y salió lentamente de la habitación con su amigo.
Emma trató de convencer a Mikey de irse pero no quiso, así que optó por irse con Baji, quien la iría a dejar a su casa.
"Nos vemos, recuerden la reunión", dijo Mikey despidiéndose.
"Mejórate, Draken", dije y cerré la puerta detrás de nosotros.
Caminé junto a Takashi para ir hacia su motocicleta. Alcé mi mirada para echar un vistazo de su cara, en realidad es bastante atractivo, no pude evitar sentirme nerviosa.
"Cuéntame qué pasó ese día, lo de tu madre y hermana".
Dudé un poco porque no es un tema fácil, pero entiendo que quiera saber después de que solo haya contado un resumen de la historia. Salimos del hospital y llegamos a su motocicleta, sin embargo nos sentamos en las gradas de afuera.
"Fue todo mi culpa, Takashi, yo me escapé de casa esa noche y le hizo eso. ¿Sabes? Mi padre amaba perseguirnos en su carro... Me escapé porque tenía miedo y quería estar sola pero al fin de cuentas terminé aún más sola. Hizo lo mismo con mi hermana y mi madre, la diferencia es que no solo las correteó con el carro, las atropelló y por eso terminaron así... Estuvieron meses en coma y todo fue mi culpa", confesé tratando de detener mis lágrimas. "Lo peor de todo es que sé que no es mi padre y no he tenido el valor de revisar aquella carpeta".
"Todo en esta vida se paga las veces que sean necesarias y ese bastardo no va a ser una excepción. No me importa si mueve sus influencias y sale de la cárcel, estaré contigo para pelear a tu lado", sin previo aviso me abrazó. Tenía ganas de llorar por lo perfecto que es Takashi y el apoyo que me daba es lo que necesitaba, nadie se acercaba a mí por ser una chica supuestamente ruda, pero a Takashi no le pareció importar eso, él vio algo más en mí.
Empecé a llorar en silencio, estar así con este chico se siente como estar en el cielo.
"Eres lo mejor que me ha pasado, Takashi", al escuchar lo que dije se separó un poco de mí para verme, inmediatamente aparté su vista por los nervios.
"Cierra los ojos", tomó mis mejillas apartando algunos mechones rebeldes que se colaban frente mi cara. Hice caso a lo que dijo y cerré mis ojos. Sentí su respiración sobre mis labios, sé a donde va esto. Me acerqué un poco más hasta que nuestros labios de volvieron a tocar, fue un beso suave esta vez, él se separó después de unos segundos. "Lyla, me gustaría que salgamos otro día", admitió en un tono bajo.
Me quedé en blanco, solo abrí los ojos por la sorpresa.
"No aceptes si no estás lista, sé que es un momento no muy indicado para pedírtelo, no te presiones", se acercó para ponerme el casco. "Vamos, iré a dejarte", tomó mi mano y me guio a su moto.
¿Se habrá dado cuenta de mi cara tan roja?
Estuve nerviosa todo el rato durante el camino, en mi mente gritaba de felicidad o una mierda así, quise que el tiempo abrazando a Takashi mientras viajamos por la ciudad fuese infinito, sentir el frío viento de la tarde contra mi piel y estar abrazada a él se sentía... como un cuento. Me di cuenta de que estábamos cerca después de un rato.