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Sofía

La mudanza había conllevado a una verdadera locura mis últimas semanas en Madrid.

Había cajas por toda la casa y yo intentaba pasar el mayor tiempo posible con mis mejores amigas, Elena y Martina, y a la vez aprovechar mis últimos ratitos con mi exnovio Izan , porque por culpa de varias circunstancias ambos habíamos decidido terminar lo nuestro por lo sano para el bien de nuestra relación,pero el sigue siendo mi mejor amigo y yo me iba a la otra punta del país por culpa de mis padres quienes habían decidido que a mi y a mis hermanos, Sergio y Hugo, nos vendría mejor vivir en un ambiente más tranquilo y playero con menos ajetreo que una ciudad,  entonces nos mudábamos a nada más y nada menos que al aburridisimo pueblo costero de Mundanka en el país Vasco.

Entre lo mucho que voy a echar de menos mi hogar en Madrid y a mis amigos allí, se podría deducir a la perfección mis ganas de mudarme a aquel pueblucho que mis padres encontraban tan atractivo como para irnos a vivir allí.

-Te encantará, ya lo verás- me intentó convencer mi madre mientras yo observa por la ventanilla del coche, el paisaje montañoso repleto de espesa naturaleza en el que me tocaría vivir al menos un año más hasta cumplir los 18 ya que mis 17 eran muy recientes.-Tú déjale tiempo al tiempo, ya verás como dándole una oportunidad te enamoraras de él-

Puse los ojos en blanco. Era imposible que en algún momento llegara a preferir aquel pueblo Vasco antes que mi barrio en Madrid.

-Mamá, no creo que nunca me acabe gustando vivir aquí-la comenté con pocas ganas.-Pero si tanto te importa le intentaré dar una oportunidad-

Mi madre dibujó una sincera sonrisa en su rostro y el entrometido de mi hermano mellizo, Sergio, se quitó los cascos con los que llevaba escuchando música todo el viaje y se acopló a la conversación.

-A mi me gusta la idea de irnos a vivir a un pueblo costero-comentó el sin que ninguna le hubiéramos preguntado.-Voy a poder aprender a hacer surf, ir a la playa todos los días y además vamos a tener una casa con escaleras ¿Que más se puede pedir?-

Mamá se animaba cada vez más al escuchar que mi hermano si que tenía ganas de irse a vivir a Mundanka.

-Podríamos pedir volver a Madrid- respondí yo sinceramente.-Si no es mucho pedir-

-Sofía por favor-me pidió mi madre con su tono de haz el favor de no criticar algo que aún no conoces.

Bufé y cruce los brazos cabreada.

Mientras yo a pesar de haber accedido a darle una oportunidad al pueblo, era incapaz de no protestar respecto a nuestra repentina mudanza, Hugo,el chiquitín de la familia pintaba una dulce sonrisa en su rostro mientras dormía que inconscientemente se me contagió y se me quitaron las ganas de seguir discutiendo.

-Bueno,dejar de discutir porque ya estamos llegando a nuestro nuevo hogar- anunció mi padre con un entusiasmo que yo no compartía.

Mire de nuevo por la ventanilla del coche y las casas antiguas de aspecto pueblerino empezaron a aparecer frente a mis ojos. Naturaleza en todo su esplendor y callejuelas por las que ni me imaginaba que cabría el coche.A partir de ahora viviría allí, y tendría que empezar a acostumbrarme cuanto antes a este nuevo estilo de vida.

[...]

Papá aparco frente a una casita adosada de dos plantas compuesta de madera y piedra dentro de unas de las estrechas calles del pueblo. Tenía pinta de ser antigua y mis sospechas se confirmaron cuando entramos y tosí por culpa del polvo que probablemente la casa llevaba años acumulando.

-No podemos vivir en una casa que tiene polvo hace más de 100 años acumulando dentro de ella- proteste mientras ayudaba a mi padre a descargar algunas maletas del coche que habíamos llevado con nosotros ya que el camión de mudanza no llegaba hasta mañana.

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⏰ Última actualización: Aug 28, 2021 ⏰

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