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El resto del día Minho pensó cuáles eran las posibilidades de volver a la vida, y la posibilidad de que ese chico fuese el mismo que el que estaba buscando. Pensaba cosas muy tontas ya que el solía ser así.

Él caminaba pero su cuerpo y su mente no estaban conectados el uno a el otro, cuando regresó a sus cinco sentidos y miró dónde estaba decidió dirigirse a una cafetería que estaba muy cerca de ahí, solía visitarla con Han y era su lugar seguro cuando no quería estar en casa o no sabía a dónde ir. Cuando llegó pidió un americano frío y se sentó en una mesa a seguir pensando, mientras aprovechó para hacer las tareas de la universidad.

–Minho?–Un chico hablaba.

–Minho? Estás bien? Puedes oírme?–Se asomó más a la cara contraria y le tocó el hombro.

–¡Wonpil!–Minho reaccionó asustado saliendo de sus pensamientos.

–Te estás haciendo más distraído de lo que ya eras–Dijo dándole el café que había pedido anteriormente mientras sonreía–Deberías prestar atención a tu alrededor tonto.

–Perdón, yo no me siento bien últimamente.

–De nuevo? Nunca te sientes bien al parecer.

–No, no es eso. De verdad que había estado bien pero éstos últimos días me he sentido raro.

–Es por alguien?–El mayor se sentó en el asiento de enfrente con curiosidad.

–Sabes que no es por alguien, yo todavía no puedo y además la escuela es agotadora.

–Algún día...–El chico no pudo decir más ya que lo llamaban para seguir trabajando–Esto no se terminó aquí, tenemos que tomar una plática seriamente.

Wonpil antes de irse sonrió y se levantó haciendo reír a Minho. Wonpil era un chico alegre, unos años mayor que Minho, trabajaba en ese pequeño café y su vida era bastante buena, al menos para un chico de su edad, ya que tenía un buen trabajo y su sueldo era alto, un departamento bastante lindo y podía darse gustos buenos de vez en cuando. Wonpil siempre fue el hermano mayor que Minho nunca tuvo, además de Chan obviamente. Pil solía cuidar de Minho de pequeño cuando sus padres no podían por el trabajo y viajes que tenían. Aquel chico con cabello obscuro ondulado y una bonita sonrisa siempre estuvo para el cuando más lo necesitaba, cuando pensaba que nadie lo quería y no necesitaba seguir adelante.

Minho después de terminar las cosas pendientes recogió todas sus cosas, se despidió y salió de ahí dirigiéndose a su casa. Estaba obscureciendo y cuando llegó sintió un vacío, un silencio se apoderó del lugar rápidamente. Entró a la habitación donde dormía, después de ducharse y ponerse cómodo buscó dentro del clóset una caja con fotos y objetos que le recordaban a Jisung, se sentó en el suelo en la orilla de la cama y con la poca luz que su lámpara iluminaba vió todas las fotos, mirando una por una recordando aquellos momentos mientras daba una pequeña sonrisa y así siguió hasta quedarse dormido.

A la mañana siguiente despertó y no se molestó en ver la hora que solo se subió a su cama y volvió a dormir. Cuando despertó eran las 3:30 de la tarde y cuando tomó su celular para revisarlo tenía miles de mensajes y llamadas de sus amigos preguntándole si estaba bien o dónde estaba.

Estoy bien, no se preocupen por mí”. Minho envío eso antes de dejar su celular de lado para ir a comer algo. Sus amigos vieron aquel mensaje y no dijeron nada más, sabían que Minho necesitaba espacio algunas veces y ellos lo respetaban aunque no siempre se creían todo lo que les decía Lee, pero era verdad, en ese mensaje era la primera vez que no era tan falso. Minho estaba bien pero estaba cansado, realmente llevar una vida así es agotador y le envidiaba no llevar una buena vida cómo algunos.

Minho en realidad no era tan deprimente cómo se ve, al contrario, el sabía su condición y odiaba que le diera lástima a la gente, con la mejor motivación que tuvo ese día a pesar de casi anochecer y pensarlo por un buen rato, se vistió y arregló un poco para salir a caminar y así disfrutar un poco de su tiempo. Caminó por un buen rato hasta llegar a una calle donde se encontró con Han, así que al estar un poco escondido decidió ver lo que estaba haciendo, Jisung estaba distraído con su celular practicando quién sabe que cosa pero a Minho le pareció lindo, esa vista era muy buena para él, realmente estaba disfrutando de verlo y sin darse cuenta estaba sonriendo. Cuando pasó un rato Lee decidió dejarlo ir otra vez y continúo su camino pero Jisung lo detuvo.

–Minho! Lee Minho!– Jisung corrió hasta este para saludarlo.

–Hola Han– Minho sonrió un poco al verlo llegar corriendo hasta donde él estaba.

–Que casualidad encontrarnos por aquí.

Eso era cierto pero no del todo y eso mismo pensó Minho en su mente “lo es pero no tanto”.

–Es verdad, no esperaba verte en otro lugar que no fuera la escuela y menos por aquí.

–Bueno yo pasaba por aquí ya que es muy lindo, además vivo cerca.

–Lo sé, la cuidad es muy linda. Al propósito... ¿Te gustaría ir al parque que queda cerca? Claro si quieres y tienes tiempo–Minho volvió a decir jugando con sus manos.

–Claro, me parece bien–Jisung sonrió.

Ambos se dirigieron a aquel parque que no quedaba lejos de donde estaban y justo era el lugar al que en un inicio Minho iría. Al llegar se sentaron en una banca y hablaron sobre distintas cosas, algunas veces había silencio después de las risas que soltaban pero no era incómodo para ninguno de ellos, ambos disfrutaban la compañía del contrario ya que dentro de cada quien había un vacío y siempre estaba presente por más que tuvieran compañía y fuesen alegres. En ese momento se sentían acompañados y de alguna forma la tranquilidad llegaba a ellos.

–Hannie– Minho dijo en uno de esos tantos silencios en donde ambos contemplaban la vista.

–Si?–Jisung dijo prestándole atención pero confundido al mismo tiempo.

–Nada, perdón Han, pensaba en él–Minho se dió cuenta de lo que había dicho y trató de repararlo con una excusa.

–Ya veo–Jisung se sintió de alguna forma herido ya que no era la primera vez que pasaba, Minho seguía llamándolo inconscientemente “Hannie”.

Todo se mantuvo en silencio hasta que Minho volvió a hablar

–A el le gustaba el parque, decía que sería un buen lugar para hacer un picnic–rió un poco con nostalgia.

–Lo querías mucho,¿verdad?

–Con todo el alma, lo amaba más que a mí mismo y nunca pude cumplir mi promesa de estar junto a él.

–Lo siento mucho.

–Estoy seguro que está sufriendo mucho sin mi, nunca se me despegaba.

–Algún día podrán estar juntos de nuevo y lo volverás a ver.

–Ya lo hago, lo encontré–Minho dijo en voz baja.

–Disculpa?

–No es nada–Minho se levantó y le extendió la mano a Jisung para que se levantara a lo cuál el contrario correspondió–Es muy tarde y ya está oscuro, vamos.

Ambos se despidieron y cada quien partió a su casa, fue un momento agradable en donde los dos disfrutaron mucho y ese momento significó tanto para Minho. Al llegar a casa Lee se sintió tranquilo, hizo su rutina para ir a dormir y finalmente se fue a descansar.

𝑳𝒂𝒃𝒊𝒐𝒔 𝒓𝒐𝒕𝒐𝒔┆𝑴𝒊𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora