Corazón Cenizo
Liam
Romperse...
Una palabra y un millón de razones para llegar hasta ella.
Aveces las personas rotas se alejan porque a su manera se están reparando, aveces lo hacen no porque no les importes, sino porque te quieren lo suficiente para no herirte mientras ellos se reparan...
Y ese, es uno de los actos más grandes de amor que hay y que pocos entienden, el no herir a alguien solo porque tu ya lo estés.
Los sentimientos son algo tan complejo, algo tan efímero u eterno aveces.
Las personas de ahora tienden a cerrarle su corazón y su alma a la mayoría de personas, por miedo, desconfianza, o solo porque no se quieren permitir que el mundo los vea desquebrajarse.
Suelen hacerlo porque ciertas personas o alguien en el pasado los rompió. Algunas personas se rompen peor cuando la persona que las salvo se aleja y se lleva consigo esa linterna de luz que les proporcionaba paz y calidez.Que les daba una pequeña esperanza que hace mucho no veían en su mundo.
Algunas personas deciden aferrarse a alguna creencia, a su trabajo, religión, pasión, pareja o lo que creen que les da una razón de vida, algo que los distraiga de todo lo que el silencio y la soledad les brinda.
Algunos se cierran, se aíslan de todos y todo lo que pueden.
Se vuelven enemigos de abrirse porque ya cedieron su confianza antes y la traicionaron de la peor manera en la que se puede herir a una persona.
Llegan a acostumbrarse a que la soledad, el silencio y la incógnita sean sus mejores amigos, llegan a estar tan cómodos que no logran ver que eso los consume poco a poco. Después de todo una persona rota es alguien que se hunde poco a poco en un mar de dolor, un dolor que no te deja escapar tan fácil, te envuelve ese dolor que a unos carcome más notoriamente que a otros, a unos les quita el apetito, el sueño, las ganas de todo, a otros los mata en forma de cansancio, llegan a estar tan cansados que ya ni siquiera sienten las ganas de llorar, y cuando se dan cuenta llevan mucho sin hacerlo. Y lo que logra eso es que solo quede...
Esa presión en el pecho que parecía jamás querer irse.
Todas esas personas tienen algo que los devuelve a la vida, algo que les devuelve las ganas de querer sentir, algo que les devuelve las ganas de comerse el mundo y expresarse en todos sus colores.
Ese "algo" que les recuerda que pueden reír, gritar de emoción o llorar de alegría y no de dolor. Para algunos es un hijo, para otros un cambio de aires, un deporte, una mascota, u otra persona...
Las personas tienen el poder de influir en nuestra vida de manera que jamás vuelves a ser el mismo, de darte alegría, de devolverte las ganas de todo.
Es como una punzada de adrenalina, algo que te recuerda que estás vivo, y que las personas pueden amarte por lo que eres.
Hay quienes tienen el poder de hacerte vibrar en todos tus colores.
Y lo que me divierte esque ellos aveces no llegan a saber que te han salvado la vida, para ellos, solo están siendo ellos mismos contigo.
Sin darse cuenta del maldito efecto que tienen en ti y en tu jodida vida.
Porque cuando encuentras ese algo que te devuelve la vida.
Descubres que tal vez un maldito corazón echo cenizas... Un corazón cenizo, puede volver a latir envuelto en todos los colores si encuentra una pequeña estrella.
Y brillar como sólo las constelaciones saben hacerlo...
Y para esto yo, yo ya había encontrado esa pequeña estrella...
Que aunque me desesperara, habia logrado convertirse en ese algo que me salvo la vida.
Y esque si tengo que crear un rincón del caos con alguien - pienso - solo lo haré con ella...
La bozina de un auto me saca de mi cabeza y vuelvo a la realidad, giro mi cabeza buscando a Ara y la encuentro caminando junto a mi.
Va con la mirada perdida, supongo que también perdida en sus pensamientos.
Debo admitir que el seguirla no fue lo más normal que he echo, aunque según mi familia yo no sea lo más normal que exista.
Idiotas - dice mi cabeza en forma de queja
Cuando me decidí a salir de las sombras hace rato lo último que paso por mi cabeza era que al final de nuestro encuentro me invitaría a comer con su familia - la cual ahora que lo pienso solo conozco a Scott -
- Ya llegamos - dice la chica mientras abre la puerta principal para encontrarnos con la casa que conocí el día que paso toda la jodida situación de la cabaña.
- Me limpio los pies o... - menciono
- Ah no solo pasa - responde
Entro en la casa observando ciertas cosas que tal vez no note la primera vez.
Es una casa acojedora pero elegante de dos pisos, con tonos blancos grises y con decoraciones de madera y varias plantas.
- Mamá ya llegue - anuncia ella
Acto seguido aparece una mujer no mayor de 40, cabello castaño no muy largo y ojos grisaseos, con un delantal bien sujeto.
- Oh Ara no me dijiste que vendrían visitas, yo toda desarreglada - se disculpa - mucho gusto me llamo Cosett, la mamá de Ara.
- Un placer señora Blake, por cierto tiene un bonito nombre - le digo y tomo su mano para besarla por la parte de arriba.
- Ya iba a servir la mesa si quieren se van sentando - dice mientras señala la mesa y luego se va hacia la cocina.
La pelinegra se gira hacia donde estoy mirándome con una ceja enarcada y mirada burlona.
- ¿Ahora adulas a mi madre? - me dice divertida -
- Yo se lo que es educación no como tu - agregó
- Si, aja - me dice
- Calla y vamos - mando y empiezo a andar
- Eres muy mandon - espeta
- Como si eso no te gustara - le digo con mirada lobuna
Idiota narcisista - la escucho decir con diversión en susurro detrás de mi lo que solo causa que sonría con picardia.
Y eso me da una idea...
Ara
- Creo que he desarrollado una adicción a escucharte insultarme - me dice acercándose a mi lentamente y sin quitar su mirada de la mía - me causa mucha gracia.
- Tu te ganas que te insulte - le digo sin quitar mi mirada de la suya.
Doy un paso hacia atrás mientras el da uno hacia mi, noto como mi respiración se hace un poco pesada, como su mirada ve con picardia a la mía y la mía le devuelve el sentimiento.
- Eres muy atrevida aveces - me dice
- Es tu culpa por provocarme - defiendo
- Quien lo diría tal vez la famosa Ara Blake sea más oscura de lo que la gente cree - me dice mientras cada uno tiene el mentón en alto - quien diría que es eres tan grosera y atrevida.
- Como estas tan seguro, puede ser que solo veas cosas en donde no las hay, después de todo narcisismo es lo que te sobra - le respondo con mirada altiva y burlona.
