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capitulo nueve: bailando en silencio.

Jueves 7 de Noviembre.

No fue el fin de semana a sus clases normales con Remus, aún estaba enojada con él aunque se prometió a si misma que lo haría ni bien llegara el lunes temprano porque no podía seguir acumulando pendientes viendo a sus amigas disfrutar de sus días libres luego de haber entregado todo.

Ahora todo había vuelto a la normalidad, el mal entendido se resolvió y Olivia volvió a hablarle  (aunque Mareena estaba un poco ofendida por la situación pero decidió actuar con normalidad).

Sin embargo cuando llegó el lunes, él no se encontraba en la biblioteca pero sus libros sí. Estaban bien acomodados en una pila con una nota arriba de ellos que decía que no podría ir ese día pero que podía seguir sola. Lo intentó pero terminó quedándose dormida.

A la noche le llegó una carta diciendo que tampoco podría ir al día siguiente o al otro, lo que comenzó a desesperarla porque los trabajos seguían acumulandose. Maldecía por lo bajo a altas horas de la noche mientras intentaba hacer las tareas por si sola inútilmente y teniendo que despertar a sus amigas para que le presten los trabajos viejos para copiar.

Pasó todo el martes y miércoles así y se sintió tan agotador hacer las cosas sola que creyó que iba a rendirse para el jueves. No se despertó temprano ese día y llegó a penas tarde para el desayuno, ya se había dado completamente por vencida.

—Te ayudaremos ¿Cuántos trabajos tienes pendientes? —Astrid intentó animarla.

—tres... tal vez cuatro... —dijo pensativa haciendo cuentas en su mente.

—No son tantos, a puesto que los podemos terminar en un día-

—Por materia.

Esta vez fue Olivia la que se ahogó con su desayuno y ella le hacía palmaditas en la espalda, Astrid había quedado con la boca abierta y la mirada fija en ella, incluso podría haber jurado que su piel morena había palidecido.

—Estás muerta.

—¡Astrid! —la regañó la albina.

—¡¿Que?! Es verdad. Solo con la diadema de Ravenclaw podrías hacerlo, Mare.

Mareena escondió su cabeza en sus brazos, estaba tan cansada y solo quería acostarse a dormir. No servía pensar en los trabajos pendientes de octubre y noviembre que aún no había entregado, para su suerte había entregado todos los de septiembre pero siempre iba un paso atrás del resto y por más que se esfuerce y no quiera admitirlo, no podía sin Remus.

Las lechuzas entraron para entregar el primer correo del día, ella no se molestó en mirar pues raramente tenía correo pero ese día a todos les llamó la atención ver tres lechuzas totalmente blancas entrar al Gran Salón, incluso Olivia la codeo para que las vea, tan hermosas y majestuosas. Dos fueron a la mesa de Slytherin y, para su sorpresa una a la de Ravenclaw, dejando caer una carta del mismo color justo delante de ella.

Tenía su nombre escrito en dorado, había omitido su primer nombre por lo que Alya Black brillaba en la parte frontal de la carta blanca que de a poco iba dibujando flores doradas también. Sus amigas se acercaron a verla también e inesperadamente cayeron otras dos cartas en sus cabezas, una que venía del pico de la lechuza de la familia y la otra de una que no pudo reconocer.

Mareena miró las tres cartas sin saber cuál abrir primero, estiró su cuello y vio que los otros dos que habían recibido la misma carta de la lechuza blanca eran Regulus y Nathaniel.

—Es la invitación de la boda de Narcissa, —dijo al fin— y esta debe ser de madre aclarando algo sobre la fiesta y esta...

Suspiró y dejó todas cartas adelante suyo para seguir desayunando, escuchaba de fondo sonidos de pianos y violines, supuso que provenía de los otros dos invitados por qué todos miraban hacia la mesa de Slytherin con mucha intriga.

❛𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖𝐒❜ ᵃ ʳᵉᵐᵘˢ ˡᵘᵖⁱⁿ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora