—¿Disculpa?
—Quiero decir no es una cosa mala. —Le di la característica sonrisa
de Justin —. Es sólo un hecho. Realmente no sabes cómo mover tus
caderas.
—Eres un imbécil. —Sacudió la cabeza.
—Mejor un imbécil que deprimido, ¿verdad? —Le guiñé el ojo y vi
como sus ojos se suavizaban.
—Si alguna vez quieres hablar acerca de eso sabes que estoy aquí,
¿verdad? —Tomó mi mano y la apretó suavemente.
—Estoy bien, _____.
—Lo sé. Tú eres el hombre, Justin . Eres más fuerte que Himan.
—Me alegra que lo reconozcas. —Tomó otro trago de la cerveza.
—¿Quieres ver una película? —Bajó su cerveza hacia un lado de la
mesa.
—Sólo si no es una película para chicas. —Me acosté a su lado y
sentí nuestros hombros tocarse.
—No te puedo prometer que no habrá pollos en la película.
Cambió el canal a Netflix. —¿Puedes al menos prometerme que no habrá pollos lastimados
durante el rodaje de esta película? —bromeé.
—Te puedo prometer que no me hirieron al hacer la película.
—Bueno, eso es bueno —dije seriamente y ambos nos reímos.
—Está bien, ¿qué deberíamos de ver? —Empezó a ver los títulos y se
detuvo—. ¿Qué te parece esto?
—¿Una noche fuera de serie? —Leí el título en la pantalla—. Paso.
—Tiene a Steve Carrell.
—Él no es gracioso.
—Bien —gruñó y se detuvo de nuevo—. ¿Qué te parece esta?
—¿Estás bromeando? —La miré como si estuviera loca—. De
ninguna maldita manera voy a ver una película llamada “La bella y el
maletín”.
—No aprecias el buen arte —murmuró y comenzó a reír.
—Realmente no estás tratando de sugerir que una película llamada
La Bella y el maletín es una obra de arte, ¿verdad? —La miré y levanté
una ceja—. Lo siguiente que dirás será: “Zack y Miri hacen una porno,
deberían haber ganado un Oscar."
—Muy divertido, Justin . —Negó con la cabeza, pero pude ver un
atisbo de sonrisa en su rostro.
—¿Harías porno? —Le pregunté pensativo mientras seguía mirando
las películas.
—¿Qué? —Me miró como si estuviera loco—. Por supuesto que no.
—Sólo preguntaba. No hay necesidad de arrancarme la cabeza.
—¿Tú harías porno?
—No. —Negué con la cabeza y luego sonreí—. Sin embargo, me
gustaría hacer una grabación con sexo.
—Justin —gimió—. Por supuesto que lo harías.
—Vamos. Basta. —Me reí—. Creo que sería bastante caliente verme
manos a la obra. —Yo no podría verlo.
—No me importaría. —Me reí y la miré—. No tengo secretos contigo.
—Ese es un secreto que no me importaría que te lo guardes.
—¿Así que no verías mi grabación?
—Diablos, no. —Se estremeció—. ¿Tú verías la mía?
—No lo sé —murmuré y sentí una punzada de algo en mi estómago
siquiera al pensar en ello—. Probablemente no. —Fruncí el ceño, con
imágenes de ella en la cama teniendo relaciones sexuales con alguien
cruzándose por mi mente—. Eso sería asqueroso.
—¿Es asqueroso tenerme en un video sexual, pero no lo es que tú lo
tengas? —Cruzó las piernas y la observé mientras sus pantalones cortos
subían aún más por sus muslos.
—No vamos a hablar más acerca de grabación con sexo. —Agarré
el control remoto—. Déjame encontrar una película.
—Oye —gritó—. Yo buscaba.
—Estás siendo demasiado lenta.
—No, no lo estaba. Sólo me detuve porque me hiciste una pregunta.
—Bueno, no voy a hacer ninguna pregunta en este momento. —
Seguí cambiando—. Oye, ¿qué pasa con Los indestructibles?
—¡Nop! —exclamó inmediatamente.
—Está bien. —Suspiré—. Estoy seguro que lo disfrutarías.
—Estoy segura que no lo haré —replicó.
—Amiga, Sly Stallone está en ella.
—Amigo, no soy un chico y no me importa Rambo o Rocky o quien
sea que era.
—Era Rambo y Rocky.
—Lo que sea. —Se echó a reír—. Podría haber sido Barney, no me
importa. No me interesa.
—¿Qué hay con “El trasportador”? —Me detuve y le sonreí —. Ésta es
buena. Ya la he visto. —No, gracias. —Sacudió la cabeza y nos quedamos mirando uno al
otro durante unos segundos en silencio.
—Eres tan difícil —dije finalmente, ella se acercó y trató de quitarme
el control remoto—. Detente. —Sostuve el control en lo alto cuando me
agarró del brazo.
—Justin . —Se acercó y se arrodilló a mi lado—. Dame el control
remoto.
—Nop. —Me reí mientras trataba de bajar mi brazo.
—Justin —dijo mi nombre en un tono más suave—. Por favor.
—Nop. —Sonreí y la aparté.
—¡Justin ! —Su voz era más firme y me agarró del brazo con ambas
manos—. Por favor. —Se acercó aún más a mí y sentí sus pechos
presionándose ligeramente contra mi hombro.
Toc Toc
—¿Qué está pasando aquí? —Linda entró sin esperar respuesta.
—Hola Linda. —_____ se alejó de mí un poco—. Sólo estoy
tratando de quitarle el control remoto a Justin . Estamos a punto de ver
una película.
—¿En tu habitación? —Linda nos miró a ambos y sus ojos se
estrecharon.
—Sí —le respondió _____, sin notar la mirada que Linda nos
daba.
—¿Querías algo, Linda? —Miré a la compañera de habitación de
____etine y le di una sonrisa. Linda era una de esas chicas que se
encontraba enojada con el mundo por todo, pero siempre parecía
suavizarse cuando encendía mi encanto. Sabía que tenía algo por mí.
Lo hacía bastante obvio, pero yo no tenía ningún interés en ella en
absoluto.
—Me preguntaba lo que está pasando. —Me sonrió y bateó sus
pestañas—. Escuché a _____ chillando, así que quería asegurarme
que estuviera bien.
—Estoy bien. —Pueden ver la película en la sala de estar, si quieren.
—Estamos bien aquí —respondió _____.
—Mmm. —Linda hizo una pausa—. ¿Están seguros que quieren verla
aquí? Tú cama es muy pequeña. —Nos miró—. Además, es un poco
raro. La gente puede tener una idea equivocada si supieran que
ustedes ven películas en la cama juntos. —Hizo una mueca—. Y además
él se queda mucho por aquí. No es que eso sea asunto mío, pero es raro
que ustedes compartan la cama si no están saliendo.
—Hemos sido amigos durante casi quince años, Linda. —
Suspiró _____—. Antes compartíamos la ducha.
—¿No recientemente? —Los ojos de Linda se abrieron con asombro.
—Bueno, si contamos el mes pasado como reciente —dije y sonreí
con malicia.
—¿Qué? —Linda se quedó sin aliento y _____ me golpeó en el
brazo.
—Bromas de Justin , Linda. —Se echó a reír—. No hemos tenido un
baño juntos desde que éramos niños.
—Sin embargo, todavía lo recuerdo como si fuera ayer. —Le guiñé
un ojo a Linda y vi como su cara se ponía roja.
—Bueno, ya sabes… —Tragó saliva—. Si alguna vez quieres tú sabes
que… —Me sonrió sugestivamente—. Sólo házmelo saber.
—Lo haré. —Le guiñe un ojo y vi como su cara se ponía de color rojo
brillante. Nunca dejaba de sorprenderme la facilidad con la que ponías
a una mujer de rodillas. No importaba cuan sucio pensaba que eras.
Coquetea, dale una sonrisa sexy, y ¡bam!, todos los demás
pensamientos se van de su cabeza.
—Buenas noches, Linda. —La voz de _____ era cortante
mientras sacaba a Linda de la habitación.
—Oh, buenas noches. —Linda parecía frustrada cuando salió de la
habitación y sentí a _____ mirarme mientras me recostaba.
—¿Qué? —le pregunté.
—¿Por qué coqueteas con ella cuando sabes que no te interesa? —Me hace sentir bien. —Me encogí de hombros—. ¿Qué hay de
malo con eso?
—La haces sentir como si tuviera oportunidad. —Suspiró—. Es malo.
—¿Cómo es eso malo?
—Porque no tiene oportunidad.
—Bueno, nunca se sabe… —Dejé que mi voz se fuera apagando y
me golpeó en el hombro.
—Eres repugnante.
—Mmm prefiero fácil.
—¿Prefieres ser llamado fácil?
—Prefiero ser llamado caliente, pero bueno, no siempre podemos
tener lo que queremos. —Pasé los dedos por mi cabello—. No puedo
hacer nada si todas las chicas me quieren.
—Lo que sea. —Puso los ojos en blanco y tomó el control remoto de
mis manos—. ¿Quién está al mando ahora? —Se rió mientras cambiaba
las películas.
—Dejare que tú lo hagas. —Me encogí de hombros y la vi reír. Sonreí
mientras me inclinaba hacia atrás y miraba a la pared. Me encontraba
agradecido de que _____ no me preguntara por mi madre y mis
sentimientos. Habían pasado años desde que la había visto y odiaba
hablar de ella. _____ sabía que era algo que no estaba dispuesto
a discutir. Me gustaba el hecho de que ella respetara mis deseos y me
sentía agradecido de que siempre podía hacerme sonreír—. Puedes
elegir la película —dije finalmente—. Sólo por favor, por favor, por favor,
nada con Channing Tatum.
—¿Qué?
—Nunca seré capaz de eliminar esos movimientos de Magic Mike de
mi cerebro. —Me estremecí e hice una mueca—. No quiero ver una
película sobre strippers masculinos.
—Sin embargo, te encontrabas bien con ver Showgirls. —Puso los
ojos en blanco de nuevo.
—Uh, sí. Mujeres calientes en topless, teniendo relaciones sexuales en
el bar y en la piscina, está bien para mí cualquier día de la semana. —Me lamí los labios—. Demonios, me encantaría tener sexo en una
piscina.
—Justin —gimió.
—Bien, no vamos a hablar sobre sexo, pero pones una película para
chicas te procederé a contar todo sobre cuando tuve sexo en el cine
y…
—Detente. —Golpeó su mano contra mis labios y me miró—.
Podemos ser mejores amigos, pero no quiero saber todos tus detalles
íntimos.
—Pero eso es parte de la diversión de ser los mejores amigos. —
Sonreí y le lamí la mano. Me eché a reír cuando gritó y apartó la mano.
—Eres asqueroso. —Puso los ojos en blanco y me reí. Salté de la
cama, me quité los pantalones y la camiseta y salté de nuevo a la
cama, usando sólo mis calzoncillos.
—Te sientes demasiado cómodo conmigo, Justin . —Negó con la
cabeza mientras miraba a mi pecho desnudo.
—¿Qué? —Me reí y me estiré—. Me has visto en calzoncillos antes.
—Lo sé. —Suspiró—. Pero pensaba en lo que dijo Linda. ¿No crees
que es raro que todavía te quedes a dormir? —Hizo una pausa—. Y está
el hecho de que duermes sólo en calzoncillos.
—Sería raro si tú estuvieras desnuda. —Me encogí de hombros—.
Pero, ya que usas pantalones cortos y una camiseta sin mangas, no es
tan raro, ¿verdad? —Ignoré el hecho de que mi cuerpo reaccionaba a
ella de una manera que sin duda no era platónica.
—Supongo. —Suspiró y se mordió el labio inferior.
—¿Qué pasa? —le pregunté en voz baja.
—Sólo… —Suspiró y siguió mordisqueándose—, es sólo que no sé si le
estamos dando a la gente una impresión equivocada.
—¿Una impresión equivocada?
—¿Como si estuviéramos saliendo o algo así? —Saltó de la cama—
. Levántate, tengo que acomodar las sábanas.
—No importa lo que la gente piensa. —Penelope piensa que actuamos como un viejo matrimonio,
aunque no tenemos ninguno de los beneficios. —Suspiró mientras se
metía debajo de las sábanas.
—¿Qué se supone que significa eso? —Me metí en la cama junto a
ella.
—Eso significa que somos íntimos de una manera en que la mayoría
de las personas no lo son, pero, sin embargo, no somos realmente
íntimos.
—Un montón de amigos comparten camas, _____. —Estiré mis
piernas y sentí las suyas rozar las mías—. Somos adultos maduros. ¿A
quién le importa lo que piensen los demás?
—Es sólo que tal vez no es saludable. —Suspiró y se acurrucó en las
sábanas.
—¿Que no es saludable? —Puse mi brazo alrededor de su hombro y
se acurrucó en mi pecho.
—Esto. —Me miró a los ojos mientras su brazo se arrastraba a través
de mi pecho—. Tal vez no deberíamos compartir la cama más.
—Eso es estúpido. —La miré y vi su cara sonrojarse—. Si estamos
cómodos con esto, entonces, ¿a quién le importa lo que piensen los
demás?
—Supongo. —Suspiró y sentí su aliento sobre mi pezón.
—La mayoría de la gente no tiene un amigo como nosotros. —Le
acaricié el cabello y me relajé de nuevo en la cama—. No entienden
que se puede estar cerca de alguien, sin sexo. Están celosos.
—Supongo. —Apoyó su barbilla en mi pecho y se movió contra mí—.
Es sólo que no sé si somos demasiado mayores para seguir siendo así de
cercanos.
—No hay límite de edad para una amistad, _____. —Moví mis
piernas y deslicé una entre las de ella para sentirme más cómodo—. La
gente está celosa de lo cercanos que somos. —Cerré los ojos mientras
sentía sus dedos recorrer por mi pecho. Se sentían suaves contra mi piel
y me sentí relajado sosteniéndola en mis brazos.
—¿Te afeitaste? —Me preguntó en voz baja, abrí los ojos y la vi
sonriéndome ampliamente. —¿Eh? —Fingí ignorancia.
—¿Te afeitaste el pecho? —Sonrió ampliamente ahora—. No hay
vellos en tu pecho.
—No sé de lo que estás hablando.
—Oh, Dios mío, Justin , eres tan vanidoso. Te afeitaste el pecho —dijo
y luego se rió mientras pasaba sus manos sobre mi pecho.
—Oh, Dios mío, _____, eres tan vanidosa, no hay vello en tus
piernas. —Imité su voz femenina y pasé las manos por sus piernas. Eso
fue un error. Sentí sus piernas suaves y blandas al tacto, y me encontré
endureciéndome mientras ella se movía contra mí. Su cadera se apretó
contra mi ingle y traté de alejarme mientras me volvía muy consciente
de lo cerca que nos encontrábamos. Mi cabeza comenzó a martillar
mientras movía mis manos lejos de sus piernas rápidamente. Esto no
tenía que suceder. No se suponía que debía empezar a ver a
_____ como mujer. Ni siquiera estaba seguro de por qué mi
cuerpo reaccionaba de esta manera. No era como si no hubiéramos
compartido la misma cama cientos de veces antes. Muchas veces, ni
siquiera llevaba pantalones cortos. Gracias a Dios ahora tenía
pantalones cortos. No estaba seguro de lo que habría hecho si sólo
hubiera estado usando su camiseta y las bragas. ¿Quién sabe lo que mis
manos habrían hecho, o a donde habrían ido?
—Ugh. —Se apartó de mí—. Me olvidé sacarme el sujetador. —Vi
cómo se desabrochó el sujetador, lo sacó de su camiseta y lo tiró al
suelo. Evité mirar su pecho. No necesitaba ver sus senos descubiertos
empujando contra su camiseta sin mangas—. Maldita sea, tengo que
apagar la luz. —Suspiró y saltó de la cama. Me quedé mirando su culo
mientras caminaba para apagar la luz—. ¿Listo para la película? —
Sonrió mientras saltaba sobre la cama. No podía dejar de mirar sus
senos rebotando mientras se movía y ahogué un gemido cuando se
acurrucó a mi lado otra vez. Tal vez sus amigas tenían razón. Tal vez nos
estábamos volviendo muy mayores para esto.
—Sí, claro —murmuré y me estiré—. Sin embargo, me podría quedar
dormido. Me siento cansado.
—¿Así que puedo elegir lo que quiero ver? —Me miró y sonrió.
—Síp. —Fingí un bostezo y cerré los ojos—. Me siento adormilado. —Buenas noches, dormilón —susurró, se inclinó y me besó en la
mejilla. Sentí sus pechos apretarse contra mi brazo mientras me besaba
y apreté los puños para detenerme de agarrarla por la cintura y tirarla
encima de mí. Me fruncí el ceño. Estos no eran los pensamientos que
quería tener sobre _____.
—Buenas noches —le susurré y traté de controlar mi respiración
mientras se acomodaba a mi lado. De repente fui consciente de lo
cerca de la desnudez en que ambos nos encontrábamos. Su cuerpo se
sentía caliente al lado del mío. Su aroma llenaba mi nariz y su cabello le
hacía cosquillas a mi pecho. De repente, compartir la cama con
_____ no se sentía tan inocente. Se sentía como la tentación. Y no
me gustaba. _____ era la última persona con quien me
engancharía. Eso lo arruinaría todo. —¡Mierda! ¡No escuché la alarma! —_____ se levantó de un salto
y brincó fuera de la cama como una persona loca.
—¿Y?
—Tengo grupo de estudio a las ocho. —Abrió su armario, agarró un
suéter y se lo puso—. Mierda, no puedo ni bañarme.
—Yo tomaría uno extra largo. Sólo por ti. —Sonreí y la observé correr
alrededor.
—Eres tan considerado.
—Intento serlo. —Me estiré y agarré la otra almohada y la puse
debajo de mi cabeza—. Oh, ahora estoy tan cómodo.
—Imbécil. —Me dio la espalda y llevo sus dedos sobre su cabello
para alisarlo.
—¿Es tan importante el grupo de estudio? —Miré mi reloj—. Te has
perdido la mitad de la reunión.
—Argh. —Me frunció el ceño y agarró su bolso—. No me lo puedo
perder. Tengo que ir. Te veo después.
—No voy a hacer nada. —Agarré el control remoto y prendí el
televisor—. ¿Te veo para el almuerzo?
—No puedo. —Sacudió la cabeza—. Tengo que estudiar para un
examen.
—Está bien. —Me encogí de hombros.
—Con Penelope. —Me detuve de quejarme en voz alta. Por
supuesto, Penelope tenía que estar involucrada. Me encontraba tan molesto de que _____ estuviera dejándome fuera de las
actividades día tras día porque salía con Penelope.
—¿Tal vez mañana?
—Tengo una cita. —Mentí, sintiéndome irritado.
—Oh, está bien.
—Te llamaré después.
—Bueno, chao.
Corrió fuera de la habitación y me tumbé en la cama. No tenía
ninguna clase los lunes, pero hoy se suponía que iría al trabajo. Sin
embargo, no tenía una hora de llegada en la compañía. A mi papá
realmente no le importaba cuando llegaba. Se encontraba muy
ocupado haciendo tratos para preocuparse por mí. Agarré mi teléfono
y miré si tenía algún mensaje. Tenía cinco llamadas perdidas de cinco
chicas diferentes y ocho mensajes. Los miré pero no respondí ninguno
de ellos. Me acosté de espaldas en la cama y pensé en la noche
pasada, en cómo había estado de excitado por tener a _____
apretándose contra mí.
—Tú necesitas calmarte, Justin —me murmuré a mí mismo, y salté
fuera de la cama. Vi las sabanas revueltas y suspiré. ¿Qué mierda
hacía? ¿Había algo realmente malo conmigo? Quizás _____ y
Penelope tenían razón. Me estremecí con el pensamiento de estar de
acuerdo con Penelope, pero yo empezaba a preguntarme si no estaba
jugando con fuego. Tal vez no era inteligente seguir compartiendo la
cama con _____. Seguía siendo inocente y seguía disfrutando la
comodidad de dormir juntos, pero empezaba a inquietarme de jugar
con fuego. ¿Nos usábamos sólo para tener a alguien con quien salir?
Suspiré y me empezó a doler la cabeza. No quería pensar sobre
esto en absoluto. Tomé mi teléfono de nuevo y llamé a Lily, una chica
que conocí en mi clase de informática.
—¿Hola? —respondió con una voz sensual.
—Oye Lily, es Justin . De informática —añadí en caso de que no
recordará quien era, cosa que sabía que era muy improbable.
—Oh, hola Justin —dijo tranquilamente, pero podía oír la emoción en
su voz. —¿Quieres ir a desayunar?
—Tengo clase en quince minutos. —Sonó triste—. Tal vez podamos
almorzar.
—La oferta es para desayunar. —Agarré mis pantalones y me los
puse—. Si no puedes, está bien.
—No, no. Yo puedo —hablo rápidamente, no queriendo perder su
oportunidad de una cita conmigo.
—¿Nos encontramos en IHOP?
—¿IHOP? —repitió.
—Sí, IHOP —dije despacio—. Estaré ahí en quince minutos.
—Está bien —concordó—. Gracias, Justin . Estaré esperando a…
—Nos vemos.
Colgué mientras hablaba y rodé loss ojos mientras me ponía la
camisa. Realmente no quería escuchar lo que tenía que decir. Espero
que no piense que esto era el comienzo de una hermosa relación.
Necesitaba a alguien para desayunar. Necesitaba a alguien para alejar
mi mente de las preguntas alrededor de mi cerebro sobre mi amistad
con _____. Estaba seguro que no necesitaba a alguien tratando
de hacerlo ver más de lo que era. Caminé hacia el baño de _____
y lavé mi cara rápidamente. Miré fijamente mi reflejo en el baño y
estudié mis facciones. Mis ojos se veían más azules en la luz de la
mañana. Le sonreí a mi reflejo y me di a mí mismo una sonrisa de Justin .
_____ siempre se reía cuando intentaba usarla con ella. Fruncí el
ceño con el pensamiento.
¿Por qué no podía dejar de pensar en ella? Cogí su cepillo de
dientes, lo enjuagué y lo usé. Sabía que estaría furiosa si se daba cuenta
que lo usaba, pero a mí no me daba asco usarlo. Me cepillé los dientes
rápidamente y caminé por el apartamento apresuradamente. Llegué al
IHOP en menos de diez minutos y vi a Lily esperándome al frente del
restaurante.
—Hola, Justin . —Sonrió ampliamente, sus ojos verdes encantados de
verme.
—¿Cómo te va? —Sonreí y abrí la puerta para entrar en el
restaurante. —Muy bien. —Se lamió los labios—. ¿Acabas de bañarte?
—No. —Sacudí mi cabeza—. Pasé la noche en casa de una amiga,
así que solo me lavé la cara y cepillé los dientes. Con su cepillo dental.
—Miré fijamente sus ojos. Parecía desconcertada pero seguía sonriendo.
—Oh. —Mordió el labio de abajo—. ¿Es tu novia?
—¿Novia? —Me reí a carcajadas—. No.
—Oh. ¿Amigos con beneficios?
—No me da ningún beneficio. —Puse mi brazo alrededor de su
cintura, ansioso de llevar la conversación lejos de _____—. Por eso
es que te llamé.
—Oh. —Se sonrojó y me sonrió.
—Sentémonos. —Nos sentamos en una mesa, yo al lado de ella—.
¿Tienes hambre?
—Sí. —Asintió y sus ojos se agrandaron mientras mi mano se movía
por su pierna. Usaba pantalones cortos así que deje mi palma descansar
en su muslo.
—Yo también. —Moví mi mano más lejos, así me encontraba cerca
de su humedad. O lo que supuse que se mojaba mientras nos sentamos
ahí.
—Yo, eh… —Me miró con ojos llenos de lujuria—. Tienes lindos ojos.
¿Te lo han dicho antes?
—No. —Mentí—. Gracias. —Moví mi mano de sus piernas y abrí el
menú—. Creo que comeré panqueques y café. —Cerré el menú y miré
alrededor del restaurante para luego voltear hacia ella—. Entonces,
¿qué quieres hacer después de que comamos?
—Bueno, tengo otra clase —habló entre dientes y se movió en su
silla.
—Tú en serio no quieres ir a clase, ¿cierto? —Levanté una ceja hacia
ella.
—Bueno, depende de que trata tu oferta. —Sonrió y baje la mirada
hacia mis pantalones. Le sonreí. Me gustaban las mujeres que iban
directo al asunto—. Depende de lo que quieras que sea. —Guiñé el ojo
y me llevé los dedos al cabello—. Estoy listo para lo que sea. —Bien.
Miró rápidamente alrededor del restaurante y luego sentí sus dedos
en mi entrepierna. Bajó mi cremallera velozmente y empujó su mano
dentro de mi pantalón y agarró mi pene a través del bóxer. Movió sus
dedos de un lado para otro rápidamente y yo me moví en el asiento, sin
sentirme caliente para nada.
—Hmm. —Frunció el ceño mientras jugaba conmigo, pero no me
sentí duro.
—¿Qué? —murmuré molesto, sin entender porque no me excitaba.
—Yo sólo… —Suspiró—. Espera.
Dejó caer su servilleta en el suelo y se puso bajo la mesa. La observé
con asombro. Y no porque iba a hacerme sexo oral debajo de la mesa,
sino porque iba a hacerme sexo oral debajo de una mesa sin mantel. La
sentí tirando mi pene fuera de mis pantalones y luego sentí el calor de su
boca mientras me tomaba dentro de ella y movía de abajo hacia
arriba. Sentí su lengua lamiendo mientras chupaba la punta de mi pene,—