La sesión de terapia de grupo es en el sótano de la casa de alguien. No estoy interesada cuando llegamos, ni cuando me siento en una silla ubicada en un círculo en el centro de la habitación. Las paredes son de un azul brillante que le molesta a mis ojos y las brillantes luces neón de un letrero a mitad de la sala con las palabras "Sonríe, sé feliz" me hace rodar los ojos.
Un chico se detiene delante de mí y dice algo.
Lo miro, me saco los auriculares— ¿Disculpa, qué?
— ¿Te puedo contar un secreto? —sonríe revelando un par de hermosos hoyuelos.
Asiento suavemente.
—Green Day es mejor que my chemical romance
Parpadeo—No soy muy fan de Green Day, así que lo dudo.
Sonríe de nuevo y me derrito.
—¿Puedo sentarme?
Miro a mi alrededor—Sí, claro.
Puedo ver la diversión en su rostro.
—¿Así que no te gusta Green Day? —Negué—¡Dios!
Chasqueo mi lengua—¿Es un delito o algo?
Sonríe—Debería pero lo dejaré pasar.—se encoge de hombros, luego toca su brazo.
Mis ojos se detienen en la vía que hay en el brazo—¿Estás bien?—hago una mueca.
Resopla—Sí, supongo.—se encoge de hombros otra vez— Es solo quimio.
La vida a veces es más jodida para otros.
Auch.
—¡Ay mierda!—hago otra mueca. —¿Qué tan avanzado está?
—Fase inicial.
Eso suena como un buen pronóstico.
—Oh genial, la esperanza de vida es como del setenta porciento o algo así ¿no?
Sonríe revelando un hoyuelo—Si—suspira— Sólo que no es mi primera vez.
Y la vida te sigue jodiendo.
Abro la boca,y la cierro de inmediato, sin saber qué realmente decir. Suspiro—. Lo siento. Eso apesta.
Y lo que más apesta es que no lo siento, ni lástima, pena o tristeza.
Asiente, frotándose las muñecas, noto algo allí también. Soy como una chismosa, una chismosa que no puede controlar su boca.
—¿Has intentado suicidarte? —digo antes de ponerle filtro. Palabras que no sé de donde salieron. Palabras malas.
—No —dice secamente—. Estoy enfermo. No estúpido.
El silencio vuelve con venganza. Me quiero golpear la cabeza con algún muro.
—Lo siento, es sólo que el hermano de un— ¿ex novio? ¿amigo? ¿exdominante?— conocido se suicidó y pues...—jode a las personas—puedes hablar conmigo si quieres.
No sabría que decir, pero no se sentiría solo.
Asiente—Gracias, lo voy a considerar. —Vemos llegar otras pocas personas—¿eres nueva? Me parece que te he visto en algún lado.
Levanta una ceja.
Me recuesto.
—Sí, soy la nueva celebridad del momento. ¿Quieres un autógrafo?
Chilla e imita una voz femenina—¿Podrías firmar mis tetas?
—Cualquier parte que desees —coqueteo.
Se ríe.
—Soy Ashton Peregrín —extiende su mano.
La miro y la estrecho. —Catrina Daniels.
—Algo me dice que será más divertido ahora.—dice y no puedo evitar entornar los ojos.
Seré sincera, no hay nada que me haga querer regresar, no la historia de cómo Alice perdió a sus hijos en el auto que ella iba manejando, o la historia de Cole de cómo el cáncer se llevó la vida de su esposa, nada de ello. Mucho menos la tonta rubia que parece que fue cagada por un unicornio.
Me encontraba completamente en blanco, ninguno de mis pensamientos estaban claros, era como si mi mente hubiera decidido sin mi consentimiento activar un mecanismo de defensa que me impidiera poder sentir emociones con normalidad.
Una total desconexión emocional.
—Nos vemos el próximo viernes—dice despidiéndose.
Aun no comprendo cómo pasé de tener sexo los viernes por las noches a estar en un club de terapia.
¿En qué momento me quebré tanto?
—No lo creo
Se detiene y me mira —¿Renuncias tan pronto?
Negué— No creo que este sea mi lugar.
— ¿y cuál es?
Suspiro derrotada —No lo sé
—Avísame si lo encuentras—abre la puerta para mí.
Asintiendo camino en dirección a mi madre.
El sol derramándose en mi piel se siente como cuchillas calientes, el movimiento del flujo de personas se siente ralentizado, agachándome ato mis cordones y me apresuro a pasar la calle pero mis pies se detienen, mi respiración se corta y me mente se queda en blanco, cuando veo a la ex novia de Kayden tomarlo de la mano y a él no parece importarle.
Quiero gritarle. Quiero acusarle de haberme lastimado. Pero una diminuta voz en mi oído no deja de susurrar. ¿Qué derecho tienes, Cat, de exigir que él se sienta culpable? No eran nada. Él siguió adelante, ni siquiera le importas.
Un auto acababa de doblar, pero no noté su aproximación mientras me quedaba viendo al estúpido de Kayden Russo. Entonces mi pesadilla se reproduce ante mis ojos, Hayden. Gritos. Sangre. Muerte.
Alguien agarra mi codo y me arrastra hacia atrás al tiempo que el conductor del auto pasa gritando improperios. Me sacaron del camino de todos modos. El pánico saltó en mis venas.
Hayden.
― ¡Nooo! ―gimoteo e intento mantenerme en pie, endureciendo mis hombros, pero acabo tropezando un paso a la izquierda.
Mierda. Mierda, mierda, mierda. Hayden está muerto, su cuerpecito frágil se rompió. Mi culpa.
―No puedo respirar―murmuro― Me estoy muriendo.
Toco mi pecho, se siente apretado. Mi cuerpo tiembla y sollozo.
¿Qué esto? ¿me estoy muriendo?
―Tranquila estás teniendo un ataque de pánico―niego con fuerza― Respira.
La voz tranquila de Ashton está en mi cabeza, a la distancia los ojos de Kayden están en mí. Todo es un raro conflicto emocional que posee mis sentidos, mi corazón late a desmedida.
Esto no se siente bien.
—Sshh—susurra— Tranquila. Sólo tienes que respirar.
Kayden está viniendo.
No,no,no,no,no.
Voy a vomitar, voy a morir. Voy a...
—Sácame de aquí, por favor.
Lo hizo.
Veinte minutos después estaba comiendo un helado mientras lloriqueaba.

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Naughty Girl
Teen FictionUna vez alguien me dijo que el que busca encuentra. Y lo encontré cuando mi único objetivo era hacer que mi mejor amigo se enamorará de mí. Cuando todas mis tácticas fallaron y me encontraba sin más opciones, descubrí su oscuro y retorcido secreto:...