Amor Prohibido (Jade Thirlwall y Tu)

Capítulo 20

No pude moverme por un largo rato. Sabía que en algún momento debía pararme e intentar buscar a los demás. Pero no lo hacía. No porque no quería. Sino que mi cuerpo simplemente sentía que no debía moverse, que debía quedarme con Liam para que no le pase nada.

Liam.

Llanto.

Dolor.

Eso era lo único que hacía. Sostenía su mano mientras lloraba. Su mano pálida y fría. Sin vida.

Si se preguntan dónde está Leigh-Anne, ella estaba en posición fetal apoyada contra la parte trasera del avión. Susurrando cosas.

Se paró de repente. Me miró.

-Levántate-
-No... Debo... Debo quedarme con Liam-dije entre sollozos.
-Ya no es Liam-la miré con cierto enojo.
-No, ya sé. Es su cuerpo... Sin embargo, es el cuerpo de él. El cuerpo con el que todos nos reíamos y con el que estábamos siempre. Será un cuerpo sin vida ahora, pero es SU cuerpo... Y es lo único que nos queda de él-respondí.
-Sí, te entiendo. Pero tenemos que seguir adelante. Tenemos que encontrar a los demás. Eso es lo que él hubiera querido-dijo con lágrimas- Tienes... que dejarlo ir-
-N-no puedo... era mi mejor amigo-

Por un lado, tenía razón. Quiero encontrar a los demás. Por otro, no quiero dejarlo solo. O al menos, a su cuerpo.

-P-puedo intentar...-
-Hazlo-

Lo miré, me despedí de él. Y le dije que nunca lo iba a olvidar.

-Ayúdame a levantarme-le dije a Leigh-Anne

Tomó de mi brazo y tiró con todas sus fuerzas. Mi pierna dolía más que antes.

Encontramos a dos... Quedan otros dos. Espero que alguien esté vivo.

Caminamos en el bosque por un largo rato. Tenía las esperanzas de encontrar a alguien... o algo.

Encontramos la cabina del avión. Podría ser lo más útil que hayamos encontrado. Agua, ropa, algo...

Ahí estaba ella.

Jade.

Estaba tirada en el suelo. Respirando. Profundamente. Estaba desmayada. Por suerte.
Tenía moretones por todo el cuerpo y la cara rasguñada.

Me le acerqué. Le grité. Me hubiera agachado pero no podía por mi pierna.

Abrió los ojos de repente.

-¡Oh Dios!-dije aliviado.
-¿Q-qué pasó?¿Dónde están todos?-preguntó confundida.
-Jade, el avión cayó... Hasta ahora... hasta ahora sólo estamos nosotros...-dije recordando a Liam.
-¿Y los demás?¿Liam?¿Jesy?¿Harry?-
-Liam... Liam y Jesy... Ellos... Ellos murieron-respondí triste.
-Oh... no...-las lágrimas comenzaron a caer. Entonces, se fijó en mi pierna-T-tu pierna,¿qué te pasó?
-Tengo una fractura expuesta... No sabes lo que duele esto. Estoy haciendo mi mayor esfuerzo para estar parado-dije con dolor.
-Siéntate... Siéntate allá-señaló la cabina.
-Sí... debería hacer eso.

Leigh-Anne ayudó a Jade a pararse y me ayudó a sentarme en la cabina con las piernas estiradas. Sacó de una valija que estaba tirada unas prendas que eran abrigadas y me las pasó para poder taparme la pierna. Jade se acostó conmigo.

Traté de relajarme un rato. Me dormí.

Hasta que escuchamos pasos.

Era Harold. Estaba lleno de sangre.

Cuando cobré la conciencia solo pude verlo a él. Llorando, cubierto de sangre. La cual venía solo de su mano, que estaba destrozada.

Escuché la conversación de Leigh-Anne y él.

-¡¿Qué te pasó?!- preguntó ella desesperada.
-Mi mano... La quebré... Estaba atascada en la pared del avión... Estaba roja, así que tomé una piedra y la quebré para poder sacarla-respondió él, llorando.
-Oh por dios...Voy a ver si encuentro un botiquín así te la vendo-dijo.

Vino corriendo a la cabina y buscó por todos los cajones y estantes. Hasta que lo encontró. Un pequeño botiquín. Para nosotros era la gloria.

Volvió con Harold y le vendó la mano para que deje de sangrar un poco. También tomó la camisa que tenía puesta él y la usó para que el brazo quede colgando de su cuello.

Eso lo tranquilizó un poco.

Cuando me di cuenta, ya era de noche. Una fría y oscura noche.

Llamé la atención de Jade.

-Jade... quiero que sepas que... Te amo. Eres la única persona a la que amo y a la que siempre amaré. Si superamos esto quiero que seas mi pareja por el resto de mi vida. Quiero que tengamos una familia juntos-le dije, soltando todo.
-_______ yo también te amo. Vamos a superar esto. Vamos a tener una familia... Y... Si pasa algo y yo no vivo. Quiero que encuentres a alguien más, quiero que te enamores. Yo nunca te voy a olvidar y tampoco me va a molestar-dijo llorando.
-No digas eso-le limpié las lágrimas-Nada va a pasarnos. Vamos a estar juntos para siempre. No lo olvides, te amo.
-Yo también.

Nos besamos. Ese beso largo que aproveché demasiado. Cada segundo contaba.