Capítulo 20

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-Amor creo que no soportaré dormir otro día más en el suelo si no accedes a que vayamos a las galerías para comprar el mobiliario me iré a dormir a mi departamento.

-Piensa que estamos acampando, pero dentro de la casa –sonríe.

-El primer día fue divertido, el segundo día fue divertido, pero ya han pasado siete días y para ser honesta ya no le veo la gracia.

-Está bien cariño, iremos de compras. –me abraza.

Visitamos varios centros comerciales y galerías, pero solo miraba y miraba. No se decidía por nada a todo le buscaba una objeción, observaba los precios de todas mis sugerencias y ponía los ojos en blanco. En fin, no pudimos avanzar mucho con las compras, por lo que, dejamos pendiente este asunto. Alejandro tenía que presentarse a una reunión para la nueva campaña de la revista y yo tenía asuntos pendientes de la empresa.

***

-Sofy, qué es todo esto, qué has hecho –dice sorprendido.

-Solo hice unos pequeños cambios, espero que te gusten.

-Amor compraste todo el mobiliario de la casa. Has gastado un dineral, no debiste ¿te has vuelto loca?

-Sí, loca, pero de amor por ti. Si tú eres feliz yo soy feliz, si yo tengo, entonces tenemos. Busquemos a Joseph quiero ver su reacción cuando vea su nueva habitación -comento muy emocionada.

Ahí están mis hombres con sus hermosos ojos, correteando por la casa, descubriendo el nuevo mobiliario. Irradian alegría y mi corazón se enternece. Entran en la nueva habitación de Joseph, ordené que la pintaran en tres tonalidades de azul el decorado de náutica hace que sus ojitos resalten más, quedan sorprendidos. Vivo enamorada de ellos todo lo que quieran se los proveeré. He conseguido algo que no estaba en mis planes, pero se fue acomodando de forma sutil, una familia, una hermosa familia. 

Mirarlos saltar sobre la cama y reírse a carcajadas me hace sentir especial. De qué sirve tener tanto dinero si no tenía en quién invertirlo. Ahora me siento completa, definitivamente no importa las bajas, si las altas son mejores. Aunque hemos sufrido algunos contratiempos nada se comprara con lo vivido en mi pasada relación. Lo de nosotros son solo pajillas que le caen a la leche.

Bendito el día en que nuestras miradas se cruzaron en aquel banco, quien diría que realizando unas diligencias de rutina me encontraría con el hombre de mis sueños, el hombre de mi vida, ese hombre con hermosos ojos turquesa y voz pícara. Mi amigo, mi confidente, mi amor, lo deseo ahora y lo desearé siempre.

-Mamá ven a saltar conmigo, salta mamá, salta –grita Joseph sacándome de mis pensamientos.

-Sí mamá, ven a saltar con nosotros –le anima Alejandro.

Saltamos como niños sobre la cama mientras reímos a carcajadas.

-Venga mi niño vamos a darnos una ducha calientita ya es hora de dormir y soñar con angelitos.

***

-Eres la mejor mujer que he conocido, jamás pensé que me enamoraría como lo estoy de ti gracias por hacer de nuestras vidas una aventura. Los días contigo son especiales, son únicos, son mágicos. Gracias por aceptar a Joseph como tu hijo y tratarlo tan dulcemente. Él se ha acoplado tan bien a ti que ya me estoy sintiendo celoso.

-Joseph es un niño muy especial llegó a mi vida sin ser invitado y se ha convertido en el centro de mi atención.

-Ven quiero hacer de tu noche una muy especial te agradeceré como mereces.

Se acerca me quita el cinturón de la bata de baño y la deja caer en el suelo me besa el hombro, luego el cuello y la boca. Me acaricia la cintura suavemente y me acerca hacia él, me levanta en sus brazos. Camina hacia la cama, me deposita dulcemente, se sube sobre mí con el cinturón de la bata amarra mis manos y las coloca sobre mi cabeza, baja por mi cuello, pecho, cintura dejando un rastro de dulces besos, gimo. Llega a mi monte de venus y lo besa con sus manos me abre los labios vaginales y pasa la lengua sobre mi clítoris, lame una y otra vez con tal destreza que me arranca gemidos de placer. Chupa, besa, muerde, siento como la sangre fluye por mi cuerpo, me siento cada vez más caliente, siento mi sexo palpitar, está hinchado y muy sensible.

Mete un dedo dentro de mi vagina, lo saca, lo mete, juega, me abro descaradamente y me ofrezco para que continúe. Ahora mete dos dedos, siento como mi vagina se dilata para recibirlos, continúa atacando mi clítoris con su lengua con la otra mano da palmaditas activando la circulación. Me está llevando al séptimo cielo con sus manos y su habilidosa lengua. Me arranca espasmos de placer, me aminoro entre sus manos, me hace suya con la boca, me hace suya con los dedos. Lo deseo y sé que me desea, succiona fuertemente, me da lametazos desde abajo hacia arriba. Mete su lengua en mi vagina, la mete y la saca con mucha destreza, mientras frota mi clítoris con sus dedos, vulve a darle palmadas sin dejar de meter la lengua a mi vagina. Despertando mis instintos carnales, me abro mucho más para darle todo el acceso que necesita. Vuelva a atacar mi clítoris con su lengua, chupa mientras con sus dedos tiene acceso profundo a mi vagina alcanzando mi punto g.

Mi cuerpo tiembla y lo siento llegar, me succiona cada vez más fuerte, introduce un dedo, luego dos, luego tres. Ahí está haciendo entrada un gran orgasmo, mi cuerpo reaccionando a su embestida me deshago en su boca y en sus manos.


IlusiónameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora