Alea iacta est

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¡Mira lo que consigue un pensamiento recurrente, ponerte a escribir!

Quiero comenzar justificandome, manotazo de ahogado para intentar mantenerme a flote entre las juiciosas miradas ajenas. Explico: No es sencillo conseguír que las ideas se lean como un Cortazar, tan emocional y soberbio que no te queda otra que sufrirr con sus desamores, por supuesto, sin sentirte empalagado. Tampoco puedo jugar con las palabras para hacer poemas sin verso con la destreza de Pizarnik, que habla de pajaros, oceanos y tristezas sin sonar ridicula y pedante. Creanme, lo intenté durante años, cuanto mas pretendía, menos autentica me leía. Uno se va recortando asi mismo con las tijeras de la interpretación de los de afuera.

El arte de escribir, es, en realidad, practica. Así de simple queridos. El desafío de la constancia. Hay ideas, hay lenguaje y hay sentimietos pero esta todo desordenado en el caos mental. Por supuesto, nos parece cristalino, hasta que hay que pasarlo al papel. 

La cuestion es que tengo un sentimiento atravesado, que vuelve una y otra vez. Se que usted, lector, me entiende. Estas en medio de una clase y se atraviesa el pícaro, como una mosca zumbando la sobremesa de un domingo veraniego. Te queres dormir y este pensamiento desfila, glorioso y a sus anchas, mezclandose con las fantasías que esquivaste durante el día. A veces hasta se te aparece en sueños. Parece compulsivo ¿me vas a decir que no? Cuanto mas queres apartarlo, cuanto mas lo barres bajo la alfombra, con mas persistencia vuelve.

Bueno, te voy avisando pensamieto recurrente, que me cansé de vos. Te voy a escupir en estas hojas y aca te vas a quedar. Vos, las fantasias, sentimientos, miedos, dudas y todo lo que te acompaña. Porque como no podia ser de otra manera, viene con todo un séquito de camaradas. Vienen de la mano, abrazados, pegoteados. No se como hace semejante nudo para filtrarse por las grietas de mis hemisferios, en serio ¡si es enorme este fantasma y a las puertas de la mente yo le pongo todas las trabas! Ahí, sabemos todos en el fondo, que reside el problema. En construir muros, en atarlo todo con cadenas.

El dilema es, querido pensamiento recurrente, ponerte en palabras sin abandonar la tarea por la mitad, el gran vicio de procrastinar. Es contarte sin caer en el cliche, sin transformarte en un menjunje de cursilerias y sin avergonzarse despues. Esto ultimo, imposible. Cuando haces arte estas despilfarrando por cada rincon fragmentos de vos, es desnudar el alma. ¿ves? ahí caí en un cliche. En mi defensa, todos sabemos que es una verdad. Estas dejando a los demas saborear, sentenciar, contemplar y analizar partes de vos, algunas, ni siquiera te das cuenta que las estas desparramando sobre la mesa.  

Mucho no me importa la etiqueta ─esa necesidad de encasillarlo todo de los seres culturales, que tampoco entiendo─ con la cual quieran asociarme. Expongo en estos párrafos mis verdades. El escritor se puede dar el lujo de fantasear, inventar, crear y destruir pero no de mentir. Es en las verdades expuestas en sus letras que se encuentra la belleza. Para mentirosos estan los polticos, los influencers, los abogados y los neuroticos.


Entonces, diria yo que el verdadero desafio, es permitirse la vulnerabilidad. 


Como venía diciendo, siempre me costó organzar las ideas. Si, a vos tambien te cuesta, no es que somos muy distintos. A lo que me refiero, es que dentro de mi mente, voy haciendo acrobacia entre pensamiento y pensamiento. Parece que ninguno encaja con el otro, pero si miras en retrospectiva, hay una telaraña que, a veces, se entiende. O quiza no, quiza no se entiende un carajo. Bueno, ¡que se le va hacer! Algunos pensamientos me hacen sentir pequeña asi que los dejo a medio cocinar y otros salen quemados de tanto sobreanalizarlos. Menos mal que no me didico a la cocina. No tengo concentración, siempre que pongo la pava me voy al patio a hablarle a las plantas, me olvido y se me hierve el agua. Asi que el mate se lava rapido porque no pienso esperar a que se enfríe. En esa oración expuse muchas cosas sobre mi ¿no te parece? Aprender a leer entre lineas, queridos lectores, es fundamental. Como cuando la profesora de literatura te invitaba a interpretar al autor y vos ni siquiera habias leido el libro, solo querias aprobar la materia y que las horas pasen rapido porque entender a otros te parecia una perdida de tu valioso y narcisista tiempo. 

delirioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora