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~Arriba esta second Riech/Imperio alemán (Si el papi de Riech) ~

(T/N) no dejaba de comerse con la mirada al alemán, ¿Como podía verse tan bien, teniendo quien sabe cuántos años? Se preguntaba sin apartar sus ojos del cuerpo contrario, molestando un poco al nazi, después de todo, se estaba comiendo con la mirada a su progenitor y eso no le gustaba.

No porqué fuera su padre, si no porque estaba celoso.

T. Riech: Se te cae la baba maldita cerda -Dijo enfadado, tirándole la toalla sucia a la cara.

-¡Eres un asqueroso Riech y de paso me vas a dañar el maquillaje! -Reprochó con molestia, dejando el trozo de tela a un lado con asco.

I. Alemán veía la escena con confusión y una pizca de diversión, primera vez en cien años que el veía de aquella manera a su heredero, después de todo su hijo no era alguien celoso y que ahora salga con aquel comportamiento, sin duda le dejaba un agradable además de divertido recuerdo.

I. Alemán: Una señorita no debe demostrar sus emociones de esa manera -Reprendió con seriedad.

-¿Por qué no? -Le cuestionó- Solo me defiendo de su mal educado y bastardo hijo -Confesó vulgar, asombrado al alemán.

I. Alemán: Dieses kleine Mädchen ist sehr schlecht ausgebildet. (Esta niña es muy mal educada) -Le dijo a su hijo ofendido.

T. Riech: Vater ist nicht schlecht ausgebildet, nur etwas Besonderes (Padre no es mal educada, solo algo especial) -Respondió con seriedad, pero un semblante relajado.

Después de un rato conversando entre los tres, imperio alemán descubrió que la querida amiga de su hijo era más culta e inteligente de lo que pasaría. (T/N) era el claro ejemplo de "No juzgues un libro por su portada" ella podría parecer el ser mas inocente además de estúpido en el mundo, pero por dentro era como un demonio lleno de conocimiento y las herramientas necesarias para destruir a cualquiera que se le cruzará en el camino y quisiera dañarle los planes.

[...]

I. Alemán: ¿Qué tanto sabes de mi hijo? -Le pregunto con algo de curiodad.

-Lo suficiente para ponerle un altar y rezarle por su potencial -Bromeó jocosa, mirando de reojo al nombrado.

I. Alemán: ¿Uh? Esa no es una respuesta, solo es un chiste de mal gusto.

-¿Disculpe? -Le miro algo asombrada, para poner una sonrisa orgullosa y presumida- Lamento que no me haya entendido bien, porque pensé que le habría quedado claro que estudie geopolítica, cultura y estragia alemana, para tener la dicha de venerar a su hijo como si fuera mi Dios -Confesó tanajnte y con diversión, el nazi sonrió divertido al ver la cara de confusión y asombro de su padre.

I. Alemán: Eres ciertamente interesante.

-Lo sé, soy una cajita de sorpresas -Le dijo sin mucha importancia.

Ambos alemanes miraban a la pelirroja no como una mujer, si no como un demonio, era hermosa a la vista, pícara, con una mirada que te invitaba a cometer múltiples cosas solo para tocar su piel; pero tan bien poseía una inteligencia basta, casi inhumana. Sin duda no era una mujer, era la maldita caja de pandora.

My Daddy es un Country? ( CountryHumans y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora