Guarida

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Yoongi estaba confundido, todo parecía bien unos minutos antes, su lobo parecía tranquilo y creía que lo había controlado al dejarle claro que no podía reclamar ese omega, y ahora estaba aquí, luchando internamente con sus instintos, con su lobo que reaccionaba territorialmente con la presencia de otro alfa tan cerca.

Su lobo estaba sólo esperando algún paso en falso para salir y reclamar como suyo ese omega y enfrentarse a ese alfa que osaba invadir SU espacio, Yoongi podía sentirlo, no estaba controlando a su lobo, estaba apenas conciente y le sorprendía poder comunicarse para advertir a Namjoon, ni siquiera noto cuando perdió el control, su lobo y él siempre se han llevado bien, no entendía ahora el arranque territorial ni la reacción de su lobo y no contestaba a su llamado, demasiado ocupado en observar cada micro reacción del otro alfa.

Namjoon retrocedió, y no por ser de menor jerarquía, al contrario, sentía que como buen líder debía darle una oportunidad de tranquilizarse y mediar la situación para saber como lidiar con ella, si Min estaba por perder el control de su lobo, no sería culpa de Namjoon hacerlo explotar, de hecho, ahora que pensaba en los días anteriores y por las otras reacciones de alfas obsesionados por su primo, Min le parecía de lo más sensato, y con fuerte conexión con su lobo para poder seguir controlandolo y aún mantener la suficiente humanidad para lograr pedirle que no se acercará.

Evaluó a Jimin y el ambiente desde su sitio, el rubio se veía tranquilo, no había marca en su cuello ni en sus piernas, así que no había sido agredido, quizá ni siquiera había sido tomado, las feromonas en el aire, ahora que lo analizaba no eran de excitación, eran de refugio, el tipo de feromonas que lanzan los alfas y omegas para tranquilizar a su pareja, se sentía más como si hubieran construido un refugio, un lugar donde ambos se sintieran seguros y quizá por eso el lobo de Min estaba tan territorial, literalmente estaban entrando a su guarida y él sólo la protegía.

Una vez que razonó todo, dio un par de pasos en retroceso, sin dar la espalda ni ver fijamente a los ojos al pálido alfa, llamó en un tono bajo a Jin, - Jinnie, vamos a la otra casa, dale a Jimin los supresores de tu bolsillo y su celular.

Jin estaba por preguntar que rayos pasaba por su cabeza al dejar a Jimin con ese alfa que no conocían pero Jimin tomó sus manos entre las suyas y asintió silencioso, la mirada de Jimin era tranquila y no había miedo, Jin le dio las cosas de su bolsillo, se puso de pie y caminó despacio hacia donde lo esperaba de pie Namjoon.

En cuanto ambos salieron, y cerraron la puerta tras de sí, Yoongi se desplomó soporoso y exhausto en el sillón, Jimin de inmediato se acercó y se acomodo sentado en la alfombra apoyando su quijada en la rodilla de Min, puso suavemente su mano derecha sobre el muslo del pálido alfa llamando su atención, lo miró con ojos vidriosos que denotaban preocupación.

- Estoy bien, pequeño, sólo estoy cansado, mi lobo, casi pierdo el control, ¿Estás bien? ¿Estás asustado? - le dice bajando su tono, suavizandolo lo más posible, casi como un mimo.

Jimin niega y hace un movimiento casi trepando al alfa pues no se separa totalmente en ningún momento, hasta colocarse sentado frente a él en su regazo, escondiendo su rostro en su pecho y dando pequeñas olfateadas fugaces sobre su cuello, liberando así mismo, feromonas para calmar a su alfa, si, Jimin sabe que el alfa no lo acepta pero él no puede evitar sentirse suyo y odiar la idea de compartirlo, su omega quiere reclamarlo.

- A-alfa ~ - su voz sale esta vez, aguda, melosa, casi suena como un niño pequeño, Yoongi lo reconoce, ese no es Jimin, es su omega llamando a su lobo.

Yoongi acaricia su espalda y libera feromonas, marcando con su olor al rubio, que inmediatamente cae en sopor, totalmente relajado por las feromonas, - Omega, eres hermoso, sería un honor si me escoges como tu alfa, pero necesito saber primero si tu humano se siente igual, y para eso, tenemos que estar conscientes, sin celos de por medio - susurra Min en el oído del rubio mientras sigue dejando caricias en su espalda logrando que este duerma.

Jimin no es sumiso, nunca lo ha sido, es arrogante, orgulloso y demandante, egoísta incluso y tesonero pero no puede evitar la necesidad de serlo con este alfa, que ni siquiera se porta intimidante ni posesivo con él.

Es como si Min tuviera algo que bajara las defensas de Jimin, y aunque le asusta, no puede decir que odia esto, mostrarse totalmente vulnerable sin ser sólo una actuación para lograr favores, sino como una necesidad que es premiada con mimos y protección, de pronto le sabía peligrosamente divino.

Brillo de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora