❖2∷ Hand Holding.❖

31 4 2
                                    

de Octubre

Tomarse de las
manos.

• AU (Universo Alternativo)
• Los chicos tienen entre 19 y 20 años.

[ ❖ ❖ ❖ ]

La feria de Halloween.

El evento del año favorito de Ray, incluso más esperado que el día de navidad o su propio cumpleaños.

¿La razón? Su atracción preferida, la casa de los sustos.

Como amante del terror, Ray nunca se perdía de esas cosas y la de aquella feria era sin duda la mejor que había visto en su vida. De solo recordar el recorrido del año pasado, los vellos de sus brazos volvían a erizarse.

En resumidas cuentas, esa era la única razón por la que había aceptado subir a la camioneta de Don y someterse a un viaje de casi dos horas junto a sus amigos. Con Don de conductor y Emma a cargo de la música en el asiento de copiloto. Todo aquello prometía desastre.

45 minutos de viaje más tarde y las voces de aquellos dos cantando terriblemente las canciones a todo pulmón, habían pasado de ser divertidas a un poco molestas para el pelinegro. Una hora y media más tarde, sus audífonos ya no eran capaces de aislarlo completamente del escándalo de sus amigos, Anna y Gilda se unieron, al principio tímidamente, al coro de voces, y finalmente se prometió a si mismo que si Nat o Norman también comenzaban a cantar, se lanzaría por una de las ventanas.

Pero el viaje valió la pena en cuanto llegaron a su destino. El parque de atracciones Neverland, donde se llevaba a cabo la feria anual, estaba lleno de decoraciones alusivas a la fecha, donde los colores predominantes eran el negro y naranja. Los puestos con diversas actividades y juegos esparcidos entre las atracciones, eran atendidos por trabajadores con diversos disfraces y la Noria al fondo del lugar resplandecía con vivos colores verdes y violetas.

— Bien—. Emma dió una palmada al aire para captar la atención de todos—. Dividamonos en grupos.

Don se adelantó alzando una mano con entusiasmo.

— Yo iré con Nat a la montaña rusa—. El pelirrojo asintió efusivamente y ambos corrieron a formarse en la fila.

Emma giró a mirar a los dos chicos restantes.

— Norman, tu puedes ir con Ray—. La amplia sonrisa de la chica fue el claro indicio de que algo estaba planeando—. Yo estaré con Anna y Gilda en la noria ¡Diviertanse!— Y tan rápido como habló, la pelinaranja desapareció de su vista arrastrando a ambas chicas tras ella.

Ambos se miraron riendo por la actitud de su amiga.

— No tienes que venir si no quieres.

— No, está bien—. El albino se encogió de hombros—. ¿A dónde iremos?

Con una sonrisa Ray señaló la construcción a lo lejos. Realmente se trataba de una casa abandonada cuyo terreno era aprovechado únicamente para estás fechas. Tras la desaparición de sus propietarios y los posteriores rumores, los encargados del parque habían decidido utilizarla para su beneficio, compraron la propiedad y lejos de restaurarla simplemente la acondicionaron para su futuro propósito: Asustar a los más valientes.

Cualquiera con dos dedos de frente y que supiera la historia de aquella propiedad lo pensaría dos veces antes de entrar por sus propios medios. Rodeada árboles secos y un jardín descuidado, la desvencijada casa daba la apariencia de haber salido de una película de terror, ventanas tachonadas con tablones de madera, pisos que crujían al pasar y paredes con la pintura manchada y caída por el pasar de los años.

You'll also like

          

— Muy bien, vamos—. Ray pudo captar un estremecimiento por parte del albino que, sin embargo, comenzó a caminar con confianza hacia la atracción.

— ¿Seguro?— Con una mirada incrédula, el pelinegro se apresuró a seguirlo.

— No es la gran cosa, esas atracciones ni siquiera dan miedo, son todo efectos especiales y personas disfrazadas—. Muy convencido de lo que decía, Norman se acercó a la entrada donde le ofrecieron un impermeable y protectores para su zapatos, cuando preguntó el motivo de esto la encargada simplemente se encogió de hombros diciendo "La sangre no es algo que salga fácilmente de la ropa", prefirió no preguntar.

— No dirás lo mismo cuando salgamos—. Con una sonrisa traviesa el pelinegro cerró su impermeable y se acercó a la entrada.

— Ya lo veremos.

[ ❖ ❖ ❖ ]

Quince minutos más tarde Ray la estaba pasando de maravilla, aunque no fuera el más expresivo demostrandolo. Había sido bañado de sangre falsa, perseguido por largos pasillos y golpeado por puertas a las que estaba a punto de entrar, la adrenalina corría por sus venas, manteniéndolo alerta y generando una sensación de euforia cada vez que lograba superar otro de los obstáculos.

— Que aburrido eres, Norman—. Dijo él pelinegro una vez hubieran superado otra de las habitaciones de aquel laberinto que habían armado dentro de la casa.

La única reacción que había logrado obtener de él en toda la atracción había sido una risa, el albino no había dado tregua, realmente parecía que nada era capaz de asustarlo.

— Mira quién lo dice.

Ray puso los ojos en blanco y decidió ignorar aquel comentario-. Es una casa del terror, se hizo para asustar a las personas, debe haber algo aquí que pueda asustarte.

— Cuando conoces la lógica detrás ya muy pocas cosas causan miedo—. Se encogió de hombros resueltamente.

— Le quitas lo divertido a la vida, relájate un poco—. Frunciendo el ceño el pelinegro le hizo una ceña para seguir con el recorrido.

Entraron a la siguiente habitación, la puerta se cerró a sus espaldas y el sonido del pestillo llegó a sus oídos. La habitación era larga y estrecha con una tenue iluminación de color rojo, un papel tapiz de diseño anticuado cubría las paredes que además, estaban siendo recorridas por grandes criaturas de ocho patas. Ray sonrió, habían llegado a su parte favorita, la que más solía llamar la atención de aquella atracción, la habitación de las arañas. Con tarántulas reales de 7 centímetros corriendo por las paredes, aquel lugar debía ser la pesadilla de cualquier aragnofobico.

De repente sintió calidez y un fuerte apretón en su mano derecha. Norman se encontraba varios pasos más cerca de él, había tomado su mano inconscientemente, supuso, pues su mirada aterrada no se apartaba de las paredes.

— ¿Asustado?— Sin poderlo evitar, aquella palabra había sonado más burlona de lo que esperaba. ¿En qué momento se le había caído aquella máscara confiada de "nada aquí podrá asustarme?

— N-No, para nada—. Sus ojos azules recorrian frenéticamente las paredes, presas del pánico, la seguridad en su voz se había desvanecido—. Son falsas ¿cierto?

No pudo evitar soltar una carcajada mal disimulada—: No.

La próxima vez que una araña pasó por el lado de Norman un escalofrío recorrió su cuerpo y se acercó un paso más a Ray. Ahora estaban hombro con hombro, con el albino encogido a su lado derecho y a pocos pasos de quedar totalmente escondido tras el. No tardó mucho antes de que aquella situación dejara de parecerle divertida.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 19, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

asustado, potter?.jpg

3y ago

One-shots Norray #Flufftober2021Where stories live. Discover now