cap.47

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TU: Ah, prefiero dormir toda la tarde.-dije desganada. Suspiró.
C: Eres testaruda.-dijo negando con la cabeza.- ¿Por favor?
TU: No, gracias.-le dije.
C: Okay, entonces estaré todo el día en la empresa.-me dijo. La noticia en televisión, interrumpió la conversación.
TU: ¿Collins?-pregunté arqueando una ceja.- Ese es tu apellido.
C: Oh, no me digas.-dijo fastidiado y subió el volumen.
TU: Mira Crawford, tu padre.-señalé la pantalla.
C: Cállate y déjame escuchar la puta noticia.-gritó haciéndome asustar. Baje la cabeza y seguí almorzando.- Por favor.-agregó. No le di importancia.
La familia Collins, junto con los Grey (xD), han hecho un contrato dando a entender que estas dos famosas empresas van a trabajar en conjunto. Siempre se ha notado la diferencia de estas dos empresas, a comparación de las demás. Cuando, Crawford Collins, el hijo mayor de Frank Collins, tome el poder de esta empresa de doble potencia, va a pasar a ser una empresa de cuarta generación. De todas maneras, no se han tenido noticias sobre este chico, durante ya, varios meses en los que se rumorea, ha estado de viaje.
TU: Ya.-dije dejando el vaso detrás de mí plato.- ¿Puedo irme arriba?
C: Claro, si quieres ir a oler la pintura, ve.-me dijo a la vez que reía.
TU: ¿Por qué no te pegas un tiro?-pregunté enojada. Dos de las mujeres de limpieza se detuvieron a escuchar. Odiosa hora de actuar.- Eso le dijo Mich a Megan.-le dije cambiando de tema. Crawford comprendió y rio.
C: Lo se.-me dijo y se levantó de la silla al igual que yo.- ¿Vas a dormir conmigo?-preguntó. Cuchicheos en la cocina y pasos apresurados. Reí.- Hablaba en serio.-me dijo. 
TU: No, gracias.
C: Oh, bueno.-caminó hasta las escaleras.- Entonces puedes dormir en el sillón.-dijo subiendo las escaleras.
TU: Hey Crawford…-lo seguí.- ¿No que te ibas a la empresa?-pregunté.
C: No, es que estoy algo cansado.-dijo risueño. Fruncí el ceño.
Lo seguí hasta que entro en la habitación y me cerró la puerta. La abrí y entré detrás de él.
C: ¿Vas a seguirme todo el día?-preguntó desprendiendo su campera.
TU: Tengo sueño.
C: Bueno.-dijo ya cuando se quitaba la remera.- Puedes ir metiéndote en la cama, yo voy al baño y vuelvo.-me sonrió y se metió al baño.
TU: Imbécil.-murmuré.- ¿Puedo usar una de tus remeras?-le grité desde afuera del baño.
C: Claro, mientras luego me la devuelvas.-accedió.
TU: Bien.-susurré antes de abrir su armario.
Estaba lleno de ropa, a pesar de que tenía bastante ropa dentro de su maleta. Busqué con la mirada el sector de remeras pero no encontré casi nada, solo una roja, otra celeste y por último, la que llamó mi atención, una violeta con letras negras. Me quité toda mi ropa, a excepción de la ropa interior, y me coloqué la remera que me llegaba hasta más debajo de los muslos. Vi a Crawford salir del baño y me sonrió mientras analizaba mis piernas.
C: ¿No tienes frío?-preguntó abriendo la cama. 
TU: No.-respondí.- ¿En serio debo dormir contigo?-le pregunté.
C: No, tonta.-besó mi mejilla.- Te dije que tenía que ir a la empresa.-rió y ahora besó mis labios. Acomodé mis brazos sobre sus hombros y los uní detrás de su nuca mientras acariciaba su suave cabello.- Vuelvo a la noche.-me dijo cuándo nos separamos. Retiré mis brazos de su cuerpo y él hizo lo mismo.- Compórtate.
TU: Lo sé. No soy como tú.-le dije. Rió.
C: Hey… más tarde te llamo para que te levantes porque si no, esta noche no dormirás nada.-dijo. Asentí. Besó mis labios una vez más y nos separamos por completo.
Crawford comenzó a cambiarse de ropa, delante mío, no me importó en lo más mínimo. Me metí en la cama y encendí el televisor. Minutos después Crawford entró al baño y sentí como se colocaba desodorante y se cepillaba los dientes. Luego se sentó a mi lado y tecleó algo en su celular.
C; Vuelvo en unas horas.-me avisó.- Si necesitas algo, solo marca mi número y me llamas.-besó mi mejilla.- Hasta luego.
TU: Adiós Crawford, que te vaya bien.-le sonreí. Se puso de pie y caminó hasta la puerta.- Más te vale que no mires chicas.-le advertí. Rió y negó con la cabeza.
Finalmente salió por la puerta y la dejó cerrada. Me aliviaba saber que no iba a dormir conmigo, eso me había aterrado. Me metí más entre las sabanas y apagué el televisor. Estaba cansada y me había levantado a las cinco de la mañana, para viajar.

Beauty & the Beast ( Crawford Collins y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora