Negocios

Jefe de todos

Todo el camino no pare de llorar y de pensar: cómo es que una persona puede intercambiar a un ser humano por dinero?  y no solo eso; mis propios padre. Que fue lo que le hizo el dinero a las personas? por qué todo el mundo se inclina siempre por el, poniéndolo como prioridad en su vida?— para donde me llevan? para donde me llevan?— grite muy fuerte mientras intentaba abrir la puerta del coche en movimiento

—tate quieta niña o tendré que amordazarte y amarrarte— gritó el señor asqueroso advirtiéndome desde el asiento delantero

—usted es un asqueroso! Que hará conmigo? Para donde me lleva?

— Amárrenla! Que terca es esta niña Dios

— no, no, —me amordazan— um um um —continue gritando amordazada.

—que te calles ombe —...alzando una mano y pelando los ojos— estas colmando mi paciencia.

Al ver su reacción me espanté y me calmé, en sus ojos vi que era capaz de todo... ya estando amordazada, luego de varios minutos el señor Octavio, se giro, en un tono amable— no quiero hacerte daño, nunca te haré daño, al menos que hagas algo por lo que tenga que hacerlo. Dejando las cosas clara; todo me molesta y si me molesta algo que hagas ya es motivo para hacerte daño, por ejemplo: vuelves a gritar y te quedas sin un dedo

Me quedo mirándolo fijamente con una mirada intrigante: mi mirada le dejaba claro que yo quería saber por qué me compro? que quería hacer conmigo? por qué no solo le prestó el dinero a mis padres?

— quítenle la mordaza

Entre chillidos—  Sino quieres hacer nada malo conmigo, para que me compraste?

—aún no es tiempo —. Mirando al hacia el frente sin ningún punto fijo

—tiempo de que ?

—de que sepas para que te quiero, para que te compre.

Uno de sus guarura iba a ponerme la mordaza...

— no, déjenla, desátenla —ordenó

Después de este pequeño dialogo me sentí más calmada, no del todo, pero ya sabía que no me quería para nada indeseable; aunque el no saber que quería hacer conmigo me tenía intrigada y nerviosa.

Me preguntaba una y otra vez cómo fue que dio tanto dinero por mi, si no me iba a vender o no me iba a prostituir. La verdad ese era mi miedo: pensaba que me quería para mula o para ponerme en un burdel, que asco de mente tengo, pero imagínense que más podía pensar?Un señor panzón, con sombrero, un diente de plata, botas de vaquero; fachas de traficante de mujeres no les faltaban.

Según lo que me dijo: no me quería para nada de eso; para qué entonces? A lo mejor mis padres sabían que no era para nada malo y por eso cedieron a venderme; aunque no los justifico...

—véndenle los ojos.

Miro para todos lados— para qué o qué ?

—confía en mi, si lo haces y no te pones de malcriada no te pasará nada

Segundos Antes de vendarme— esperé esperé! Mis padres sabían que no haría nada malo conmigo?

Empezó a reír a carcajada...

—señor responda —le grité

—tus padres son personas indeseables, que prefieren el bienestar propio ante todo, prefieren seguir en la sociedad antes de aceptar que ya no son parte de ella. Te vendieron, sin saber qué tramaba hacer contigo.
Para que te quedes tranquila: cuando se lo propuse a tu papá ni lo pensó, lo único que estaba en su mente era conservar su empresa.

Sus palabras me destrozaron el alma, ahora no estoy segura si debí preguntar o quedarme con la duda, no es nada fácil darte cuenta que nunca fuiste importante para tus padres, que para ellos solo era una oportunidad de salir adelante, de escalar en la sociedad, un negocio

—ya está bueno de preguntas, véndenla —ordenó

No mostré ninguna resistencia, en ese momento prefería estar con la persona que me compro y me aseguraba que no me haría ningún daño, que con mis padres, pensando que si llega otra persona, sin pensarlo me venderían, quizás tuve suerte, y que el señor Octavio, fue quien me compro y me aseguraba que no me haría nada malo. Me pregunto... y si hubiese sido otra persona, cuál sería mi paradero ?

Recorrimos kilómetros, lo se por la velocidad del vehículo, y el tiempo que duramos en el camino desde que salimos de casa hasta que el señor Octavio, pidió que me vendaran, no reconocí en ningún momento el lugar para donde me llevaban...

—bienvenida a tu mansión princesa! —con los dientes al sol y alzando los brazos

Me bajé del vehículo toda mareada, di un giro de 360 grados... el señor Octavio, se me para al lado, poniéndome la mano en el hombro me dice—: esta será tu nueva casa, no solo para vivirla, será tuya con todo y papeles... que te parece? —sonriendo mostrando su estupido diente de plata que le brillaba a 5 cuadras

Intrigada, creo que desconcertada es la palabra— no entiendo...

—no tienes que entender, tienes que aceptar, vivir... hay cosas que pasan en la vida y no tienen explicación: esta es una de esas cosas

Me da dos toquecitos en la espalda— vamos muchachos tráiganla, trátenla bien, tiene que estar en perfectas condiciones —entramos a la casa— María, María —grita

María llega secándose las manos del delantal— si señor, aquí estoy

—por qué tardas tanto mujer ?

—disculpe señor

—ya, ya... ves a esta señorita— María asienta con la cabeza— será tu patrona, tú harás lo que ella te diga, estás a su entera disposición... anda saluda, no seas grosera

—hola señorita

—no señor, um um... Hola Patrona

— no es necesario que me llame así, me puede llamar...

Me calló— ella te llama como yo quiero —se me para al frente mirándome con una mirada de terror— mira cómo funciona, ella hace lo que tú digas, tú, ella, todos hacen lo que yo diga y lo que yo digo: es que ella te llamará patrona, así o más claro ?

Asustada respondí— si, entendí

— perfecto!! Así me gusta...
Ya deja de chillar...María muéstrale la casa.