Capitulo 2 "Bienvenida"

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-No te creo.

Dijo Miguel con su asento latino tan lindo.

-Pues creelo.

-Es muy cool.

-No tanto como parece, entonces ¿Lo llamas sensei porque te enseña su karate cobra kai?

Dije con una sonrisa burlona, el reia mientras asentía.
Cuando era niña y me llevaba por helado, solia enseñarme karate a escondidas de mamá. No era experta pero sabía defenderme.

-Entonces, ¿Eres mexicano?

-Todos piensan eso, pero no. Soy de Ecuador.

-Ya veo...

- _______...

Ahi estaba su voz. La voz de mi padre, y el mirándome fijamente, lucia nervioso ¿Como no? No me veía desde que tenia 6.

-Yo... Fue un gusto _______ pero tengo que irme.

Dijo Migue, la tensión entre mi padre y yo se sentía y suponia que por eso Miguel habia decidido marcharse, se levantó y se fue. Me quedé ahi sentada, mirando al hombre rubio frente a mi. Queria soltarme a llorar y contarle todo, pero el solo se quedó ahí, quieto, con una bolsa de papel en su mano.

-¿Que haces aqui? Crei que vivías con...

-La Abuela murió... Mamá no respondía el teléfono y Robby... Robby no quiere saber de mi.

Mire en dirección a donde se habia ido Miguel quien claramente ya no estaba, papá me miraba.

-Entra, te ayudaré con tus maletas.

Dijo al mismo tiempo que caminaba a la puerta y sacaba las llaves para abrir la misma. Yo me levante de donde estaba sentada y tomé una de las maletas para después dirigirme al interior del departamento, olia a jamon frito y cerveza, mucha cerveza.

-Hay una habitación desocupada, puedes acomodarte ahi.

Miré todo a mi alrededor todo parecía estar sucio o roto, la televisión debía tener algunos 60 años.
Caminé por el pasillo hasta llegar a una habitación no muy pequeña pero no tan grande como mi habitación en casa de la abuela, la extrañaba mas que nunca.

-Lo siento... Por venir sin avisar... Intente llamarte pero no respondiste y no tenia otro lugar para ir.

-______ eres mi hija. No tienes que avisar que vendrás.

-Como nunca me buscaste, creí que no te importaba.

El se quedó en silencio, yo miré al suelo, habia dado justo en el clavo.

-Pediré pizza para cenar.

Dijo solamente, no dije nada y el salió de la habitación. Había mucho que ordenar en aquella habitación, solo había una cama, una cómoda para ropa, una mesa y una silla pero todo se veía polvoriento. Comencé tomando un trapo y sacudiendo todo el polvo, después barri y comencé a desempacar. Mi padre no habló mucho durante ese proceso.

-______ llegó la pizza.

Dijo parandose en el marco de la puerta, aunque no lo habia podido escuchar.
Estaba sentada en la silla frente a mi computadora con audifonos puestos mientras hacia algunas mesclas. Mucho que procesar para un solo dia y la música me ayuda a relajarme. Senti como tocaba mi hombro por lo que paré todo, me quite los audifonos y lo miré.

-¿Que diablos es todo eso?

-Oh... Solo estaba intentando distraerme.

-La muerte de tu abuela... Te afecto mucho, ¿verdad?

-No me digas...

Mencioné rodeando los ojos, el solo me miró y asintio, dando a entender que comprendía que la pregunta fue estupida.

-Oh... eh... La pizza llegó, ven antes de que se enfríe.

Dijo para después salir, sabía que era difícil para el, lo era mucho mas para mí. No era como que yo no quisiera estar ahi, pero hubiera preferido estar con Robby y mamá, no porque fueran mejor si no porque al menos podría hablar con Robby y solucionar las cosas entre nosotros aunque el fuera un completo cabeza dura.
Salí de la habitación y fui a cenar, habia un silencio bastante incomodo entre ambos, me gustaría saber como se sentía con el hecho de que yo estaba ahi, no podia evitar pensar que quizás no me quería ahi y por ello era tan serio.

-Yo...

Dijimos ambos al unisono, después reímos.

-Tu primero.

-Solo quería decirte que... No me quedaré mucho tiempo, al menos hasta que mamá responda el teléfono.

-¿Crees que no me gusta tenerte aquí?

Preguntó el, sonaba herido; otra vez habia dado al clavo, solamente asentí.

-_______ Eres mi hija, me gusta tenerte aquí, al menos tu me hablas. Robby ni si quiera puede verme, puedes quedarte todo el tiempo que quieras.

-Está herido. No lo culpo, yo también lo estaba. No quiero que pienses que te lo estoy reprochado, pero nunca estuviste ahi cuando alguno te necesitó y como hijo... Llegas a creer que eso es tu culpa, a diferencia de Robby aprendí a perdonarte y solo pensaba que tu y mamá eran jovenes, quizas ni si quiera querían un hijo y mucho menos estaban listos.

El Asintió, no era un hombre de muchas palabras pero comprendía lo que yo había dicho.

-Lo siento. Si pudiera hacer algo para remediarlo, lo haría, de verdad.

Me encogí de hombros y Negué.

-Estoy bien, me quedaré contigo. ¿Que tan malo puede ser?

-Pues, tienes que ir a la escuela para empezar.

Dijo el mientras le daba un mordisco a una rebanads de pizza.

-¿Puedo seguir haciendo mi música si voy a la escuela?

El Asintió y tragó lo que tenía en la boca.

-Siempre supe que iba a gustarte la música. Cuando te llevaba por helado cuando eras pequeña, te encantaba escuchar mi rock viejo e ibas por todos lados cantándolo.

Dijo ahora con una pequeña sonrisa.

-El rock viejo es lo mejor.

-Asi es. Las clases comienzan el lunes... Hoy es jueves así que ire a inscribirte el viernes, lo prometo.

Ahí estaba el, prometiendo cosas de nuevo. Aunque a diferencia del pasado, esta vez Lucía bastante seguro de querer cumplir su promesa.

-De acuerdo... ¿Podrias inscribirme a la misma escuela que va Miguel? Sería lindo conocer a al menos una persona ahi.

-Si... Miguel es un buen chico. Va a agradarte.

-A ti te agrada.

La cena terminó siendo linda, charlamos un poco y después de lavar los trastes me dirigi al baño para ducharme, después me puse mi pijama que no era mas que una camiseta larga y floja y un short, ambos color negro.
Después me acosté en la cama y rápidamente cai dormida.

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2022 ⏰

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Cobra Kai/Hawk y _______/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora