Celos...

258 21 5
                                    

POV Maca

Desde el día del encuentro en el café, me atormenta este sentimiento de rabia e impotencia, se me viene la imagen a la cabeza de ellos dos, riendo y siendo cómplices en sus chistes, pasándola bien y me quema el alma. 

Terminé abriendo un Instagram de mis viejos dibujos en carboncillo  Dibujos MR para poder mirar sus fotos sin que le apareciera mi nombre entre las vistas de sus estados. Lo menos que necesitaba era que se diera cuenta que aún estaba pendiente de ella. Y por mucho que intente no mirar sus fotos siempre termino revisando cada cosa que hace.

 Yo intentaba no sentir celos pero se me hacia imposible, cada vez que cierro los ojos recuerdo ese momento en el café cuando le bese la mejilla y me sentí tan bien, esa energía que me recorre el cuerpo con el solo roce de nuestra piel, solo ocurre con ella.

Y  luego recuerdo que estaba con él, que la abrazo en mis narices y le decía cosas al oído, y se reían y se veían tan felices, los celos me atormentan ya no puedo ni concentrarme y lo peor es
que no puedo ni culparla, porque toda la culpa es mía. Yo soy la que está casada, yo soy la que tuvo miedo. Yo la deje ir...

Mientras que por dentro siento que me estoy muriendo, que apenas y me alcanza para respirar  porque no tengo ni fuerzas para levantarme mucho menos trabajar, desde que ya no estamos juntas los días son grises me mata tener que poner mi mejor cara.

Con mucho esfuerzo al salir de mi pieza yo aparentaba estar bien, ser la misma de siempre. Subia fotos haciendo ejercicios, los odiaba pero me quería ver bien así que ahora podía correr una maratón, y descubrí el yoga, que al menos me obligaba a estar en silencio conmigo misma. Pero nada de eso servía para mí alma, que lejos de sanar cada día estaba más rota... Tal vez me lo merecía por cobarde, lo peor es que tuve a la mujer perfecta, al amor de mi vida y no la merecía, la dejé escapar.

Quería que ella viera mis fotos y sintiera esto que yo siento en el pecho al ver sus fotos en las redes que sintiera celos, que pensara que yo estaba bien. Que la había olvidado, (como si eso fuera a pasar). Pero nunca veía mis fotos, ni mis estados, al menos eso pensaba...
Mi cuerpo estaba como un templo pero mi alma estaba en ruinas.

En casa las cosas estaban igual o peor, poco veía a Rodrigo pero si lo veía su sola presencia me cambiaba de humor y para peor, no bastaba mucho para que peleáramos. Evidentemente la relación estaba rota pero ninguno hacia nada mas aparte de pelear, el me reclamaba mi falta de atención hacia el, que todo había cambiado desde ese dia que llegue con "el virus" a la casa, que misteriosamente coincide con mi distanciamiento con Rubí, y yo le sacaba en cara sus ausencias en la casa, la vez que llegó con la camisa manchada de lápiz labial. Pero todo terminaba allí, en reclamos. Ya teníamos un tiempo durmiendo en habitaciones separadas, poco me importaba si llegaba a dormir o no.

Lo único que me mantenía en pie en este punto de mi vida eran mis hijos, cada rato libre que disponía se lo dedicaba a ellos, de a poco fui dejando mis deberes en la empresa, ya no conseguía ser feliz ni haciendo lo que amaba antes, cualquier panorama que los hiciera reír, si ellos estaban bien, al menos no todo estaba perdido, sin embargo ellos sin querer me mataban cuando preguntaban por su tía Rubí, que la extrañaban y que extrañaban subir la montaña los sábados con ella y ver películas después. Ellos eran los que más me reclamaban verla y me mataba darles excusas absurdas de nuestra lejanía, que yo sabía no se creían mucho pero evitaba que hicieran más preguntas. De a poco me estaba marchitando sin su amor...

Tanto insistieron en volver a la montaña que ese día viernes en la noche decidí llevarlos el sábado como siempre lo haciamos, les dije que su tía Rubí estaría trabajando Y no podría ir con nosotros pero que iríamos nosotros 3, invité a la Josefa pero dijo que por mucho que me amara a mi y a los  niños por nada en el mundo se levantaría a las 7 de la madrugada un sábado para hacer ejercicio.

QUE PASARIA SI...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora