Capítulo 29.

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**Editado**

Haley:

No me necesitan en el set por el resto de la semana, así que desperdicio mi tiempo en hacer deberes que no necesitan hacerse. Todo lo que ocupa mi mente es Theo. No puedo parar de recrear el momento en el que miraba a Shai. Por mucho que quiera odiarlo, estoy hipnotizada por la manera en como se miraban. Demonios, debería odiarlo. Y lo hago. Pero al mismo tiempo no.

Estoy celosa, sin mencionar destrozada. Me pregunto si me seguirá mirando así. Me pregunto si esa fue la manera en la que me miró la noche en la que me salvó.

Por mucho que quiera, aún cuando intento, no me puedo imaginar a Theo con otra mujer. Theo es...mi Theo. Sus brazos no pueden estar alrededor de otro cuerpo. Sus labios no encajarían con otros labios que no sean los míos. Nadie va a ser más perfecto a como él es - era - conmigo. Dios, tengo que parar. Theo ya no es mío. ¿Por qué no puedo entender eso?

El viernes recibo una llamada inesperada de Theo. Apenas su nombre apetece en mi pantalla mi corazón se detiene. La última vez que me llamó fue el día en el que obtuve mi papel. Esa fue la última vez que vi su nombre aparecer en mi celular.

Hasta ahora.

Dudo un momento antes de contestar. Por un segundo, debato en dejarlo sonar. Si lo hago, se bien que me arrepentiré.

-¿Hola...?- Digo sin aliento.

Alguien tose en la otra línea. -Uhmm hola.

Juego con mis dedos nerviosamente mientras Theo se queda en silencio.

-Emmm, ¿qué harás esta noche?- Me pregunta.

Mi ritmo cardíaco aumenta. Obviamente no voy a hacer nada, pero no puedo dejarle saber que no tengo vida fuera del trabajo. -No estoy segura, ¿por qué?

-¿Quieres practicar algunas líneas?

Sonrío. -Claro.- Trato de no sonar muy emocionada.

"'Bueno, le diré a Shai.

Frunso el ceño, -¿Shai?

-Sí, ella no tenía tu número así que me pidió que te llamara.

Mi sonrisa se desvanece. -Oh, está bien.- Trato de que no se de cuenta de mi repentino cambio de estado.

-Bueno, te veo más tarde. Ven a mi casa a las seis.

-Suena bien,- trato de que mi voz suene lo mas convincente posible.

La línea se corta antes de siquiera despedirse. Suspiro. Theo siempre solía decir adiós. Creo que su conversación conmigo ya ni siquiera merece una despedida.

No hago nada hasta que me tengo que ir. Theo vive como a quince minutos de mi departamento. Eso es, sólo si te sabes el camino por detrás de las calles principales. Aunque, esta vez el trayecto a su casa pareciera que durara horas.

No se cómo voy a reaccionar cuando esté en su casa. Probablemente me bloquee. Ese fue el lugar en el que le confesé mi amor, sólo para que luego rompieramos nuestra relación minutos después. Ese es el lugar en el que viví por unos buenos tres meses de mi vida. Por un momento incluso lo llamé hogar. ¿Qué voy a hacer ahora que se que ya no lo es?

El camino es más largo de lo que recordaba. Su casa se empezaba a asomar desde el final de la calle. Podía sentir el latido de mi corazón en mis orejas. Fue estúpido de mi parte aceptar venir a esto. Por un momento pienso en dar marcha atrás y hacer como que me olvidé. Pero de nuevo, ¿Por qué querría dejar a Theo y a Shai solos?

Respirando profundamente, encuentro la fuerza para tocar el timbre. Los segundos vuelan hasta que una Shai-más adorable que nunca me abre la puerta. Quiero vomitar. ¿Quién se cree que es, abriendo la puerta como si fuera su casa?

-Hola chica, Theo está en la cocina.

Cuando entro, siento su mano en mi espalda guiándome hacia la cocina. Quiero decirle que ya se donde está, pero sería muy grosero, así que mantengo mis labios cerrados.

Theo se encuentra sentado en la mesa de vidrio. Estaba vistiendo una camiseta blanca. Su piel bronceada se asomaba desde el cuello en V. No llevaba puesto zapatos. Justo como la primera vez que cenamos juntos. Solamente traía unos calcetines grises que se veían extremadamente cómodos. Casi tan cómodo como se ve al lado de Shai.

Theo asoma la vista de su guión y Shailene le sonríe. Prácticamente ignora el hecho de que estoy justo en frente de él. Siento ganas de gritarle.

-Siéntate. No seas tímida.- Shai me dice.

Practicamos nuestros guiones por las siguientes dos horas. Theo no me mira ni siquiera una vez en todo ese tiempo. ¿Saben qué se siente estar tan cerca y a la vez tan lejos de él, sin ser capaz de hacer nada? Me está atormentando. ¿Cómo puede actuar a que yo no existo? ¿Cómo puede fingir que no estoy aquí?

Finalmente decidimos tomar un descanso. Shai perfeccionó sus líneas. Las mías están un poco oxidadas. Sin embargo Theo es un Dios. No se como lo hace pero sus habilidades son notables. No hay ninguna duda de cómo me pudo engañar por tanto tiempo.

-Así que Haley, ¿Te está gustando LA?/Pregunta Shai sin darse cuenta - o al menos pretendiendo que no se da cuenta de la incomodidad entre Theo y yo.

-Bueno, este lugar si que puede drenar tu vida.- Digo mirando a mis pies a través de la mesa de vidrio.

-Oh créeme, he estado ahí.

-Parece como si estuviera estancada.-Comento casi inaudible. Auque por mi vista periférica pude ver a Theo removerse. Debió de haber escuchado mi comentario.

-Creo que necesitamos algo de beber. ¿Quién está a favor de algo de vino?

-Yo quiero un poco,- dice Theo mientras Shai rebusca por los estantes de la cocina. Se por experiencia, que Theo siempre pone las cosas en lugares distintos, así que si quieres algo, debes buscar bien.

-¿Haley?

-No gracias.- Desde el incidente de mi cumpleaños, me he mantenido alejada del alcohol.

-Oh vamos, sólo una copa.- Shai trata de persuadirme.

Sacudo mi cabeza. -En este último tiempo me he mantenido al margen del alcohol.

Theo mueve su cabeza hacia mí. Por primera vez en esta noche, se da cuenta de que estoy aquí. Sus ojos encuentran los míos y siento que mi pecho se contrae.

-Que bueno por ti, es bastante saludable. ¿Cuál es la razón?

Theo mueve su cabeza hacia un lado. -Si Haley, ¿Cuál es la razón?

Su mirada es penetrante. Es más, su mirada es tan intensa que me veo forzada a desviar la vista. Sin pensarlo dos veces, me pongo de pie y me coloco la cartera en mi hombro.

-Creo que debería irme.

Theo se pone de pie y junta la silla con la mesa. -Te llevaré a la puerta.

Caminamos hacia la puerta en un sinelcio incómodo. Va un poco mas atrás pero se que está ahí porque escucho sus pasos. Abro la puerta y pongo un pie fuera, lista para irme lo más rápido que pueda. Pero cuando atravieso la puerta por completo, Theo me sigue.

-¿Podemos hablar?

-Wow, ¿así que si me puedes ver, huh? Pensé que era invisible.

Suspira resfregandose la cara con sus manos. -Lo siento.

Me burlo, -¿Qué sientes? ¿Sientes pretender que no existía o sientes haberme dejado en la mitad de la noche? La próxima vez que decidas salvar la vida de una chica, procura que no te vayas a arrepentir después, justo como lo hiciste conmigo.

Y con eso me voy.

¿Que mierda acabo de hacer?

Lovespoken - Theo James (traducción) BAJO EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora