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Después de que Percy y los demás salieran de la paquetería de Hermes, los chicos le indicaron a Owen a donde ir. Cuando llegaron al puerto, Danae apenas y pudo colocarse bien la mochila antes de que Percy la jalara hacia el muelle.
—Ya quisieras Barbie—gruño Nate—miren ahí está el yate de la rubia malvada.
Danae observo a donde el chico señalaba, el yate estaba muy lejos.
—¿Cómo llegamos ahí?—pregunto Annabeth—¿nadamos?
—Claro—dijo Danae con burla—nada toda esa distancia si lo haces rápido llegarás mañana
—Pero es agua —dijo Tyson emocionado—papá ayudará
Todos vieron al cíclope bajar las escaleras de metal.
—¿Qué Poseidón no nos odia?
—No digas nada—dijo Danae—tal vez nos esté observando.
Tyson metió su mano al agua y empezó a hablar con una sonrisa.
—Oye, Papá, queremos salvar el campamento y rescatar a nuestro amigo Grover y al hermano de la niña bonita, necesitamos ayuda para llegar a ese yate de allá.
—Qué adorable—dijo Nate—cree que Danae es bonita
Danae lo golpeó en el hombro y Nate le devolvió el golpe con menos fuerza.
—Poseidón ... Papá
—Es un gran intento hermano, pero no creo ...
Percy no termino la oración porque vieron algo acercarse por el horizonte.
—Qué conteste—completo
Danae le dio un apretón en la mano y dejo un beso en su mejilla. Ella sabía que a Percy le lastimaba el poco contacto que Poseidón tenía con él.
—Es un hipocampo—informo Annabeth.
El animal paso justo frente a ellos. Todos bajaron y Percy acarició al hipocampo con pesar, eso lo lastimaba. Que Poseidón escuchara a Tyson pero no a él.
—A veces solo tienes que preguntar.
—Eso hago—susurró Percy.
Danae dejó un corto beso en sus labios. Y cuando por fin llegaron al yate, todo les salió mal, vieron un monstruo, hubo ruido y de repente estaban frente a Luke. Perecía un modelo de revista malvado, era atractivo, eso nadie podía negarlo.
—Nate cuánto tiempo—saludo Luke.
Nate solo le soltó un puñetazo que lo hizo tambalear. Dos semidioses que estaban del lado de Luke tomaron al hijo de Hécate.
