—Nos besamos en ese momento. —El contrario suspiró con cierto deje de añoranza—. Luego simplemente me lo metiste a lo bruto, Yeol. Fue loco, pero muy excitante. —BaekHyun le mostró una media sonrisa de bastardo atractivo—. Definitivamente hay que hacerlo en el estacionamiento de la universidad contra tu moto.
Jadeó sorprendido—. Con razón las pesadillas desaparecieron...
—¡Pues obvio! No te he visto, pero estoy seguro que... —El castaño ladeó la cabeza y descendió la mirada por su cuerpo hasta su entrepierna. ChanYeol tuvo que tomarlo por las mejillas para hacer que alzase la mirada y que todo eso no se viese tan raro como se escuchaba—. Maldición. ¿Cuánto tiene que pasar para que lo hagamos?
—Baek, por Dios. Bájale un poco a tu calentura —se burló.
El aludido sencillamente hizo un puchero y se metió una cucharada de helado a la boca. A pesar de lo dicho, ChanYeol sonrió desde el otro lado de la pequeña mesa circular y comió un poco de helado.
Era la primera vez que estaban juntos fuera de la universidad o en su casa. De hecho, era su primera cita real, así que estaba un poco nervioso por como resultaría todo, pero al final BaekHyun se comportó como siempre, inclusive un poco más cómodo con él, quizás porque ya aclararon todas las cosas y estaba contentísimo de que ChanYeol lo invitase a comer helado en un lugar bonito cerca de donde vivía. La mierda era tan costosa que la gente que iba era ridículamente poca, pero era la primera vez que gastaba dinero en algo como eso y mientras él pudiese comer tranquilo en una esquina sin nada contra la boca, pues estaba perfecto para ambos.
Era increíble pensarlo, pero pasaron unos días desde que acordaron ser novios de una forma tan cutre y banal. ChanYeol se pasó viendo películas románticas apenas tuvo tiempo de estar solo y se sintió avergonzado de lo poco que le ofreció a BaekHyun en su momento, especialmente si tenía en cuenta que, si sus sospechas estaban en lo cierto, el chico podría ser su amor de toda una vida, de todas las vidas, que por fin como monstruos bestial encontró al muchacho que lo sacaría de aquel mundo lleno de retazos, cicatrices y desconfianza.
Se sintió amarlo por todo el beneficio que obtenía gracias al otro. Sin embargo, no era idiota tampoco y lo descubrió, notó las sonrisas que se le formaban en la cara cada vez que recibía un mensaje de su compañero o lo lleno que sentía su pecho cuando sus manos se entrelazaban. Le gustaba; sí, estaba seguro de ello y no, maldición, no era por una conveniencia sobre su estado. A fin de cuentas, debían amarse y ChanYeol también tenía que amarlo si quería que la magia pasase. Por ello, su esfuerzo era notable y BaekHyun se lo dijo y agradeció por ello, por las flores, las invitaciones a salir por la ciudad —aún cuando para él era un sobre-esfuerzo—, las horas conversando por llamada hasta las tantas y simplemente la atención, mierda. Contentar a BaekHyun no era para nada difícil y ChanYeol acabó dándose cuenta que al chico no le gustaban las flores ni ningún otro regalo que le diese, sencillamente le gustaba que pensase en llevarle cualquier puta cosa, lo notó cuando se puso igual de contento cuando le regaló unos dulces baratos de la máquina ubicada en la cafetería de la universidad. Por lo tanto, era sencillo, pero complejo a la vez. Podía desenvolverse de forma cómoda con el castaño y sus compañeros de la universidad ya captaron que algo pasaba entre ellos, porque dejaron de mirarlos por mucho rato y simplemente normalizaron que estaban la mayor parte del tiempo juntos.
No obstante, ChanYeol aún no podía profundizar en el tema que los unía, en todo ese relato fantasioso que tenía configurado en su cabeza para comentarle al contrario lo realmente importante que era para él y que no estaba loco al mencionar que su reflejo no era distinto a su persona, puesto que insistía diciendo lo mismo y en un punto dejó de recordárselo, como si normalizase que se encontraba con un sujeto diferente cada vez que miraba algún espejo en el centro comercial o en su propia casa.
ESTÁS LEYENDO
Bestial • || ChanBaek ||
Fanfiction|•| A pesar de que fuese una montaña de cicatrices, tatuajes e incrustaciones de plata, tenía un deseo genuino por salir del "negocio familiar". Anhelaba desprenderse de los monstruos bestiales para vivir una vida como cualquier joven de su edad y...