Darren
— ¿Me prestas una de tus camisas? - pregunta Beverly sentada sobre la cama y yo asiento.
— En el closet - le indico, mientras saco todas las cosas de mi bolso.
La observo levantarse de la cama y luego desaparecer atravesando la puerta de mi closet.
Acomodo mis cuadernos dónde van, y una vez está todo listo, entro en el baño, necesito una ducha antes de dormir.
Cierro la puerta con seguro de el lado del cuarto de David, para que no vaya a entrar, y me desnudo. Abro la regadera con el agua caliente y dejo que esta corra por mi cuerpo. La puerta se abre y Beverly asoma la cabeza por el espacio que se acaba de abrir y me mira sonrojada, yo le sonrío y le hago una invitación silenciosa a que pase.
Observo cada movimiento de su cuerpo, al quitarse la ropa y dejarla doblada sobre el lavabo, antes de entrar conmigo en la ducha.
— Está caliente - dice en voz baja cuando el agua entra en contacto con su piel.
— ¿La quieres más fría? - pregunto pegándome a ella para que el agua pueda darnos a los dos, pero ella niega.
— Así está bien - asegura y me sonríe.
En estas últimas semanas, hemos desarrollado una confianza y una proximidad increíbles, y no lo digo tan solo por el sexo. Beverly me ha demostrado que se siente cómoda estando conmigo de esta manera, no es algo invasivo o estresante para ella, y eso me hace sentir muy feliz.
Terminamos de bañarnos en silencio, ya que David está del otro lado de una de las puertas, nos secamos, y salimos a mi habitación. Observo a Beverly caminar hacia la cama y ponerse la camisa que ha elegido. Yo por mi parte busco un boxer en el closet y me lo pongo antes de ir a acostarme con ella en la cama.
— ¿Crees que algún día las cosas cambien? - pregunta de un momento a otro cuando ya hemos apagado las luces y yo frunzo el ceño meditando su pregunta.
— Vivimos constantemente cambiando - le aseguro - pero eso no quiere decir que los cambios sean malos, muchas veces nos ayudan a crecer como personas y a aprender.
— ¿Y si tú y yo cambiamos? - pregunta después en voz más baja y yo la abrazo más fuerte.
— Claro que cambiaremos - le digo - pero eso no quiere decir que no podamos cambiar juntos - propongo y ella permanece en silencio.
— ¿A qué te refieres? - pregunta con algo de duda y yo sonrío en la oscuridad.
— Pues, los cambios son cosas que no siempre haces tú sola. Por ejemplo, la decisión de mudarse de una ciudad a otra, es un cambio que afecta a una familia entera, por lo que no solamente cambia una persona. Cuando tomas una decisión pensando en lo que le pasará a alguien más, no solamente cambias tú, sino la persona en la que pensaste. - explico. - quiero que tú seas parte de mis cambios pequeña - confieso - cambios para mejor, pero siempre contigo. - Beverly se queda callada durante un rato, hasta que finalmente se remueve y sube a horcajadas sobre mí, sus ojos se encuentran con los míos en medio de la oscuridad y sonríe.
— ¿Me estás proponiendo algo de lo que no me he enterado? - pregunta dudosa, pero a la vez divertida y yo niego.
— Por el momento no - digo divertido. - pero solo por el momento - advierto y ella me besa.
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Puedes confiar en mí
Teen FictionElla no es la chica problema común, y yo no soy el típico chico malo deportista del que ella se enamora, tampoco somos perfectos juntos, ni nos conocimos porque tropecé sus libros y cayeron, nuestra historia comienza de una forma un poco usual, pero...