Capítulo 6: Oh, y se me olvidaba comentar...
"Muy bien, Rita. Muéstrame lo que tienes, ¡Sedúceme!" la omega me da una mirada de estás loca. Resoplo con aburrimiento. Esta gente no es divertida "Dejaste en claro tu heterosexualidad omega con alfa, alfa con omega. Lo entiendo, no blasfememos a Jesús al juntar a dos seres que no se pueden reproducir ilógicamente. Adana con Evo, entieeendo. Bien, pero quiero ver tu habilidad. Estoy poniendo dinero aquí para que te robes la atención. Tienes que estar a la altura"
"¿Y si no lo estoy?"
Me encojo en hombro "Entonces serás un desperdicio de dinero. ¿Qué te parece si empezamos?" Rita aprieta los labios. Duda unos momentos antes de empezar su acto. Inicia moviendo las caderas, un balanceo en onda de ida y vuelta. Sus manos recorren sus pechos redondos y bajan a sus caderas. El vestido corto hace muy poco para ocultar la piel morena aterciopelada. Las manos siguen bajando, una caricia tímida. Todo su cuerpo irradia sumisión, un deseo de ser cuidada y manejada.
"¡Aburrido!" la interrumpo. Ella me ve desconcertada, un poco hasta ofendida "¿Eso es lo mejor que tienes? Dime que no" ruego.
"¿Qué tiene de malo?" casi muerde.
"¿Qué no tiene de malo?" me levanto al fin para darle una conferencia entera "Primero que nada eres muy rígida. Se nota a leguas que haces esto por trabajo. ¿Qué las negras no tienen el ritmo en la sangre?" Rita aprieta los dientes "Necesito que trasmitas seguridad, que seduzcas, no solo estar dispuesta. Atraer, enganchar, no soltar. Eres una pescadora aquí. Tu cuerpo es tu carnada, tu confianza se debe demostrar con tu paciencia. Quiero que ese alfa ruegue por tenerte"
"Los alfas no suelen rogar, mucho menos por prostitutas negras"
"¡Pues hazlo rogar! ¡Hazlo sufrir de deseo!" Rita duda. Dios, no puedo creer que tenga que reducir años de discriminación y desigualdad de razas en menos de unas horas para que una mujer negra le haga un baile de tambores a un traficante de armas. ¿Qué diría Martin Luther King? ¿Yo tuve un sueño en el que todas las prostitutas, de tez blanca y morena, pudieran ser iguales?
Suspire. En realidad había terminado involucrada en situaciones más extrañas. Yo podía con esto.
"Bien, querida compatriota de tez oscura. Yo me encargare de pulirte y dejarte reluciente" lo pensé mejor "Metafóricamente" Rita parecía querer seguir discutiendo, solo para dejarlo y asentir.
"¿Qué quieres que haga?"
"Ven conmigo. Te lo diré en el camino. Ah, y no te preocupes por tu salario de hoy. Te compre para mí esta noche" me detuve y sonreí "Referencia accidental. Ya sabes, porque eres negra y los tuyos fueron esclavos, y a las prostitutas se les compra y se tratan como esclavos, y eres negra y prostituta"
"Si, si, lo que sea" Rita nos empujó fuera. Ella solo quería acabar con la mierda.
Me hubiese encantado seguir pinchando a mi nueva socia, pero el deber es el deber.
Salimos por la puerta trasera, Rita se cambió y se puso algo de ropa que en realidad puede generar calor y no arriesgarla a una pulmonía. Cuando pasamos por la barra pude notar como un joven alfa conectaba su mirada con ella, extrañado pero no preocupado por el próximo destino de la chica. Por su parte la mirada de Rita fue más anhelante, casi como si estuviera batallando con la idea de saltarse la barra y correr a los brazos del alfa. Un dato interesante para almacenar. Aún más interesante, el alfa me noto y sus ojos mostraron un claro interés. Oh my, oh my. El drama. El escándalo. Pobre Rita, malnacido alfa-sin-nombre.
Rita se puso rígida por lo que también noto, yo por mi parte fingí ser lo que nunca seria, una ignorante. Mire inocentemente al frente y ambas salimos. Un auto nos esperaba a un par de cuadras.
"Los omegas no deberían conducir" dice mientras me ve ir al asiento del piloto y entrar con suma confianza. Delibera antes de resignarse a subirse a mi lado "Si nos detienen estaremos en problemas. Somos omegas, eso quiere decir sin licencias"
"Tengo una licencia" saco el trozo de papel de la guantera y se lo entrego. Rita lo toma y lo revisa.
"Esta licencia es de Joe Dusley, de cincuenta y cuatro años. No es tuya"
"Tampoco el auto" Rita abre los ojos y revisa los alrededores como si alguien fuera a aparecer a gritarnos.
"¿Robaste este auto?" pregunta entre dientes.
"Prestado. Lo devolveré, tal vez. Oh, no pongas esa cara. Estaremos bien" me dispongo a encender el auto para emprender nuestro camino. Yo era una gran conductora en mi vida pasada, y aunque los autos de esta época son un poco diferentes, es fácil retomar el tiro.
Rita al parecer quiere seguir discutiendo "Soy una prostituta negra, como tu bien lo sigues recalcando. Si me arrestan no tendré los mismos beneficios que alguien de tu color de piel. Incluso pueden culparme a mí por obligarte. No iré a la cárcel"
"¿Por conducir un auto?"
"¡Y robarlo!" ruedo los ojos. Que dramática.
"Estaremos bien. Si nos arrestan llamare a mi jefe y me asegurare de que tu lindo trasero negro salga de la cárcel en poco tiempo"
"Si, tu jefe de seguro querrá malgastar su tiempo y recursos en una negra"
"Tienen mucho en común. Es extranjero, ósea que también hubo discriminación para el pobre. Se conectaran en su miseria, ¿lindo, no?"
"¿Extranjero?" cuestiona. De repente es consciente de que no sabe nada del empleador de Venus y que le vendría bien saberlo para saber en qué se está metiendo. Lo más probable es que sea algo de pandillas "¿Y quién es tu jefe? Si tengo el permiso de saber"
"Oh, Dio Brandi"
"¡¿El jefe de la mafia?! ¡¿Estoy involucrándome con la mafia?!"
Arrugo la nariz "Extraoficialmente" argumento "Yo te estoy contratando, y yo soy asunto secreto, así que nadie lo sabrá. Tranquila" palmeo su hombro "Ya estamos aquí" me bajo del auto pero Rita no me sigue "Eh... ¿Nervios?"
"¡No pienso involucrarme con la mafia!" grita.
"Oye, no seas una bebé" gimo con desgana "Lo siento, ya lo estás"
"Me iré-"
"Conozco tu cara, tu nombre, tu lugar de trabajo y a tu amante. Si no haces esto para mi será igual a rechazar a mi jefe, así que, te estarás enemistando con la mafia. ¿Quieres eso en lugar de ganarte unos buenos billetes y el visto bueno de la mafia?" entonces Rita se desinfla, atrás toda esa preocupación y paranoia fastidiosa, siendo reemplazada por una aceptación a regañadientes. Ella baja del auto y me sigue.
"¿A dónde?" sus ojos lanzaban dagas.
"A ver al cliente, por supuesto" Rita volvió a congelarse.
"¿Ahora? Dijiste que no era buena"
"Si, no tengo mucho tiempo, ¿Sabes? Si no eres buena hoy estoy segura de que no lo serás mañana. Si fallas entonces buscare a otra negra caliente. Tengo," revise mi reloj "Una buenas horas para seguir buscando mi cupón dorado... Dorado oscuro"