Ahora y para siempre [NaruHina] #Flufftover

Un momento

Tema: Baile lento

Mandar a sus hijos a dormir no había vuelto a ser tan cansado desde que ellos habían dejado de ser unos infantes pero, desde la llegada de Kawaki a la casa, de nuevo parecía ser toda una misión de rango S: entre el par de adolescentes compitiendo por asuntos tan simples como quién cepillaba sus dientes más rápido, y Himawari pidiéndole que leyera una historia para ella. Un asunto que podría tomarle menos de veinte minutos llegó a extenderse a casi una hora.

Ahora, con el trío de torbellinos dormidos al fin, pudo disfrutar del silencio mientras andaba escaleras abajo, con rumbo a la sala principal. Apenas cruzó el umbral y entró a la cocina exhaló todo su cansancio en un pesado suspiro—. ¿Cómo es que logras hacer que parezca tan fácil? —le reclamó a su esposa apenas la vio de pie a unos pasos de él.

Hinata alejó sus manos de los últimos platos limpios que le hacían falta organizar en sus gavetas para cubrir la risa que le causó el comentario de Naruto. Se dio la media vuelta y clavó sus brillantes ojos perlas en él—. Es mejor así, de esa manera tanto Boruto como Kawaki gastan sus últimas energías, dormirán toda la noche. Himawari, por su parte, extrañaba que fueras tú quien la llevara a dormir.

El rubio se permitió relajar los hombros al escuchar la risa de su esposa. Motivado por ella, curvó suavemente sus labios hacia arriba en una pacífica sonrisa. Vio a Hinata secar sus manos en delantal atado a su cintura antes de darle de nuevo la espalda para continuar con sus labores.

—Ya te irás a la cama, ¿no es así? —preguntó en un tono casual mientras pulía un plato extendido con una franela limpia—. Estoy por terminar aquí así que no te preocupes, yo apagaré las luces.

Un impulso le hizo caminar hacia adelante para abrazar la cintura de su esposa, haciendo que su espalda pegara con su amplio pecho masculino. Hinata se relajó en sus brazos, aceptando su gesto y suspirando al mismo tiempo que sonreía.

—Un momento de tranquilidad nunca viene mal, ¿verdad? —le comentó juguetona posando su barbilla sobre su cabeza, disfrutando las cosquillas que le hacían sus sedosos cabellos color azul oscuro.

Hinata murmuró un afirmativo al mismo tiempo que, aún en sus brazos, giró su cuerpo para poder verlo a los ojos—. Aunque sea un momento nada más —confirmó rodeándolo en un abrazo para después ocultar su rostro en su pecho, Naruto la escuchó suspirar una vez más.

Sus pies comenzaron a moverse sin que él notara cuando comenzaron a hacerlo, meciendo su cuerpo a un ritmo lento que invitaba al de Hinata a hacer lo mismo. Sin darse cuenta, habían comenzado a bailar con pasos suaves, sin ninguna música de fondo. Solamente disfrutando del silencio, de sentir su cuerpo uno junto al otro.

Ojalá pudiera gozar de oportunidades así más seguido.

Tener en sus brazos de esta manera a su esposa.

Pero, por lo pronto, se conformaba con este momento.

Un solo y bonito momento.