8.

65 22 5
                                    

—Usted está en estación Plaza Italia.

¿Y ahora qué hago? —pregunta Alma.

—Cambiar —responde Bruno.

—Sí, ya sé que tengo que cambiar pero, ¿qué cambio agarro? —cuestiona estresada—. Tengo miedo a equivocarme. Si fallo de nuevo, no lo voy a soportar.

—¿Y cuál es el problema si te equivocas? Nadie nace sabiendo.

—¡Pero todos los demás parecen que sí! —exclama con enojo—. ¡Yo soy la única tarada que no sabe qué carajo hacer con su vida!

—Y es obvio que no vas a saber si te la pasás comparándote con los demás. Además de que estuviste todo este tiempo castigándote, prefiriendo no vivir que a equivocarte.

Alma piensa por un rato.

—¿Y de qué sirve equivocarse? —pregunta Alma con resignación—. Sólo es un tiempo perdido.

—Nada de eso. Aprendés.

Próxima estación: Scalabrini Ortiz.

—Próxima estación: Scalabrini Ortiz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hacia la incertidumbre, en constante viajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora