El día del evento escolar estaba en movimiento, y muy ajetreado.
Por un lado, representando nuestro salón, con alumnos de ambas preparatorias, una cafetería tradicional, con atención al detalle, el servicio y por supuesto, café natural molido. De hecho, fue gracias a Annaisha quien supo dónde comprar aquel café y quien logró conseguirse un par de cafeteras italianas que tuvimos donde prepararlos, así como también agradecer a su madre que no facilitó algunas tazas y copas para los Parfait los cuales eran bastantes populares.
Otros salones y alumnos independientes tenían sus propios proyectos, como una banda musical en la que participaba Kawamura Akihiko, y por la misma razón no participó en el café de Hayashi. También estaban los respectivos clubes y algunos invitados a parte, todo coordinado por la nueva presidenta del consejo.
Además, el día estaba adornado por un hermoso sol de primavera...
Al menos es lo que me gustaría pensar, ya que por razones que desconocía, Annaisha no había llegado temprano como pensé y tuve que suplir por dos en puestos donde se le necesitaba, así que estaba de un lado a otro, ayudando en lo que podía a Yuki, ya sea llevado sillas que faltaban, gestionando algún préstamo de equipo para algún club, por lo que terminé en la entrada de la preparatoria sentado junto a una mesa en el puesto de control de ingreso al festival, junto a una chica que no conocía, bastante callada, de cabellera algo corta y negra, cada tanto me miraba algo curiosa, quizás por mi cara de pocos amigos al ver que eran las once de la mañana y ya tenía ganas de irme.
—Eeh... ¿Estás bien? —pregunté al ver que me miraba.
—¡Ah! ¡No, nada! —reaccionó nerviosa ante mi pregunta.
<<Mal momento para hacerme el social cuando he pasado casi un año alejándome de todos...>>, pensaba mientras estaba sentado con mis brazos cruzados bajo aquel toldo donde nos refugiábamos del sol.
Fue cuando, desde la distancia, logré divisar una chica que reconocí de inmediato, y no iba sola.
<<¿Annaisha?>>, pensé al verla allí caminando vestida con su uniforme escolar y lo más rápido que le permitía la pequeña acompañante a su lado.
—¡Emiko-chan! —saludé alegre mientras me ponía de pie y me acercaba a ella.
Ella en cambio no dijo nada y con su rostro serio solo se acercó rápidamente a abrazarme por la cintura. Confundido frente a su extraña actitud, miré en dirección a Annaisha quien agitada llegó a mi lado.
—¡Ya llegué, Masao, puedes ir a descansar si quieres! —Se disculpaba Annaisha al llegar junto a nosotros—. Pensé que esto se solucionaría pronto y al final...
—Hola, Annaisha ¿Todo bien? tú no eres de llegar tarde por que sí.
—¿Eh? No leíste el mensaje que te envié ¿No es así? —comentó un poco molesta.
—No, he tenido el móvil con muchos mensajes y llamadas del grupo de voluntarios, de seguro se perdió entre ellos... ¿Annaisha, qué ocurre? —pregunté preocupado al verla así—. ¿Hay algo en que pueda ayudarte?
Annaisha entonces me miró por un momento luego de dejar su bolso sobre la mesa de recepción, soltó un suspiro, se llevó su mano derecha a su frente cerrando los ojos cansada, luego de unos segundos se acercó peligrosamente a mi oído y sin dejar que Emiko oyera, me susurró:
—Mi madre se divorció de mi padre hace un par de días atrás... y hoy fue un día difícil, ya que mi padre llegó a llevarse sus cosas de casa, tuve que hacer de todo para así evitar que Emiko se sintiera mal...
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Lost Sorrow Vol. 4
Teen FictionLas historias que conocimos darán un último paso adelante, el viaje de sus vidas y aquellas experiencias serán para siempre y todas ellas tienen algo más que contar. Acompaña a Masao Nishimura un chico del Japón actual en su viaje de auto conocimien...