La vida de Martina empeora un poquito.
Megan está arruinando la vida de Martina.
Porque cada noche de esta semana, han prometido ir a la biblioteca y estudiar diligentemente.
Y cada noche de esta semana, han salido fuera de la ciudad a emborracharse.
Martina realmente necesita frenar con este ritmo.
"No puedo salir de nuevo. No puedo. Casi me muero en la cátedra de hoy. ¿Acaso quieres que me muera, tú, imbécil egoísta? ¿Eso quieres? Porque no estoy exagerando, estoy a punto de pasar al otro lado."
"Eres tan dramática."
"¡No lo soy! ¡Estoy expresando la realidad!"
Megan se ríe mientras abre las cajas de comida para llevar que acaban de ser entregadas, mientras se sienta en el piano (nunca puede comer en la mesa como un ser humano decente), el vaso siempre presente de whisky apoyado en la parte superior, su ordenador portátil abierto en algún programa de audio que se ve alarmantemente como un monitor cardíaco.
"Realidad o no, hoy es viernes. Ya sabes que no vas a estudiar -no lo hiciste ni una sola vez desde que estamos aquí," dice simplemente, haciendo estallar los chips en su boca y quitándose el exceso de grasa en los labios con una servilleta de sed. Mira fijamente a Martina (esperando por una respuesta) mientras mastica, su pelo rubio suave dándole un muy falso aspecto de inocencia, sentada encima del taburete en una camiseta con un gigante hongo impreso en ella y pantalones de chándal. Su Rolex (totalmente en desacuerdo con su atuendo casual) captura la luz de vez en cuando, un recordatorio de que esta muchacha tiene el mundo a sus pies.
Martina pincha un chip con el tenedor (no está de ánimos para dedos sucios), falla, entonces lo lanza a través de la habitación golpeando la frente de Megan.
"NO VAS A PERSUADIRME, CANALLA MANIPULADORA. VIERNES O NO, VOY A PASAR MI NOCHE COMO UNA ESTUDIANTE PROMETEDORA. TUS PALABRAS NO TIENEN EFECTO SOBRE MI." Estalla, su voz se desencadena a través de la habitación y Megan da un respingo, recogiendo el chip que rebota en su rostro.
Megan se queda mirando el chip, y luego a Martina, con una sonrisa fija. "Una amiga me habló de un lugar en el que todo el personal es masculino. Dicen que son guapos como la mierda y te sirven bebidas gratis si les captas la mirada. Yo estaría dispuesta a comprobarlo. Después podemos pedirle a Nelson" -el chofer de Megan, sí.- "que nos lleve por ahí mientras cantamos Taylor Swift hasta que estemos sobrias. Y luego le pedimos a Rory" -el ayudante de Megan, sí.- "que nos compre algo de pastelería otra vez. Pero no voy a volver a tomar ese vino de mierda, sabía a orina dulce."
Esta muchacha está arruinando la vida de Martina.
Se queda mirando mientras Megan empieza a rozar las teclas del piano.
De verdad quiere decir que sí. ¿Hombres atractivos sirviéndole bebidas gratis toda la noche? ¿Cantando Taylor Swift en un coche con chofer, con el viento chocando su cara a través del techo corredizo? ¿Comer hermosos y deliciosos pasteles toda la noche?
Mierda.
Ella odia a los ricos. De verdad lo hace. Todo esto es muy superficial. Detesta esto. Lo odia. Odio, odio, odio.
"¡Por supuesto que quiero ir, completísima idiota!" Martina estalla, cerrando los puños sobre la mesa. "¡Pero no puedo! Tengo que estudiar, Megan. Deja de tentarme." Se queja, y con un gemido despectivo, hunde la cabeza en la mesa.
El brillo de Chopin aligera la habitación.
"La próxima vez entonces, ¿si?" dice Megan, completamente imperturbable.
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young and beautiful | martuli. (TERMINADA)
FanfictionMartina, para su horror, asiste a una universidad donde el nombre Brisa Dominguez significa algo, Megan Noble no para de hablar, hay pianos por todos lados y, Lourdes González, hija de un drogadicto ex - rockero clínicamente inestable, tiene una son...