Capítulo 15

7.1K 254 70
                                    

(Este fanfic no es mío, es una adaptación de la traducción de @Camrensweet2)

***

Luisa POV.

Nuestro viaje de Navidad estaba llegando a su fin. Amelia no paraba de disculparse conmigo, lamentando la ausencia de diversión. Traté de convencerla de que aquel había sido el mejor viaje de mi vida, y aunque ella pareciera contenta con mis palabras, todavía se disculpaba al decir que pudo haber sido mucho más interesante.

Lo dudaba.

—Odio la parte en que todos se van.

Devoción estaba obviamente triste, pero no quería ser una madre completamente dependiente de la presencia de sus hijos. Aunque era una mujer fuerte, era muy sentimental. Tomás permanecía imponente a su lado.

—Siempre acabamos volviendo, mamá. —Amelia intentó consolarla, dando un beso cariñoso en su mejilla.

—Pero los necesito tanto...

—No te preocupes. Papá dijo que ustedes irían en primavera a Inglaterra, sabe que te encanta la primavera allí o a lo mejor venimos otra vez.

—¿Lo juras? —Sus ojos parecieron iluminarse con esas palabras.

—Lo juro.

Devoción continuó mirando a su hija, pero ahora su mirada parecía un poco enigmática. Vi otra vez un poco de Lucía allí, como si quisiera leerla y saber de algo no dicho.

Ella me miró a mí e inmediatamente fingí estar distraída con el nudo de mi bufanda.

—Ahm... Voy a dejarlas más a gusto. —Hablé, ya caminando lejos. No pude ver la reacción de ambas porque no quería mirarlas otra vez.

Después de alcanzar una distancia que creí que era razonable, miré de vuelta a los tres y vi que Devoción la abrazaba con ternura y adoración, sin decir una sola palabra.

Sentí un cariño creciente por Devoción al ver que ella también amaba a Amelia.

—Pensábamos que ella vendría sola.

Me asusté, pero no tanto, con la voz grave de Alfons a mi lado. Ya me estaba acostumbrando a ser sorprendida por él.

—Sí, lo sé. Me gustaría que hubiera advertido de nuestra llegada.

—Creo que quería hacer una sorpresa, sobre todo a mamá. Quería mostrar que ahora está todo bien.

Lo miré por algún momento, pero pareció no percibirlo. Así como yo hace unos segundos, parecía distraído con las dos figuras que se abrazaban a cierta distancia de nosotros.

—¿La conocías? —Pregunté pensando en Cristina.

—Desgraciadamente. Era una arpía interesada. Lu nunca fue agradable con ella, lo que siempre fue una pista principal para Amelia para saber que ella no era confiable.

—Bueno... —Empecé, volviéndome hacia él. —Estaba enamorada de ella, no era razón suficiente...

—Sí. Ella tuvo que poner un par de cuernos en su cabeza para que se diera cuenta. Y la verdad, estuvimos jodidos cuando Amelia estuvo mal, la zorra acabó con su vida.

Sentía pena de Amelia otra vez. No sabía en qué estado aquella mujer la había dejado, pero si tomaba en consideración los testimonios de personas a su alrededor, ella parecía haber estado cerca de un suicidio.

—¿Ustedes fueron a Londres cuando ella se deprimió?

—Amelia lo prohibió. Dijo que si aparecíamos allí, ella desaparecería. No quisimos arriesgarnos, pero le pedimos a Marina que mantuviera un ojo en ella.

My sweet prostitute (adaptación)Where stories live. Discover now