01

434 67 4
                                    

Chifuyu abre los ojos lentamente al sentir los rayos del sol atravesar su ventana. Se levanta al instante al recordar la noche anterior.

— Mierda –toca su cabeza arrepentido de lo que sucedió.

Kazutora debió haberse sentido muy mal y él como un idiota se dejó ver en su forma más indefensa.

Una bola de pelos capta su atención y sonríe, sostiene al pequeño gatito – ya viejo– para cargarlo.

— Mi bebé – lo abraza con cuidado, siente a Peke j pegarse más a su cuerpo queriendo más.

Lo deja a un lado para ir al baño. Una vez aseado sale en dirección a la sala, lo primero que encuentra es la espalda de Kazutora y la televisión encendida.

— Hola – saluda nervioso.

Hanemiya lo mira y le devuelve el saludo, también incómodo. En su mano derecha mantiene agarrado su taza de café y le da un pequeño sorbo.

— Hoy iremos con los demás ¿cierto? – Kazutora es el primero en romper el hielo.

— Claro, Takemichi dice que nos veremos en el centro comercial para ayudarle con su regalo de aniversario – comenta aún con sus manos temblando levemente – Tora yo... quiero disculparme.. anoche-

— Está bien – interrumpe, no cree estar dispuesto a volver a hablar de eso – olvidemoslo

— Pero es que en serio quiero disculparme y-

— Dije que estaba bien – su tono de voz cambió a uno más enojado – ¿Podríamos dejar el tema?

Chifuyu dió un suspiro, pero asiente, después de todo fue quién lo arruinó.

Pasan las horas, aún quedaba un poco para encontrarse con su mejor amigo. Miró a Kazutora de reojo, ansioso, porque este día se mantenía muy callado y eso no le gustaba.

— Kazutora – le toca la mano por accidente, causando que sobresalte por la sorpresa – perdón

— Ya te dije que-

— ¡Al carajo lo que dijiste! Quiero estar bien contigo – pide con su voz a punto de quebrarse.

Kazutora fue alguien importante para Baji, necesita estar cerca de su tesoro.

— No llores, Chifuyu – se da cuenta que fue un imbécil por ignorarlo toda la mañana – está bien ¿sí? lamento ser tan rudo contigo

Agarra su cara de ambos lados y junta sus frentes.

— No volveré a ignorarte de nuevo

— ¿Lo prometes?

— Lo prometo – esas palabras calman a Matsuno.

Al contrario de él, la cercanía que tienen y las ganas de besarlo por parte de Kazutora no faltan. Su mirada se postra en los labios carnosos de Chifuyu, esos que tanto soñó con besar, estaban tentandolos.

A un segundo de hacerlo, el teléfono sonó causando que se separasen rápidamente.

Maldice por dentro.

— ¿Hola? – dice Chifuyu – ¿Takemichi? ¡Ah, si! Ya vamos para allá

Cuelga la llamada, para entonces explicarle a Kazutora que ya los estaban esperando en el lugar.

Se dan prisa en vestirse (cada quién en su cuarto) y una vez listos Chifuyu arranca el auto. En pocos minutos ya se encuentran ahí, entre toda la gente, localizan a su amigo.

— ¡Takemichi, Mikey!

— ¡Chifuyu! – Takemichi levanta su manita al verlos, emocionado.

— Ahora si ayudemos a este idiota con su regalo – dice Mikey con una sonrisa ladeada.

— ¿Sabes de cosas que ella ha querido hace poco? – pregunta Chifuyu.

— Bueno.. he visto que le da me gusta a publicaciones de vestidos con flores así que quiero conseguirle algo similar – les muestra una foto como referencia y todos formulan un "si" con la cabeza.

— Misión: encontrar un vestido para Hina – anuncia Mikey como si de un juego se tratase.

— Chicos en serio gracias – sonríe el rubio apenado.

— Tranquilo Takemichi, te ayudaremos a encontrar el mejor regalo del mundo – afirmó Matsuno.

— Lamentablemente Draken no vino, pero nosotros estamos aquí – habló Mikey tocando el hombro del menor.

— No conozco a Hina, pero lo poco que he oído sé que es una gran persona y cualquier cosa que le des le encantará – anima Kazutora.

Takemichi sonrió con ternura y felicidad, el comentario de Kazutora le conmovió el corazón. Era bueno saber que contaba con el apoyo de todos ellos.

— Chifuyu y yo iremos de este lado y ustedes en la contraria – apunta mientras explica.

Todos asienten de acuerdo y se separan, Chifuyu y Kazutora deciden repartirse las tiendas de ropa para terminar más rápido.

Es un lugar grande, por lo que toman su tiempo para buscar y descartar tiendas. Sin éxito alguno, se sientan en una banca sola en frente de una heladería.

— Que difícil es conseguir un vestido

— Definitivamente – suspira Kazutora, cansado de correr de un lado al otro.

Chifuyu se detiene a mirar al frente, sin interés. Mikey y Takemichi todavía no se contactaban con ellos, por lo que deben haber seguido buscando.

— Le mandaré un mensaje a Mikey a ver sí ya encontraron algo – Kazutora saca el celular para acto seguido teclear el mensaje.

El pelinegro se mantiene sin decir nada, estaba aburrido además de que tenía algo de sueño por no haber dormido correctamente la noche anterior.

Un chico de pelo largo atraviesa su panorama, haciendo que se voltee de lado como si de un efecto Mandela se tratase.

Se pregunta sí es porque está cansado o realmente pasó.

Mira para todos lados angustiado, sintiendo algo similar... ¿nostálgico tal vez?

— ¿Qué sucede? – se preocupa Kazutora al ver que se levanta.

— Lo ví

— ¿A quién?

— Necesito comprobarlo, me tengo que ir – y sin dejarlo decir otra palabra se fue.

Kazutora no entendía su actitud, por lo que se quedó inmóvil. Quizá vuelva pronto, así que no le quiso dar más vueltas al asunto y continuó con su mirada en el teléfono.

Matsuno caminaba a pasos apresurados por el trayecto, finalmente encontrando al chico de espaldas, parado en medio de toda la gente.

Se dirige a él sin pensar y lo toca del hombro, causando que la persona gire su cabeza.

Chifuyu se quedó bocabierta, parpadeó varias veces ante lo que estaba viendo sin creerlo. ¿Era acaso un sueño?

— Chifuyu – uff tan sólo escuchar su nombre sintió una electricidad recorrer por todo su cuerpo.

— Baji – susurró, en un hilo de voz.

Era él.

Era real.

"Por favor, si este es un sueño no me despierten jamás" pensó Chifuyu.

˖ 🌼 ᝬ ʿI Will Ꮺ !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora