Todos los capítulos serán cortos, oscilarán entre 1000 y 3000 palabras, para así poder actualizar más rápido y no quedarme con la venita de que no pude comprometerme al 100% con ustedes n.n
Roto
Puente de Mondstadt – 11:00 a.m.
Todo mundo estaba entusiasmado por la llegada de cierto viajero de mundos que dio fin a la lucha entre humanos y dioses. Yo no podía ser la excepción. Había pasado casi un año desde que él partió de Mondstadt y de mi lado, ¿cómo ocultar mi emoción por esto? La espera había válido la pena, porque podía verlo al otro lado del gran puente que unía la naturaleza con nuestra ciudad, sonriente saludando a todos a lo lejos como si nunca hubiera existo un lucha que condenara este mundo a la desaparición.
Todo el calor del día, toda la algarabía del momento, de un instante al otro se tornó en miedo. El cielo se oscureció por completo, entre él y nosotros se formó un gran agujero del cual emana energía electrificada sin ningún tipo de dirección especifica. Todos ciudadanos ajenos a una visión huían despavoridos hacia sus hogares en busca de refugio, mientras nosotros, los que podíamos luchar nos quedamos para lo que sería algo inevitable.
Una fuerte aura nos ahogaba impidiendo que pudiéramos hacer algo, inclusive nuestra Gran Maestra sucumbió ante la fuerza de ese portal. No pudimos hacer nada, eran todos esos emergentes del abismo contra él. Mi dolor no se comparaba con el de los demás cuando todo volvió a la normalidad, no había quien pudiera consolarme, estaba junto al lado del cuerpo de Aether rogándole su despertar, pero fue inútil, había muerto ante mis ojos.
Este era el sueño que había tenido los últimos meses al enterarme de que el abismo estaba tras la vida de Aether; siempre cambiaba la forma, siempre cambiaba el cielo, siempre cambiaba la cantidad, pero el resultado era siempre el mismo, Aether moría una y otra vez.
Actualidad – Mañana de Mondstadt
La hermosa brisa y el cálido día de Mondstadt hacia que todo la tristeza por un horrendo sueño desapareciera. Cada persona por la que pasaba a su lado era recibir sonrisas que eran imposibles no devolverlas. Hoy era el día en que recibiría la respuesta a mi solicitud a la maestra Jean. Tenía un deseo por salir a explorar los lugares que Aether y Paimon había recorrido por la ciudad de Mondstadt en sus primeros días, siempre era cuidada por Jean y los demás, aunque ya era mayor de edad nunca dejaron de preocuparse por mí.
La noticia que obtuve por parte de la maestra Jean me llenó de emoción, mi solicitud había sido aceptada. No lo pude evitar, mi actitud en ese momento era como si me hubieran dado el regalo que más hubiese querido siendo una niña. Con toda la prisa en mi mente por la exploración fui hacia mi hogar en busca de todas mis pertenencias de viaje. De no ser por la ayuda de Lisa que intercedió por mí jamás hubiera podido pasar por tantas solicitudes pendientes para la maestra Jean. Con su última ayuda, no pude olvidarme nada en mi hogar, era como una madre para mí, si algo le pasara a ella, no podría imaginarme mis días sin su compañía.
En la entrada lista, dibujando la más grande sonrisa en rostro era despedida por todos mis amigos. Sería un recorrido de unas cuantas semanas, no era para tanto el alboroto que hacían por mí, pero era lindo, agradezco mucho las amistades tan sinceras que pude tener en esta ciudad. Aunque solo desaparecería por unas semanas, no pude evitar con esta pequeña reunión llorar un poco, parecía una niña pequeña en ese momento, era un poco vergonzoso, pero todo estaba bien.
¿Por qué decidí tomar este viaje? No tenía más información de él, mas que la de saber que su viaje en busca de su hermana se convirtió en una lucha interminable por la supervivencia a causa de la orden del abismo. Cabía la posibilidad que nunca más pudiera volver a verlo, era realmente alta con todo el caos que ha sucedido con ellos en los últimos meses en todas las ciudades, aun así había una pequeña posibilidad a la que me aferraba que todo saldría bien, después de todo nos demostró lo hábil y fuerte que era con todas las hazañas que había logrado en las ciudad vecinas.
Aunque pudiera sonar ridículo, para mi no lo era en lo más mínimo, realizar este pequeño viaje era una manera de rectificar mi confianza en él, indagar por cada lugar que el recorrió y exploró en nuestros territorios era como estar a su lado; esa era la manera como me sentía al presentar mi solicitud. Era la manera en como quería volver a sentirme cerca de él otra vez.
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Guarida de Stormterror – 5 días después
Aun recordaba aquel campo Anemo que protegía estás ruinas, no había forma de ingresar en ella. Jean nos comentó que un bardo misterioso fue quien ayudo con el toque de su lira mágica eliminar el campo. Sigo creyendo que ese bardo desconocido fue nuestro Arconte Barbatos acudiendo en la ayuda de su ciudad.
El lugar era enorme y lleno de grandes estructuras destrozadas por el paso del tiempo, pensar que alguna vez los ciudadanos de la antigua Mondstadt pudieron tener una vida en este lugar. Mi objetivo era la cima y poder tener una mejor perspectiva de todo, era momento de usar aquel diario de viaje que dejaron Aether y Paimon de su exploración en este lugar.
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La vista desde la cima era esplendida, tenía que hacerlo, era imposible no hacerlo. Tomé mi planeador y me dejé llevar por el viento apreciando con más detalle las zonas de este lugar. Era un goce planear aquí, no me molestaría venir más seguido; mi vuelo fue interrumpido cuando desvié mi mirada muy curioso por algo que podía ver cerca a unas ruinas, cuando más me acercaba podía ver un grupo del abismo reunido con lo que parecía un hombre envuelto en una gran armadura negra, parecía que era su líder a simple vista.
Con cautela al tocar el suelo me acerque lo más que podía para obtener información, no podía ser casualidad que estuvieran todo ahí reunidos. No entendía nada de lo que hablaban, su dialecto era un sin sentido para mí hasta que escuché un nombre que me llamó toda mi atención. Iban por Aether, su nombre ya era un sondeado por todo Teyvat, y con la orden del abismo tras de él al frustrar sus planes era de esperarse. Escuché "Inazuma", debía ser el próximo objetivo de ellos. Un portal se formó frente a ellos; actué sin pensarlo, me abrí paso entre ellos y me adentré en el portal. Fue un estupidez, una real estupidez, no razoné en ningún momento, me dejé llevar por mi corazón, por las ansias de que si pasaba ese portal podía encontrarme con Aether nuevamente.
El resultado tras cruzar fue el peor, no recuerdo nada de lo que ocurrió en ese lapso, no sabía dónde estaba y ahora, no recuerdo porqué estoy aquí en medio de la nada bajo la lluvia, solo viendo islas y relámpagos caer. Solo tenía una mochila, objetos y un diario con un nombre grabado en él por mi puño y letra. Aether.
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Ciudad de Inazuma – Tenshukaku
Por alguna extraña razón, me sentía algo intranquilo. La extraña sensación de que algo se había roto a la distancia recorría mis pensamientos, que algo se había desvinculado de mí, y no era mi hermana. Tenía la voz de Paimon cuestionándome: "¿sucede algo Aether?", solo pude responderle: "no es nada Paimon, al menos, eso creo".
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¿Promesa olvidada? (Aether x Amber) - *EN RECESO*
FanfictionCuando los caminos se separan, las dudas llegan. Cuando los caminos se reencuentran, esas dudas desaparecen y nuevas dudas asoman. ¿Qué pasaría si en el transcurso del tiempo, tus promesas fueran llevadas por el viento muy lentamente?